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Para Almería, ¿respuestas?

Carlos Sánchez
Presidente de NNGG del Partido Popular

Para Almería, respuestas. Es el slogan que el PSOE ha escogido para iniciar la precampaña en nuestra ciudad (en verdad creo que el slogan es general a nivel nacional o regional). Cabe destacar que jamás en tan pocas palabras, en relación con una candidatura, se entró en tanta contradicción. ¿Realmente puede Usero y el PSOE almeriense dar respuestas a Almería? Teniendo en cuenta que llevamos mucho tiempo esperándolas, lo veo difícil.

Usero no ha dado respuestas a su pacto con el PAL en Diputación, Usero estuvo callado ante el mayor escándalo que jamás haya afectado a la Diputación como fue el caso “asesores”, Usero no ha abierto el pico con la deuda con Air Berlín y por último Usero no puede dar respuestas porque está silenciado por su propio partido.

El PSOE lleva 30 años gobernando Andalucía, tiempo suficiente para dar respuestas. ¿Acaso ha dado el socialismo andaluz respuesta a los escándalos de corrupción de los ERES, Mercasevilla, Matsa…? Y sin embargo, tienen el rostro de decir “Para Almería, respuestas”. Que barbaridad.

Almería no necesita respuestas porque estamos cansados del eco de nuestras preguntas. Almería necesita un nuevo hospital, un AVE, más colegios y menos aulas prefabricadas, necesita que el mármol de Macael se ponga en San Telmo, necesita apoyo para nuestra agricultura. En definitiva, confianza e inversión. Las respuestas, para pasapalabra.

28 de febrero

La Voz de Almería
Córdoba
Diario Jaén
Odiel
El Correo de Andalucía

La Opinión de Almería comparte con este grupo de diarios de Andalucía este artículo dedicado al 28 de febrero.

Un día como hoy, hace treinta y un años, los andaluces escribieron una nueva página en su historia. Las ansias de libertad, de autonomía y de posicionamiento en España y en Europa hicieron que dos millones y medio de personas votaran a favor de la ratificación de la iniciativa autonómica en el referéndum del 28 de febrero de 1980.

Desde Andalucía se dio un ejemplo extraordinario de unidad a la hora de expresar una voluntad inequívoca por la autonomía plena. Era una época en la que había, en lo social, una alta tasa de natalidad, un porcentaje desmesurado de analfabetización y una esperanza de vida que nada tiene que ver con la actual. Las infraestructuras brillaban por su ausencia, con carencias importantes en carreteras y, sobre todo, en transporte público.

En lo referente a los ámbitos productivos y económicos, había una fuerte dependencia de la agricultura, un escaso peso del sector terciario y muchas potencialidades industriales y turísticas sin explotar. El acceso a la cultura o a la educación era una asignatura pendiente para la mayoría. El desarrollo económico, social y cultural de la comunidad despertó gracias al Estatuto de Autonomía. El texto favoreció la convivencia armónica, el progreso y la recuperación de la autoestima de un pueblo que consiguió voz propia.

Si durante las tres últimas décadas se han producido transformaciones intensas en el mundo, estos cambios fueron particularmente acentuados en Andalucía, donde los ciudadanos pasaron del deficiente desarrollo económico, social y cultural a un panorama similar al de las sociedades más avanzadas, como ejemplifica la inversión de los flujos migratorios.

Los andaluces pueden presumir, en la actualidad, de estar a la altura no solo del resto de los españoles, sino también de los europeos. La evolución experimentada durante treinta años coloca a la comunidad en la élite del desarrollo. Andalucía cuenta, actualmente, con excelentes vías de comunicación. Las grandes ciudades están conectadas entre sí por autopistas o autovías. En total hay más de veinticuatro mil kilómetros de carreteras. Junto con el tren de alta velocidad, que une Madrid con Córdoba, Sevilla y Málaga, hay trenes regularmente hacia variopintos destinos. Aparte de los aeropuertos internacionales de Málaga y Sevilla, existen otros en Almería, Granada-Jaén y Jerez de la Frontera. En la región costera hay cinco grandes puertos marítimos. Es indiscutible, en la actualidad, el peso demográfico, la solvencia social y la diversificación económica. Basta con un dato relativo al nivel adquisitivo.

Si en 1980 se anunciaban pisos por dos millones de pesetas y el sueldo medio era de ciento veinte mil pesetas al mes, un andaluz tenía que dedicar, durante dos años, su sueldo íntegro para comprarlo. En la actualidad, la subida del precio de la vivienda hace que una persona tenga que invertir su nómina completa, durante diez años, para tener acceso a un hogar. Son cuestiones económicas que evolucionan ligadas al desarrollo de libertades individuales y colectivas en la consecución de derechos de primera generación, como el acceso a la educación, o a la sanidad pública.

Andalucía crece cada día sin olvidar su privilegiada y rica cultura. Una inmensidad de oportunidades se fraguan, en el siglo XXI, gracias a una apuesta autonómica que aporta las mayores cotas de bienestar y prosperidad jamás vividas por los andaluces. Desde la aprobación del Estatuto de Autonomía, tras el refrendo del pueblo andaluz el 28 de febrero de 1980, y su posterior ratificación y entrada en vigor en 1981, los andaluces pueden presumir de progreso, avances y evolución en todos los campos. El turismo se alza como la bandera de Europa por todo lo que une a los andaluces y por todo lo que los distingue, de Almería a Huelva o de Sevilla a Granada, pasando por Jaén, Córdoba, Cádiz o Málaga. Una tierra rica en espacios naturales, en un singular patrimonio histórico, en una agricultura abierta a la diversificación económica y en gente formada para trabajar a la altura de cualquier ciudadano europeo. Andalucía vive, ahora, una nueva etapa con los cimientos bien forjados por una convulsa historia que nunca habrá que olvidar para caminar con paso firme hacia el futuro.

Anotaciones de un informador de calle

Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

Artículo publicado el 25 de febrero de 1981 en IDEAL-Almería, tras el intento de golpe de Estado del 23-F

Vaya horas, qué día, la sensación de importancia, todo el mundo almeriense, aquí en el Sur, con las ansias de la libertad, con la necesidad de conocer qué pasaba, antes y después. Las anotaciones son breves y concisas:

-Noche del lunes. Sobre las diez menos veinte de la noche, un grupo de informadores salen de las redacciones de IDEAL y Radio Almería, donde dos policías nacionales acaban de ser relevados en su vigilancia. Por la calle, mucho silencio, poca gente. Un encuentro con personas conocidas. ¿Qué sabemos? Impresión preocupada. “Es muy lamentable todo esto, se lo digo yo que además soy militar”.

-Alguien comenta la sensación de impotencia. Cómo se imaginarán en Madrid que estamos en el Sur, ¿piensan en alguien en estos momentos?

-La noche almeriense esta vez ha roto sus citas, sus posiciones y los lugares comunes. La imagen televisiva y las emisoras radiofónicas se mantienen alerta, aunque Radio Popular cierra la emisora a la hora normal, lo cual no deja de ser significativo, mientras que Radio Almería y Radio Juventud mantienen sus respectivas conexiones durante toda la noche.

-Radio Juventud recibe unas llamadas anónimas ordenando que se difunda música militar y nada más. Pero el director no atiende a esas ‘órdenes’, consulta al gobernador civil, que envía protección policial a la emisora. En Radio Almería, nada anormal. La protección aquí termina hacia las dos de la tarde.

-En el Barrio de Pescadería se viven horas de control popular de las calles, aparecen algunas octavillas condenatorias de los hechos de Madrid, suscritas por las Plataformas de Lucha Obrera. El Barrio de Pescadería siempre ha tenido un protagonismo vecinal colectivo muy significativo.

-Dicen que se han visto algunos grupos de gentes con cadenas por el Paseo y que se han dirigido hacia la Plaza de Toros. No pasa nada y desaparecen.

-Todos los hogares almerienses están en preocupación lógica. Pero donde más preocupación existe es en las casas de las familias de Nono Amate, el reciente diputado socialista, y de Alfonso Soler Turmo. La mujer de Alfonso Soler no puede ponerse al teléfono, “está bañando a los niños”, aunque esa explicación suena más bien a pretexto. Una hermana es quien habla y manifiesta su preocupación “por Alfonso y por España”. La esposa de Nono Amate, Antonia Fortes Sevilla, responde con reservas a las preguntas de este periodista, sobre su situación, sus inquietudes y temores. Después, en la casa del periodista se reciben varias llamadas telefónicas: “Oye, Miguel Ángel, ¿has sido tú quien ha llamado a la mujer de Nono?” “Sí, yo he sido”. “Menos mal, porque no teníamos seguridad de que era un periodista y pensábamos en algún tipo de intento de…” Hay muchos nervios. Dicen que la sede del Movimiento Comunista de Andalucía (MCA) ha sido desalojada rápidamente por sus ocupantes ante las primeras noticias, de forma que se dejaron la puerta abierta. Algunos dirigentes de grupos extraparlamentarios de izquierda “se han perdido de Almería”. El gobernador civil habla tranquilamente por Radio Juventud informando de las medidas oficiales.

-Llamadas por teléfono al Gran Hotel Almería, donde se hospeda el capitán general de la región. Hablamos con el director José Tara. Al final podemos comprobar que el capitán general regresa a Granada. Los actos del Campamento para el martes han sido suspendidos o aplazados.

-Las calles de Almería, el martes, eran un continuo ir y venir de gentes. Los kioscos de prensa reciben ediciones especiales. Pero todavía hay quien solo se interesa por comprar un periódico deportivo o una revista de crucigramas. Alguien vuelve al medio de la prensa, después de tiempo de no leer un periódico. “¿Me da usted El Imparcial?”. “Lo siento, señor -dice el quiosquero-, pero ese periódico hace ya tiempo que ha dejado de publicarse”. “Bueno, pues déme usted otro, a ver si nos enteramos de lo que pasa”.

-El aparato de radio se convirtió en el instrumento ‘best seller’ de la comunicación aunque todos mantienen la expectativa de ver cómo saldrán las cosas en televisión.

-Se reciben llamadas telefónicas en la Redacción. “Aquí UGT, Nono Amate llega esta noche en el avión. A ver si podéis ir al aeropuerto, enviad también al fotógrafo”. Mientras tanto, José María Granados y Pepe Mullor salen a la calle. En el Gobierno Civil se reciben visitas de representantes de los partidos. En el Ayuntamiento, el alcalde ejerce también su mandato y prácticamente está reunido el Pleno en sesión extraordinaria.

-Llama por teléfono Bartolomé Zamora. Ya todo ha acabado, en principio. “Espero que esto se aclarará del todo. Hemos vivido unas jornadas con preocupación e indignación”, dice. Y también señala que “hay que asentar el sistema contra estos energúmenos, enemigos de la democracia”.

-Y Almería, en el Sur, es como si no pasara el tiempo, con la música, la novia de la libertad, la democracia permanentemente en el horizonte.  

En la última semana de marzo

Rafael M. Martos
Director de Noticias de Almería
 
Con el 28 de febrero sobre la mesa, con el recuerdo de aquel día histórico que respondía a la demanda eterna del pueblo andaluz que culminó en la manifestación del 4 de Diciembre, que ya fraguó un anteproyecto de estatuto de autonomía durante la II República Española, fruto de otro que databa de 1883, y que en definitiva no constituye más que un punto y seguido en nuestra historia, de nuevo estamos en un momento en que nuestros intereses, los intereses de los andaluces, van a volver a ser sometidos a los intereses no ya del Estado, sino a los de un partido político, ese que nos ha convertido sólo en un apéndice de si mismo, que nos ha despojado de dignidad, que oculta nuestra identidad diluyéndola en el provincianismo y que juega a un nuevo centralismo que sirve sólo a sus intereses.
 
En el Partido Socialista ya están manejando claves electorales propias, claves que tienen como objetivo controlar los tiempos más beneficiosos para amortiguar la debacle que se les avecina. Y para ello todo vale, desde empujar al líder máximo para no caerse con él, hasta agarrarle para que gane la última batalla como en la falsa historia del Cid Rodrigo.
 
En Almería, donde el enfrentamiento con el secretario general Pepegriñán lo encabeza la propia dirección provincial, y donde el hombre que apuntaba ser el ungido como su representante a este lado del Guadalquivir, Juan Carlos Usero, no ha dado ni da la talla ni ante los suyos, están en la idea de que José Luis Rodríguez Zapatero podría anunciar a finales de marzo que no concurrirá como candidato en las elecciones generales próximas.
 
Obviamente eso no es una ocurrencia. Puede que ocurra o puede que no, que en política nunca se sabe -y con ZP menos, que un día en su gobierno hablan de aumentar el tope de velocidad en autopistas a 130 y a otro lo rebajan por ley a 110-, pero son los contactos de miembros de esa dirección almeriense en sus movimientos, cenas y comidas en Madrid, donde el run-run se baraja.
 
En caso de ocurrir así, la idea es que esa decisión pueda aliviar los previsibles malos resultados del PSOE, es decir que sean menos malos en las elecciones municipales.
 
Pero la derivada que interesa aquí es otra, y es que con esa maquinaria electoral del Partido Socialista ya engrasada, con el impulso que les da quitarse ese lastre que es el presidente del Gobierno central, pues tal vez Pepegriñán podría verse animado a convocar elecciones de un modo casi urgente para aprovechar la situación.
 
Y es que de esta manera, en el PSOE entienden que sería factible llegar a un acuerdo más amplio con Izquierda Unida que incluyera opción de gobierno en la Junta de Andalucía y sus innumerables derivadas de poder, así como diputaciones y ayuntamientos.

Se trata en definitiva de aprovechar que el PP podría no tener mayoría absoluta en el Parlamento de Andalucía e intentar que los nacionalistas acaben de recomponerse y lograr volver a él. Sólo un pacto de legislatura con los andalucistas podría permitir a Arenas ser presidente de Andalucía, y el PSOE lo que intentará a toda costa es que ya que no puede parar a los populares, es bloquear al PA allá donde le sea posible para impedir esa posibilidad. Por eso muchos medios silencia la actividad de los andalucistas, ni se les entrevista, ni se les invita a nada, ni se publican sus notas, ni se va a sus ruedas de prensa... la orden es dejarlos fuera de la circulación informativa precisamente porque junto a lo  anterior, el PSOE lo que no quiere es que haya un socialismo andaluz propio, independiente, como el que sería el del PA.
 
De nuevo los intereses de Andalucía quedarían sometidos al albur de los intereses de un partido político y de un presidente que sólo busca ser avalado por las urnas para imponerse ante los focos conspiradores que le rodean en todo el país y que tienen en Almería su cabeza más visible.
 
En el plazo de un mes saldremos de dudas. Lo que está claro es qué partidos son o están con el Régimen y que partidos o no están o están frente al Régimen.

Poesía y delantales

José Fernández
Periodista

Almería, ciudad que aún guarda fresca en el retrogusto de su memoria colectiva las sartenás de migas de la abuela y los garbanzos torraos del carrillo, ha pasado del perol al gastrobar sin una razonable transición gastronómica capaz de asentar conceptos y tranquilizar meninges. Y así, después de muchas temporadas de arguiñanamiento televisivo y deconstrucción mediática de la cocina de toda la vida, hemos alcanzado las cotas más altas de la idiotez emplatada.

Y no crean que es una tendencia puntual de algunos empresarios más o menos avispados: estas aventuras se están convirtiendo peligrosamente en una tendencia que viene impulsada desde las primeras elaboraciones de los futuros cocineros.

Fíjense ahora en este notable ejemplo. Lo que van a leer no es un soneto conceptual, sino la transcripción literal del postre servido por los alumnos de la Escuela de Hostelería de Almería con motivo del Día de Andalucía. Allá va: "Sobre la tierra de brawnie de queso de cabra, descansa nuestro tomate cremoso con núcleo de frambuesas, bordeado de doradas hojas de cacao, micromargaritas y pétalos de clavellina. Posada sobre la piedra de coco, la mariposa de mango lo mira serena". Francamente, hay menos afectación en nuestro paisano Villaespesa describiendo un estanque lleno de nenúfares junto a un alcázar morisco que en uno de estos aspirantes a poeta del delantal.

Y lo malo no es que un chaval manifieste síntomas de sobredosis de ferradrianismo en vena, sino que haya profesores que amparen semejantes desparrames. Luego pasa lo que pasa cuando te ponen una chispitica de lo que sea con un cebollino y dos gotas de aceto balsámico y te clavan tres euros y medio, que tenemos la sensación de que nos están tomando el pelo. El día que lea en una carta que "un arenque mira sereno a un corte suave de morcilla mientras el suelo de sémola cruje sobre la minipaila", dejaré de comer migas.

Día de Andalucía

Juan Torrijos
Periodista

Los almerienses nos disponemos a vivir hoy un nuevo día de Andalucía sin estar muy convencidos de que nos haya beneficiado el pertenecer durante los últimos treinta años a la citada comunidad política y económica. Recuerdo la ilusión que despertó en todos la llegada de la democracia y la consecución de un gobierno autónomo que iba a estar más cerca de nuestros problemas.

Han pasado tres décadas y el balance en Almería y para Almería no es todo lo positivo de lo que esperábamos en aquellos sueños de unos casi adolescentes almerienses. No me gusta darles la razón a esa parte de paisanos que votaron no a la autonomía, pero reconozco que estaban más cerca de la verdad que yo (ilusiones de juventud) que voté a favor, y que intuyeron que nuestro mejor futuro no estaba ligado a las fronteras de Sevilla. No estoy arrepentido de aquel voto, estaba convencido de su importancia en aquel momento, pero sí me siento frustrado en unas esperanzas abiertas y que los políticos que nos han gobernado desde entonces han ido cerrando con su sectarismo y su miopía ante los problemas de los ciudadanos y su entorno.

Desde Madrid nos gobernaron durante cuarenta años unos señores que no bajaban nunca a conocer Almería y las necesidades de los almerienses: “Casas con tejas en una ciudad de “terraos blancos”, pabellón de deporte donde los sótanos no se podían usar”. Eso iba a cambiar con la llegada del gobierno de Sevilla, nos dijeron, pero nos hemos encontrado con unos señores que ha seguido con Almería casi las mismas pautas que los anteriores. No es extraño que en estos momentos la causa autonómica no esté pasando sus mejores momentos. La crisis nos pasará factura a todos, y Andalucía pagará por los políticos que la han gobernado.
(www.lavozdealmeria.es)

Los inventores de la Diputación

Javier Aureliano García
Secretario Provincial del Partido Popular

Sólo el paso del tiempo nos permitirá establecer en su totalidad el daño y el descrédito que para la Diputación Provincial de Almería está suponiendo el paso del Partido Socialista por sus órganos de gobierno. Sin embargo y aunque todavía no podamos conocer con detalle el alcance del perjuicio que la actuación de los socialistas está causando en el organismo provincial, lo que todo el mundo puede ver es que jamás algunos llegaron a tanto, ni la Diputación a menos. El último episodio de la deuda impagada a la compañía alemana Air Berlín no viene más que a sumarse a la lamentable secuencia de despropósitos y trapacerías urdidas por los responsables socialistas de Diputación con el único fin de procurar beneficios políticos, cuando no económicos, al partido, a destacados militantes, a afiliados, familiares o amigos.

Como todos ustedes saben, los responsables de la compañía aérea alemana han confirmado un dato que hace unos meses puso de manifiesto el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, cuando éste mantuvo algunos encuentros de trabajo con los empresarios alemanes para tratar de favorecer la llegada de turistas alemanes a Almería. En esas reuniones, los alemanes dijeron al alcalde que no iban a trabajar con ninguna institución provincial hasta que la Diputación saldase una deuda de 48.000 euros que tenía pendiente.

Cuando el alcalde manifestó este hecho, faltó tiempo para que los responsables políticos e incluso algún técnico, salieran a la palestra a decir que lo que decía nuestro alcalde era falso y no era más que un invento. Es más; llevados de esa prepotencia y arrogancia que caracteriza a los que se creen intocables, llegaron a despreciar a los responsables de la compañía aérea, asegurando que los alemanes desconocían la complejidad de los trámites administrativos de una institución tan seria y transparente como la Diputación.

Pues bien, cuando los alemanes se quejaron públicamente de la deuda que tenían con la Diputación, el señor Usero, tan buena persona como mal presidente, hubo de admitir que la deuda existía y que “se estaba tramitando”. Es decir, que la deuda no era un invento del alcalde. La deuda era real. Y lo más gracioso es que, veinticuatro horas después de las declaraciones del señor Usero, la deuda fue pagada rápidamente, a pesar de esos trámites tan respetuosos con la transparencia y la legalidad. Me pregunto, por cierto, si ese acelerón para satisfacer la deuda habrá salvaguardado los trámites y preceptos que los excelentes funcionarios de la Diputación mantienen o habrá sido una decisión política del equipo de desgobierno provincial.

Lo más grave de este asunto no es la cuantía de la deuda, sino la demostración de los usos y maneras de este grupo de nefastos gestores socialistas que han conducido a la Diputación Provincial a una situación de pérdida de prestigio y autoridad ética sin precedentes, o que los empresarios alemanes piensen, por culpa de estos irresponsables, que todos los almerienses somos igual de malos pagadores. Lo peor es que comprobamos una vez más que los socialistas van a dejar en la Diputación la huella de una gestión infame, marcada por el sectarismo y el tejemaneje político. Ahí queda para el bochorno colectivo el recuerdo de ese equipo de gobierno títere del PAL formado por tres tránsfugas, o el inolvidable escándalo de los asesores.

Al señor Usero le quedará el triste honor de haber sido probablemente el primer ciudadano español en contratar como asesor personal a personas que no le conocían a él personalmente. Esto, que parece un galimatías, se entiende fácilmente con una imagen gráfica: la del señor Usero sosteniendo un teléfono conectado con la sede del PSOE almeriense y diciendo, “señor, sí señor”. Me pregunto si una persona que ha acreditado semejante nivel de pulcritud institucional y respeto formal por las decisiones administrativas está legitimada para aspirar a cargos tan importantes como el de alcalde de la capital.

No sé qué pensarán ustedes, pero a mi me preocuparía tener como alcalde a alguien que ha consentido tantos disparates a su alrededor. Y es que el verdadero invento en Diputación ha sido sostener al señor Usero como presidente todo este tiempo.

Céspedes, Alvarito y Calavera

Macarena Ruiz Esquinas
La Opinión de Almería


Alvarito

Perversión, lujuria, tentaciones muy ocultas y secretos del más allá… un realismo fantaseado, cargado de grandes dosis de ironía y críticas sociales más que justificables. Empezamos con la comedia “Si vas pa la mar”, pasando por la casita de chocolate y los dulces niños Hansel y Gretel, siguiendo con las escenas de robos en el hogar y la importancia de que lo peor que te pueden quitar es la PlayStation, la pesadez de enseñar al mundo tu horrendo viaje de novios o la gran experiencia extraterrestre de ver a la Virgen, para que pares de darles golpes con el balón a su iglesia ¡pues ya estaba cansada la Virgen de tanto pelotazo para aparecerse!... Y así, más historias increíblemente místicas y de expediente X, envueltas en clave de humor, dieron vida nocturna en la elegante Sala Cibeles, ayer en Almería capital.


Céspedes

Un humor lleno de experiencias del día a día y demandas absurdas que la sociedad sueña… para aparentar que es feliz. Pensándolo bien, somos unos hipócritas -¿quién no lo es?- porque estamos todo el día y durante toda nuestra vida representando papeles. En realidad, somos muy buenos actores. Y los cómicos, como actores que son, saben muy bien captar las ideas y lo valores que transmite la sociedad. De ella cogen lo esencial y le dan forma de monólogo acompañado de grandes efectos especiales llamados creatividad.


Paco Calavera
De Paco Calavera resaltaría su maestría en transportarte fuera de la galaxia. Es impactante cómo entra y sale de un  personaje a otro y la seriedad con la que lo hace. Tiene duende para la interpretación.

Pepe Céspedes es muy sincero en sus papeles y muy natural. Cuando se sumerge en el papel, va al grano y juega bastante con el espacio del  escenario. Se desenvuelve muy bien, captando la atención del público. ¡Es fabuloso!
Y Alvarito tiene encanto. Se mete en la piel del cómico almeriense cien por cien, y lo vive. A los papeles les da carisma.
Son estilos diferentes, que trabajando en equipo ¡hay química! En realidad, en esta época que vivimos, hacer reír a la gente es imprescindible. Pero más mágico e importante es dibujar en las personas una sonrisa.
¡De aquí al estrellato! Felicidades a los tres.

Organizaciones humanitarias denuncian las condiciones infrahumanas de los agricultores inmigrantes en el sur de España

Felicity Lawrence
Periodista de The Guardian

La periodista Felicity Lawrence ha escrito en The Guardian un amplio reportaje sobre la situación en la que viven los inmigrantes empleados en el campo almeriense. El reportaje ha sido tema de un amplio debate en la prensa provincial. A petición de numerosos lectores, publicamos un resumen del reportaje en cuestión.

La Costa andaluza es famosa por sus playas y turistas, pero justo detrás de ese aparente atractivo se cierne el mundo oculto de los invernaderos industriales, donde los inmigrantes africanos trabajan en condiciones extremas. La explotación de decenas de miles de inmigrantes empleados en el sector agrícola y que trabajan en el cultivo de verduras para la producción de ensaladas destinadas a la venta en supermercados británicos ha sido descubierta por una investigación realizada por el periódico The Guardian, que revela una industria que mueve en el Sur de España alrededor de dos mil millones de euros al año.

Organizaciones benéficas que han interactuado con muchos de estos trabajadores en situación irregular durante la campaña de recogida de este año, han denunciado abusos que responden a la definición oficial de esclavitud acuñada por la ONU. Algunos de los trabajadores se han visto privados de sus salarios a causa de las quejas formuladas en contra de unas condiciones que parecen haberse deteriorado aún más a raíz del colapso del boom inmobiliario español, que ha conducido a miles de inmigrantes en busca de trabajo del sector de la construcción al de la horticultura.

Conclusiones de la investigación realizada por The Guardian:

- Los trabajadores migrantes procedentes de África viven en chabolas hechas a base de cajas viejas y láminas de plástico, sin servicios sanitarios ni acceso a agua potable.

- Habitualmente, los salarios son inferiores a la mitad del salario mínimo legal.

- Los trabajadores sin papeles se ven amenazados con ser entregados a la policía si optan por quejarse de sus condiciones laborales.

- Acusaciones de la segregación impuesta por el acoso policial cuando estos trabajadores africanos se alejan fuera de las zonas de ubicación de los invernaderos y se adentran en las zonas turísticas.

La situación de los inmigrantes que trabajan en los campos de cultivo de tomate, pimiento, pepino y calabacín de Almería es tan desesperada que la Cruz Roja ha estado repartiendo comida gratis a miles de ellos. Su coordinador local describió las condiciones como "inhumanas". Anti-Slavery International dijo que las revelaciones de The Guardián son "profundamente preocupantes" e hizo referencia al "fantasma del estado de hecho que consiente la esclavitud en la Europa del siglo XXI".

Testimonios y experiencias personales de los inmigrantes

La historia de Muhammad es típica entre los miles de africanos que trabajan bajo el calor sofocante de los invernaderos de plástico. Llegó ilegalmente al sur de España desde Marruecos en 2004 para trabajar en los invernaderos, tras haber pagado más de mil euros a contrabandistas por facilitarle el trasbordo en un barco de pesca. Dice que en aquel entonces él podía ganar en torno a 30 euros por una jornada de trabajo de ocho horas. Ahora, sin embargo, si estás de suerte consigues 20 euros por una jornada completa.

El salario mínimo legal de un día de trabajo en la actualidad es superior a 44 euros, pero la reciente crisis económica ha generado un nuevo y dilatado excedente de mano de obra procedente de la inmigración desesperada por trabajar, lo que permite a los agricultores aprovechar para recortar los salarios.

La vivienda de Muhammad nos es más que una choza situada en la zona de invernaderos que desemboca en la localidad turística de Roquetas de Mar, en la costa almeriense. Está construida de forma rudimentaria con palets de madera que se emplean en el transporte de las cosechas y, como cubierta, aprovecha una capa de plástico viejo. No dispone de agua potable, ni vertederos, ni servicio de recogida de basuras.

Hay alrededor de 100 chozas como esta al lado de la de Muhammad. Los trabajos son esporádicos, y sin contratos de por medio; son para un día o para unas pocas horas. A veces, cuando él y sus compatriotas no han encontrado trabajo durante semanas, la comida empieza a faltar, a menos que la Cruz Roja haga reparto de un paquete de alimentos. "Vivimos como animales carroñeros. No hay trabajo, ni dinero, ni comida", dijo.

Jawara vino de Gambia en 2008 con otras 85 personas, escondidas en el cargamento de un pequeño barco pesquero. Se sentía afortunado de haber sobrevivido al trauma del viaje, pues algunos de sus compañeros a bordo se ahogaron o murieron en el mismo barco durante el trayecto. Puesto en libertad después de 40 días detenido, para ir a buscar trabajo, ahora vive con otras 10 personas de África Subsahariana en un terreno abandonado entre los invernaderos, cerca del mercado de la localidad almeriense de San Isidro.

Los hombres duermen en la parte que aún conserva lo que aparentemente es un techo. Se hacinan en tres habitaciones pequeñas mustias, con olor a humedad y comida rancia y con las paredes ennegrecidas por el camping-gas que utilizan para cocinar. El cuarto de baño es la dependencia externa de al lado, cuyo largo techo se ha desplomado y sus ladrillos reducidos a escombros. El salón es un sofá rescatado de la basura, apoyado sobre unas paredes rotas. No hay servicios sanitarios, y los hombres malviven entre el trabajo en los invernaderos de cultivo de tomate, la caridad y el reparto de alimentos de la Cruz Roja.

Jawara llegó a San Isidro para reunirse con su hermano y, tan solo tres meses después de su llegada, éste último murió a causa de problemas renales. Al carecer de papeles y documentación, temían ir al médico y no poder pagar los medicamentos. Su padre falleció también cuando él se había ausentado. Al igual que muchos de los entrevistados, Jawera habló de la vergüenza y lo indignante de sus condiciones, del racismo generalizado y lo poco que se les paga ahora en cualquier sitio. Rechazó ser grabado, por miedo a que, en su regreso a casa, su familia pudiera verle en semejantes condiciones.

Sang, también original de Gambia, se considera relativamente acomodado al compartir un cortijo abandonado con alrededor de otras 40 personas procedentes de África Occidental. Un agricultor local se lo alquila de manera ilegal, ya que si bien tiene un techo y electricidad, carece de agua corriente.

Además del alquiler, estos inmigrantes tienen que pagar 600 euros más al mes por un camión cisterna que les suministra agua en un viejo tanque colocado en el patio. Sang, que ha estado sustentando a cerca de 30 miembros de su familia en Gambia con su propio salario, también ha visto reducida su jornada laboral a unas pocas horas de trabajo en la recogida de la cosecha de verdura, debido a la fuerte recesión vivida este año.

Almería ha sido durante bastante tiempo una de las regiones más pobres y deprimidas de España, pero el auge del sector hortofrutícola desde finales de los ochenta ha contribuido a transformar la provincia, que se encuentra justo detrás de la Costa del Sol en cuando a desarrollo económico. A pesar de que los turistas británicos raramente son testigos de ello, a menos de dos kilómetros de los hoteles turísticos situados en las proximidades del mar, un vasto horizonte industrial de invernaderos de plástico se erige a lo largo de 400 kilómetros cuadrados de llanura costera.

El comercio de hortalizas cultivadas en la región cubre la demanda del Reino Unido para la producción de ensalada fresca durante todo el año, lo que mueve una suma por valor de dos mil millones de euros al año para la economía española, según declaraciones de José Ángel Aznar, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Almería. Casi todos los principales minoristas del norte de Europa, incluyendo los supermercados británicos, se surten de los cultivos de hortalizas que hay en la región cuando la temporada de recogida concluye en sus países de origen. Todos ellos compran en la subasta de las cooperativas a las que pertenecen los agricultores.

Sin embargo, el boom de los invernaderos sólo ha sido posible gracias a los inmigrantes. Los invernaderos han necesitado de una gran cantidad de mano de obra barata, flexible y dinámica, dispuesta a contratos temporales y despidos repentinos. El trabajo es irregular y difícil, y con temperaturas que alcanzan entre 40 ºC y 45ºC, resulta poco atractivo para la población local. Por lo tanto, la absorción de mano de obra procedente de la inmigración ha desembocado en un flujo de miles de trabajadores ilegales, mayoritariamente de Marruecos, pero también de Europa del este y del África subsahariana.

Las estimaciones del número total de empleados en el sector de los invernaderos son variables, pero Juan Carlos Checa, investigador de Antropología Social en la Universidad, sitúa la cifra de trabajadores migrantes entre los 80.000 y 90.000, hacia abril de 2010.

Spitou Mendy, quien fuera un inmigrante ilegal llegado de Senegal hasta que obtuvo sus papeles en una regularización, ahora ayuda a dirigir el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), un pequeño sindicato constituido por migrantes. Según él, el número ha aumentado a más de 100.000 debido a la recesión.

El Gobierno español permite a aquellos que puedan demostrar que han trabajado durante más de tres años solicitar la regularización y muchos lo han hecho, pero decenas de miles de personas aún se encuentran en Almería de forma ilegal, siendo vulnerables y fáciles de explotar. Unas condiciones que se han ido deteriorando progresivamente, haciéndose aún más terribles en estos últimos dos años, según Mendy.

Los agricultores argumentan que los supermercados han exprimido sus márgenes aún más que antes de la crisis, mientras que los costes derivados de los combustibles y fertilizantes han subido. No tienen más remedio que recortar los salarios, que es el único elemento de los costes de producción que ellos pueden controlar. Los agricultores tratan de emplear legalmente a los trabajadores, pero mantener la tasa de empleados adecuada a los niveles de producción hace difícil o, prácticamente, imposible competir en el mercado o obtener beneficios.

A ojos de Mendy, las condiciones son de esclavitud. "Usted no encuentra a los hijos de España en los invernaderos, sólo a los negros y a las personas de las antiguas colonias", dice. "Los agricultores sólo quieren una mano de obra no cualificada, maleable, que no cuesta absolutamente nada. Sólo una parte de la empresa se está beneficiando de todo esto. Es la agroindustria a gran escala la que gana. Son los capitalistas los que ganan. Mientras que la humanidad se ve sacrificada entre tanto. Se trata de la esclavitud en Europa. En la puerta de Europa, existe la esclavitud como si estuviéramos en el siglo XVI".

Cherif, que era profesor de francés y alemán en Senegal y ahora, si embargo, mantiene a dos hijos con los ingresos que obtiene de trabajar recogiendo tomates algunos días al mes, encuentra a los agricultores más que dispuestos a aprovecharse de los trabajadores ilegales. "Tienes que cerrar la boca acerca de las pésimas condiciones. Es muy, muy caluroso, sofocante, ni siquiera hay agua para beber y es agotador. Me pagan sólo entre 20 y 25 euros por día y no me siento libre. La policía me vigila si voy a los lugares considerados inapropiados".

Al igual que muchos con los que hemos conversado, Cherif es otro que ha sido víctima del abuso de los agricultores; en su caso, se topó con la negativa de un agricultor a pagarle por el trabajo que había hecho. "Un agricultor no quería pagarnos ni a mí ni a otro africano que trabajaba conmigo. Me debía 200 euros. Él otro hombre tuvo una pelea con él y consiguió su dinero, pero yo no quería pelear. Así que me estuve presentando en su casa todos los días durante dos meses hasta que me los dio, pero aun así me estafó por 5 euros".

Tensiones en la región

Las tensiones entre los migrantes y las comunidades locales han ido creciendo en los últimos meses. SOC teme una repetición de la violencia y los disturbios que se produjeron en el año 2000, en la ciudad hortofructícola de El Ejido. Mendy explicó que se habían visto signos de alerta en San Isidro el octubre pasado, cuando un agricultor fue asesinado en el almacén de su invernadero y, de inmediato, los vecinos de la localidad señalaron con el dedo a los migrantes. Miles protestaron en las calles después de su funeral, blandiendo pancartas racistas, asociando a los africanos con ovejas negras y diciendo: "Inmigrantes: comportaos o fuera de aquí". Más tarde trascendió a los medios que la policía estaba investigando los vínculos existentes entre los agricultores y la delincuencia organizada.

En todo caso, la mayoría de las veces las dos comunidades están totalmente segregadas. Los únicos negros que se pueden ver en las zonas turísticas son los pocos vendedores ambulantes que discurren por la playa comerciando baratijas, mientras que la mayoría de africanos y marroquíes viven aislados en los barrios pobres surgidos entre los invernaderos. Llegan de madrugada a los pueblos agrícolas, haciendo cola por las carreteras principales a la espera de conseguir un trabajo informal, pero es de esperar que luego acaben dispersándose. Varios de los entrevistados describen cómo son acosados por la policía cuando se desvían fuera de las zonas de invernadero al cabo de su llegada.

La hermana Purificación, o Puri, como se le conoce, es una de las cuatro monjas católicas de la orden de las Hermanas Misericordiosas de la Caridad que viven en San Isidro. Recordó cómo los primeros africanos negros habían llegado a la ciudad en 2002.

Los centros de detención en las Islas Canarias que recibían a los inmigrantes que llegaban ilegalmente en cayucos y barcazas procedentes de África estaban llenos en aquel entonces. Con el fin de procesar a los recién llegados, las autoridades españolas comenzaron a traladar a los que ya se encontraban allí a aeropuertos continentales, destinándolos en áreas donde hacía falta mano de obra. Se contrató a un conductor para trasladar a unos 30 africanos desde el aeropuerto de Madrid hasta el centro de San Isidro, con la instrucción de que abriera las puertas del autobús en la Plaza de Colonización, la plaza principal, y simplemente les dejara marchar. "Esa fue la primera vez que llegó aquí un grupo de africanos negros".

“El gobierno no les dio absolutamente nada; sin dinero, sin papeles, sin nada y desorientados, sólo les dijo que se marcharan. Nadie aquí sabía de dónde y cómo habían llegado. Las autoridades locales se lavaban las manos sencillamente. La gente del pueblo no quería saber nada al respecto. No teníamos ni idea de qué hacer”, explicó Puri.

Al final, las monjas condujeron a los hombres africanos a un invernadero en desuso. Otros que fueron llegando, comenzaron a construir chozas de cartón en la desvencijada y ruinosa estructura, hasta que más de 300 personas se habían hacinado, viviendo en un improvisado y pobre suburbio, sin servicios ni saneamiento alguno. "Las condiciones eran terribles, horribles, inhumanas", recordó Puri.

A medida que más y más iban llegando, las monjas comenzaron a preocuparse por los problemas sanitarios. Diagnosticaron casos de tuberculosis, sida y hepatitis entre los migrantes, pero sabían que no podían obtener ayuda médica adecuada. Así que empezaron a llevar a los enfermos de los terrenos abandonados a puntos próximos pero aislados del resto. "No teníamos los medios necesarios para atenderlos o proporcionarles medicamentos y cuidados. El gobierno no hacía prácticamente nada por ellos".

Al cabo del tiempo, en septiembre de 2005 se produjo un gran incendio. Cientos de africanos fueron expulsados de la "favela" puesto que los plásticos se habían quemado. El cuerpo de bomberos y la policía llegaron hasta el luegar, pero una vez que el fuego se había extinguido por completo se marcharon de nuevo y se negaron a cooperar, de acuerdo a Puri.

Las monjas utilizaban sus propios coches pequeños para comenzar a distribuir cerca de 300 hombres a los lugares en los que sabían que ya había otros inmigrantes refugiados -en antiguos cortijos y pozos subterráneos-. Pero hacia las 2 de la madrugada todavía había 120 hombres sin ningún lugar donde ir y se decidió que debían dormir en la plaza principal, acompañados de las monjas en busca de solidaridad. "Estuvimos allí tres días. La ciudad no hizo nada. El gobierno no hizo nada. Yo lloraba de rabia, impotencia e indignación", afirma Puri.

"Hubo cinco muertes de inmigrantes el año pasado aquí por accidentes de tráfico acaecidos por la noche", añadió Puri. "Hace unos 18 meses, un trabajador africano murió en uno de los invernaderos. Había caído en el tanque de agua y no podía salir. No hubo penalización alguna contra el empresario agricultor, ni investigación policial", nos dijo Puri. "Soy plenamente consciente de que lo que estamos haciendo no es una solución real. Pero saben que al menos, si están enfermos o desesperados, estamos aquí para tenderles la mano".

Las condiciones no se limitan sólo a la provincia de Almería. A medida que la campaña de recolección de la aceituna estaba a punto de comenzar, justo antes de la Navidad pasada, en la provincia de Jaén, miles de inmigrantes se trasladaron hasta allí tratando desesperadamente de encontrar trabajo. Sin dinero ni abrigo, la mayoría solo conseguía el alimento necesario para comer una vez al día en un centro gestionado por la Cruz Roja. Se les permitía permanecer en el centro durante tres días, pero luego tenían que abandonar. La mayoría dormía a la intemperie. Las personas con documentación podían solicitar un pase de autobús gratuito en el centro de la Cruz Roja todas las mañanas y dirigirse ellos mismos a los olivares para ofrecer su mano de obra.

La Cruz Roja en Jaén no devolvió nuestras llamadas, pero su coordinador en Almería, Francisco Vicente, dijo que estima que hay entre 15.000 y 20.000 inmigrantes sin hogar sólo en su provincia, de los cuales unos 5.000 viven en casas abandonadas y chabolas carentes de agua y electricidad. "Estas son las comunidades más `establecidas´ a las que al menos puede llegar la Cruz Roja. Pero los demás se extienden por toda la ciudad, para dormir cerca de los cajeros automáticos de los bancos o, simplemente, en las calles. Esto no es humano", añadió.

Mendy nos dijo que había una conspiración de silencio acerca de las condiciones. "Todo el mundo sabe que este sistema existe, esto es el neoliberalismo salvaje. Pero la gente ha cerrado sus oídos a este fenómeno inhumano".

Vicente coincide con él: "Esto está siendo ocultado, la gente no está interesada en hacer público lo que está ocurriendo. No me refiero sólo a los políticos. A veces es la propia sociedad -la gente-, la que no se manifiesta y denuncia la injusticia", dijo.

El Ministerio del Interior del gobierno español fue consultado sobre este asunto, pero no ofrecieron respuesta alguna, no respondieron a nuestras preguntas. El Director de Anti-Slavery International, Aidan McQuade, dijo: "La evidencias obtenidas por The Guardian sugieren que podríamos estar viendo el surgimiento de una nueva forma de esclavitud, algo profundamente inquietante".

El hecho de que las autoridades españolas hayan trasladado a los inmigrantes irregulares a las zonas del país donde se requiere mano de obra y también que los trabajadores inmigrantes vean recortados su salarios a la mitad del salario mínimo legal, además de ser amenazados con la deportación en caso de denunciar sus injustas condiciones de trabajo, establece un presunto caso de connivencia oficial en el tráfico de trabajadores inmigrantes hacia los terrenos agrícolas del sur de España.

Todo esto pone de relieve el espectro del estado de facto sancionando la esclavitud en la Europa del siglo XXI.

Palomares ha resultado barato

Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería

El Gobierno de Estados Unidos pagó cuatro veces más en indemnizaciones nucleares a 300 damnificados isleños de un atolón del Pacífico que a más 2.000 habitantes de Palomares y Villaricos. Aunque los hechos en ambos casos son muy diferentes, la desigual presión internacional hizo que la recompensa para los habitantes fuese también muy distinta.

En 1954, en plena Guerra Fría, Estados Unidos realizaba pruebas de explosión nuclear en el Pacífico. El viento llevó partículas radioactivas a los habitantes de Rogenlap, un atolón de las Islas Marshall en Micronesia. Los nativos fueron evacuados para recibir asistencia médica y algunos fallecieron tiempo después a consecuencia de las secuelas. Ese mismo año recibieron compensaciones por un importe de 950.000 euros -de los 9 millones que solicitaron- y el compromiso de más pagos periódicos que no han dejado de llegar para pruebas médicas y para construir infraestructuras hospitalarias y de servicios en la Isla, hasta 45 millones de euros.

En Palomares, los habitantes recibieron pagos individualizados por perjuicios a sus cosechas y actividades agrícolas y ganaderas que sumaron un importe total de 250.000 euros “con el compromiso de renuncia expresa a indemnizaciones futuras”, según un documento desclasificado por el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE).

Hasta diez años después del siniestro, se habían pagado 532 reclamaciones de las cerca de 700 presentadas, incluida la demanda interpuesta por el pescador Francisco Simó Orts que exigía 300 millones de las antiguas pesetas por haber colaborado en la recuperación de una bomba. Sólo recibió 2.200 euros.

A eso hay que unir una media de 100.000 euros anuales por la colaboración del Departamento de Salud e Investigación Ambiental norteamericano con el Ciemat español en los programas de seguimiento médico a la población. Si se tiene en cuenta que decidieron dejar de prestar también esta colaboración en 2009, el coste total del accidente de 1966 no llega a 4,5 millones de euros, probablemente el daño más barato para USA en los que la energía atómica ha estado de por medio.

El propio senador norteamericano Gaylord Nelson, en una comunicación interna dirigida al presidente de la Cámara de Representantes de las Islas Marshall, fechada el 28 de febrero de 1974 se jacta de que “en otro accidente nuclear ocurrido en España en 1966, las indemnizaciones pagadas a los nativos no llegaron al millón de dólares, a pesar de que los esfuerzos por descontaminación y búsqueda de una bomba costaron 15 millones de dólares”.

Otro documento del archivo desclasificado del DOE recuerda que para la fecha del accidente de Palomares estaba vigente “la ley auspiciada por la Comisión de Energía Atómica que establece que la Comisión puede indemnizar a contratistas y población civil por accidentes nucleares producidos fuera de Estados Unidos por valor de hasta 100 millones de dólares”.

A eso se añade que en la Convención de Viena de Responsabilidad Civil por Daños Nucleares celebrada en1963 -en vigor cuando chocó el B-52 y su nodriza- aprobó un documento que en su artículo V dice “el propietario de la instalación (armamento) podrá limitar el importe de la responsabilidad civil a una suma no inferior a cinco millones de dólares por cada accidente nuclear”.

El Gobierno de Franco barajó emprender una reclamación por vía judicial como explica en otra carta dirigida a las autoridades de Islas Marshall el senador Nelson: “El Gobierno español ha retenido una reclamación judicial por daños que puede expirar en los próximos años”.

En todos los accidentes nucleares provocados por EEUU -Groenlandia, Palomares, Roky Flats (Colorado), Nevada y Micronesia- el del Levante almeriense, denominado después ‘Proyecto Indalo’, ha sido el menos oneroso para su hacienda, a tenor de los documentos desclasificados por su propia ley de Libertad de Información (FOIA).
(www.lavozdealmeria.es)

La campaña de lavado de imagen en la política agrícola almeriense

Sindicato de Obreros del Campo
 
Almería vive estos días una profunda aunque sutil campaña de renovación de su imagen tras décadas de explotación de mano de obra inmigrante. Para evitar el malfamamiento que produce el periodismo de investigación que cada cierto tiempo se realiza en Almería, una tierra donde históricamente, y más aún con la globalización, el conflicto social está muy presente, las autoridades políticas, económicas e informativas están desarrollando algo que aparenta ser, por las coincidencias en el tiempo, un lavado de imagen, o bien una sinergia a la defensiva.
 
«La imagen mediática de los inmigrantes está condicionada por un proceso de intensificación de las informaciones negativas basado en la caracterización de la inmigración como un problema (de índole social, cultural, política y económica) y su asociación con contextos de delincuencia.» Eran palabras incluidas por el investigador Mario de la Fuente en su tesina sobre los medios en Almería (2005).

Probablemente conozcan la polémica que ha desatado el periódico británico The Guardian, cuando publicó un reportaje de denuncia de las condiciones de esclavitud en que trabajan y malviven miles de inmigrantes en los invernaderos de Almería, el pasado 7 de febrero. Tras este reportaje, el Foro Social de Almería, o el Sindicato de Obreros del Campo, entre otras entidades, está trabajando muy duramente en denunciar esta campaña que ya es histórica, y que pretende mantener las condiciones de explotación e injusticia social que viven los inmigrantes en esta tierra.

El periódico La Voz de Almería, días después de la publicación de The Guardian, se apresuró en contradecir al medio británico con argumentos ambiguos, pero rentables.

La Voz afirma que :
«La prensa británica habla de ensaladas aliñadas bajo un sistema de esclavitud, y The Guardian critica que los supermercados ingleses se nutran de las verduras almerienses».
Asimismo, apunta que se trata de «un nuevo ataque contra la agricultura almeriense».

"Señalan con dedo acusador al Sindicato de Obreros del Campo, a la Cruz Roja, y a todo el que expresa lo que cualquiera que no tenga ceguera interesada puede ver» critican desde el Foro Social.

La Voz continúa así:
«Este reportaje, que se autodenomina como de investigación, no recurre para contrastar la información ni a las organizaciones agrarias, ni a las empresariales ni a la Interprofesional ni a ningún otro agente ni interlocutor del campo almeriense».
Ante esta afirmación tan contundente, Federico Pacheco, responsable del SOC, nos ha comentado algunas cuestiones:

¿Hay que preguntar “a empresarios, a la interprofesional, o a otros agentes interlocutores del campo almeriense” ,como afirma La Voz, para la investigación realizada por The Guardian?

Nos consta de que la periodista de The Guardian ha visitado Almería en diversas ocasiones, se ha documentado sobre el fenómeno de la agricultura en nuestra provincia, ha contactado con diversas organizaciones y personas, y ha realizado visitas a invernaderos, almacenes, alojamientos de trabajadores y sitios de reunión. Desde el SOC le hemos dado nuestra visión de la situación, le hemos facilitado la documentación y estadísticas correspondientes, y la hemos llevado para que personalmente conozca la realidad laboral que denunciamos constantemente. Nos parece muy importante que en un periódico de esta importancia se haya reflejado la voz de los mismos jornaleros agrícolas, de sus organizaciones sindicales y de apoyo, así como de investigadores independientes de la universidad. Y esto es así porque en Almería es muy difícil, o imposible, que los medios locales se hagan eco de noticias, denuncias u opiniones que alumbren la mínima duda sobre el “modelo” agroindustrial en que se basa la economía local, sea por temas de explotación laboral o racismo, como de daños medioambientales o sobre la insostenibilidad del mismo a largo plazo.

Tanto los empresarios como la administración, los banqueros y los distribuidores tienen mucho que decir sobre la situación de los trabajadores rurales en Almería, y han podido hacerlo en la mayor parte de los reportajes y notas que se han hecho sobre el tema.

La campaña de La Voz de Almería pone de manifiesto que tienen a su alcance todos los medios posibles para sostener sus análisis y negar, como siempre han hecho, de que exista una situación generalizada de incumplimiento de las leyes y convenciones colectivas. La presión mediática y política es tal que entre la población es casi un tabú poner en cuestionamiento el “modelo”. Si no lo creemos, leamos detenidamente en “La Voz” las opiniones de los periodistas que dirigen los principales medios de comunicación de la provincia, cierran filas de una manera vergonzosa en defensa del poder económico que les da de comer y sólo se permiten atisbar algunas críticas de manera suave o indirecta. Dejamos a salvo el caso de Teleprensa, prácticamente el único medio que siempre ha mantenido una posición independiente y ha publicado todo cuanto se le ha enviado sobre la situación de los trabajadores inmigrantes.

Si realmente no hay incumplimientos ni explotación, ¿porqué se niegan sistemáticamente a dejarnos entrar en sus fincas, a que se nombren delegados independientes entre los trabajadores, o a que se exijan controles sociales públicos y participativos en todas las empresas?. Esperamos que si tanta indignación tiene algo de sincera se llegue hasta el final y abran sus puertas al diálogo y a la transparencia.

¿Piensan desde el SOC que la ciudadanía puede sentir esta información de The Guardian como “un ataque”, como afirma La Voz? En cualquier caso, ¿un ataque a la economía productiva? ¿Con qué fin?

Como decíamos más arriba existe una enorme presión comunicativa y social entre la población local, a fin de garantizar la defensa del modelo agroindustrial. Y cada vez que se escucha alguna crítica se exacerban los sentimientos “nacionalistas” en una clara maniobra demagógica muy bien estudiada y enormemente eficaz. Si nos detenemos a leer los comentarios de muchas personas en los diversos artículos que aparecen en internet nos daremos cuenta de hasta donde se puede llegar. Y esta estrategia de victimización frente a “ataques interesados” de mercados extranjeros o ante “la inseguridad” creada por la presencia de inmigrantes, que a su vez “acaparan” el trabajo y los recursos sociales, puede convertirse en un arma peligrosa, que ya ha derivado en acciones violentas y hasta estallidos colectivos como el de El Ejido en el año 2000.

Ya en 2007, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), en el periódico El País difundió que el reportaje La ley del beneficio poseía “testimonios tergiversados para desprestigiar a los empresarios”. ¿Esto es así de directo? ¿Cree que un inmigrante nunca es una fuente de peso para los grandes medios?

Evidentemente, y siempre funciona así en la agro-industria, el jornalero es el trabajador más marginalizado, extranjero por naturaleza, aún en su propio país, y chivo expiatorio de todos los males sociales. Sin explotación de una mano de obra barata, maleable y sumisa no puede jamás funcionar un sistema de agricultura industrial que consuma insumos caros, venda barato y deje beneficios elevados a los sectores que lo controlan. Por ello, es un elemento estructural de este sistema la desacreditación permanente del explotado, de sus organizaciones y de sus apoyos. ¿Qué valía para los gobiernos y la opinión pública de las élites la palabra de un esclavo, de un siervo de la gleba o de un proletario de la revolución industrial?, lo mismo que la de un jornalero. Nos entristece que organizaciones agrícolas que también participan en Vía Campesina entren en este juego sucio y contradictorio, que a la larga también les perjudicará gravemente.

La Voz señala que es el enésimo ataque que recibe la agricultura almeriense. ¿Cuáles fueron los otros ocho?

Como decíamos, el sistema de victimización frente a “malévolos conspiradores” siempre les ha funcionado por lo que lo han repetido cada vez que un artículo de prensa, un informe oficial o un documental (siempre de fuera de Almería) se encargó de mostrar esa parte de la realidad que tanto les disgusta.

Es importante que haya un efecto económico porque el dinero es el único lenguaje que entienden los grandes agro-negociantes y distribuidores, y al menos permite que el tema salga a la luz y alguna gente honesta pierda el miedo y proponga nuevas alternativas. Pero no nos engañemos, los grandes siempre hacen beneficios, son ellos los que producen en otros países y son ellos los que comercializan todo lo que hay en el mercado, quien verdaderamente pierde es el pequeño productor y el insumo sobre el que descarga las presiones: el jornalero. Por eso desde el SOC no hemos llamado nunca al boicot de los productos de Almería. Esto sería hacerle el juego a productores agro-industriales de otros países europeos, del Magreb, Turquía o de Israel, en donde se explota y perjudica aún más, si cabe, al trabajador agrícola y al medioambiente.

Pero podemos citar algunos “ataques” importantes como el documental de Greenpeace de Alemania presentado durante la feria de Berlín de 2007 o la película “La Ley del Beneficio“, atacada y censurada en la provincia. Aunque sin duda el mayor “ataque” al modelo almeriense fue el Informe que una comisión independiente organizada desde el Foro Cívico Europeo se atrevió a publicar sobre los sucesos racistas de El Ejido 2000, hechos vandálicos que se cubrieron con un manto de vergonzosa impunidad, con la complicidad de amplios sectores sociales y políticos de Almería, y que sirvieron eficazmente a la desarticulación del movimiento asociativo de inmigrantes y jornalero de Almería y a la criminalización de quien saliera a defender lo “indefendible”.

28-F: Almería en esencia

Pedro Ruiz
Candidato del PA a la alcaldía de Almería

Hace unos años, en la conmemoración del 28 de Febrero en la Delegación del Gobierno Andaluz, se repartió entre los asistentes una tarjeta con el programa de actos a un lado, y al otro, el himno de Andalucía. Resultó que la letra no era la oficial, y que donde debía poner “por España”, se leía “por los Pueblos”, cosa que, sinceramente, como nacionalistas nos agradó, pero que deja en evidencia que quien debió revisar aquello o no lo hizo o -lo que es peor- no tenía ni idea de qué dice la letra.

Eso podría ser una anécdota, a la que podría sumarse la de celebrar el día 28 cualquier día que no sea el 28, y buscando siempre que sea un día laboral que no permita acudir al acto a quienes trabajan. Es cierto que no sabemos si irán más o menos, pero lo que está claro es que quienes querrían acudir al izado de nuestra bandera nacional no puede hacerlo por estar trabajando.

Otra anécdota es que ese día todo quede reducido a repartir unas banderas, unas subvenciones, y a aguantar discursos que dibujan una Andalucía y una Almería absolutamente fuera de la realidad.

Almería es una esencia de Andalucía, y no sólo por ser Almería la cuna de la bandera o de la guitarra. Lo es porque fue uno de los últimos reductos de refugio de los andaluces que huían de la invasión castellana, porque fue el lugar desde donde el último emir andalusí tuvo que dejar su patria y exiliarse, o por ser tierra de emigración, o por ser, en definitiva, no tan andaluza como la que más, si no a veces, más que algunas. ¿O qué es, sino esencia de Andalucía, aquel dúo irrepetible del almeriense Tomatito y el gaditano Camarón?

Pero como esto no es una carrera, en lo que Almería es un ejemplo lo que ocurre, es que nuestros políticos la sacrifican con tal de ganar puntos para irse a Sevilla; como los andaluces hacen méritos para sentarse en un escaño en Madrid.

Así no hay vergüenza en seguir tragando con retrasos en infraestructuras vitales, seguir con engaños tales como el famoso, y ya olvidado, Plan Almería, o la “lluvia de millones” que iban a llegar gracias a que el consejo de Gobierno se reunía en nuestra provincia un día... y así con todo.

Lo lamentable es que unos y otros, el PP y el PSOE, son dos caras de la misma moneda, y que cuando a cada cual le toca, sacrifica a Andalucía o Almería si hace falta para lograr sus intereses. Ambos partidos saben que por el número de votos que aporta Andalucía, es fundamental ganar en nuestra nacion para alcanzar La Moncloa. Y ambos saben que Almería es fundamental para ganar en Sevilla, ya que los socialistas intentarán que el PP no rebase su situación actual, y el PP superarla para compensar lo que no gana en otras provincias. Ninguno de los dos cree en la autonomía -ni en la nuestra ni en ninguna otra-, y por eso han sustituido el centralismo de Madrid por el de Sevilla, con el agravante de que así nos dividen a los andaluces. Y esa fuerza electoral que somos, quedaría reducida a nada.

Ahí en medio estamos nosotros, los almerienses, los andaluces, necesitados de hacer nuestro propio camino, un camino que sólo puede ser por la izquierda, por la solidaridad, por el esfuerzo, por el trabajo, por todos aquellos valores que nos han descrito durante siglos y siglos, por Blas Infante y su legado, … y de los que el PSOE nos ha ido desnudando en treinta años.

En una reciente encuesta de la Junta de Andalucía, el ocho por ciento de los andaluces creía que el Partido Andalucista es el que mejor defiende los intereses de nuestra nación después del PSOE y el PP y por delante de IU. Por eso es que frente a esos discursos engolado y falsos, nosotros reivindicamos la Almería real que necesita soluciones reales, y que de eso es de lo que hay que hablar en el 28 de Febrero, y no convertirlo en un día de feria.

En defensa de la autonomía andaluza

Pedro Molina
Rector de la Universidad de Almería
 
Hemos tenido el privilegio de contar estos días en la Universidad de Almería con el testimonio de personalidades que son parte viva y fundamental de nuestra Historia reciente y ha sido muy emocionante escuchar a un político de la talla de Rafael Escuredo -a quien los andaluces nunca estaremos lo suficientemente agradecidos por el papel que desempeñó en aquellos años trascendentales para nuestra Comunidad Autónoma-, decir que la Cátedra de Estudios sobre Andalucía de la Universidad de Almería que llevará su nombre, es el mejor regalo que le han hecho nunca. Sinceramente, me resultó muy emotivo escuchar esas palabras de agradecimiento de un político tan importante y decisivo para nuestra tierra y que, sin embargo, nunca ha querido arrogarse el protagonismo de la consecución, hace treinta años, del Estatuto de Autonomía para el pueblo andaluz.

Al preguntarnos qué ha significado el Estatuto de Autonomía y de qué forma ha influido el desarrollo autonómico en la evolución de nuestra Comunidad, hay que responder ante todo que, como fruto de la Constitución y del consenso que presidió la transición a la democracia, el texto estatutario ha sido la base y el punto de partida de un largo período de estabilidad y crecimiento, de diálogo y de colaboración, propiciando así una abundante cosecha de beneficios políticos, económicos, sociales y culturales.
 
La construcción de Andalucía como Comunidad Autónoma ha sido la expresión de un proceso reivindicativo en el que se mezclaron las exigencias de carácter político para crear una comunidad igual a Cataluña o el País Vasco, a las de carácter social, donde la principal apelación siempre fue la igualdad y la solidaridad. Hoy disfrutamos de más bienestar, de más calidad de vida y tenemos más oportunidades y por ello mismo debemos identificar la autonomía con democracia, libertad e igualdad y también como señal de progreso, desarrollo económico, social y cultural.
 
Para los andaluces, uno de los principales éxitos conseguidos por la autonomía ha sido el reforzamiento de nuestra autoestima como pueblo. Uno de los ejemplos lo encontramos en el crecimiento exponencial que han experimentad las universidades andaluzas, que en nada se parecen a las de hace 30 años. Hoy Andalucía cuenta con diez universidades públicas, más de 14.000 alumnos cursan alguno de los 329 Grados y hay 215.822 que realizan estudios de Primer y Segundo ciclo. Casi 13.000 están cursando en la actualidad Másteres oficiales y 10.000 realizan estudios de Doctorado. La pregunta que debemos hacernos es si esas cifras se habrían logrado sin el apoyo expreso de un Gobierno autonómico. La respuesta, creo, es muy evidente.

La Andalucía que viene

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador Pérez
Alcalde de Almería

La celebración cada 28 de Febrero del Día de Andalucía nos brinda una excelente ocasión para reflexionar sobre lo que significa ser andaluz y qué es lo que podemos hacer para que Andalucía se proyecte en el conjunto de la nación española como una comunidad próspera y cargada de futuro. Para ello, creo que debemos conocer bien lo que representa Andalucía: la singular riqueza de su patrimonio monumental e histórico y la variedad de sus paisajes naturales; su decisiva aportación a la cultura española y europea; el profundo arraigo de sus costumbres y tradiciones populares; el ingenio y la creatividad de sus gentes; la pasión por vivir y la facilidad para convivir de esta sociedad, honrosa heredera de las principales civilizaciones antiguas del Mediterráneo.

Este cúmulo de experiencias y sabidurías ha enriquecido el pasado y el presente de Andalucía. No en vano, el próximo año conmemoraremos el Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812, un documento clave para entender no sólo la historia moderna española, sino para establecer un punto de partida del constitucionalismo moderno a los dos lados del Atlántico. En la concepción y articulación de ese texto, Andalucía y los andaluces tuvieron un peso determinante. Del mismo modo, durante el último cuarto del siglo pasado, Andalucía ha sabido elaborar proyectos innovadores que han favorecido la dinamización de su economía y su cohesión social, sin perder sus señas de identidad ni su firme voluntad de asumir los compromisos que su peso demográfico, geográfico y económico conllevan en pro del conjunto de los españoles. Y creo que es hacia este horizonte hacia donde debemos dirigir todas las miradas.

Ocho millones de andaluces nos encontramos en el arranque del siglo XXI, en un momento que es, a la vez, delicado por la situación de crisis económica y desempleo que afecta ya a más de un millón de andaluces, pero que también resulta ilusionante porque estoy seguro de que todos ustedes comparten mi convencimiento sobre la capacidad de los andaluces para poder superar esta coyuntura desfavorable y poder poner al servicio del futuro colectivo las enormes potencialidades de Andalucía.

Pero no podemos ocultar los problemas y retrasos que todavía arrastran algunas zonas de Andalucía, y de modo muy especial Almería. Baste señalar el dato de que nuestras ocho provincias aún no están totalmente conectadas por autovía. Si añadimos a eso los desequilibrios en transporte ferroviario y la escasez de transporte aéreo, seguiríamos hablando de la Andalucía de 2011. Y si hablamos de la comunidad con los mayores índices de paro y fracaso escolar, también estaríamos hablando de Andalucía.

Estoy convencido de que el futuro de Andalucía tiene una cita muy importante el próximo mes de mayo. Y el futuro no sale a buscar a aquel que se sienta a esperarlo. El futuro es algo que se conquista con trabajo, con constancia, con unidad de propósito, con determinación, y con liderazgo. En los últimos años la ciudad de Almería ha dado un paso de gigante en su transformación política, económica, social y cultural. Esa transformación de nuestra ciudad nos enorgullece a todos.  Pero esa transformación no es un punto de llegada. No lo es nunca. Por eso, me siento orgulloso de afrontar el reto de seguir diseñando desde la alcaldía el futuro que queremos para Almería y también para el resto de Andalucía.

Desde Almería, queremos convocar a todos los andaluces a una tarea marcada por el compromiso, la dignidad y la transparencia. Por la necesaria renovación y por la lógica necesidad del cambio político como impulso necesario para mejorar nuestra comunidad.