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Joaquín Berenguel: “No hay arte sin humanidad”

Antonio Torres
Periodista

Joaquín Berenguel es pintor, artista multidisciplinar y director del Laboratorio Artístico Arlequín donde destaca su sello antropológico. Es uno de los artistas más jóvenes del panorama pictórico de Almería. Formado en Bellas Artes y en el máster de Gestión y Producción Artística en la Universidad de Murcia, fundó en 2022 “Arlequín Lab de Almería”, un espacio dedicado a la formación y experimentación plástica en el barrio de Villa Blanca. “Abrí mi taller para compartir mis conocimientos”, dice. La pasión por la pintura le viene desde cuando pintaba pasos pequeñitos de Semana Santa, figurillas desde su más tierna infancia. A los 18 años ya enfocó la carrera en Murcia y el máster sobre Gestión y Producción artística donde recibió un espaldarazo profesional para iniciar su propio futuro con paso firme, autónomo, en unos momentos actuales donde se exige especialización ante el reto de la inteligencia artificial (IA) que por el momento contribuye a la desinformación. Es una herramienta en la que los expertos auguran se utilizará para establecer situaciones de bienestar como ya se aplicar en medicina y en otros ámbitos. “No hay arte sin humanidad. La IA es la materia y nosotros somos los que damos las pautas y la transformamos. Estamos aprendiendo a experimentar y no sé a dónde la IA nos llevará”.

Joaquín Berenguel / Loa

Joaquín Berenguel (Barrio de San Luis, Almería, 1993), hijo de empleado de papelería y de propietaria de una tienda de bolsos, es una persona estilosa porque capta la atención al instante. Combina pintura, performance, arte sonoro y audiovisual para abordar identidad, espiritualidad, tecnología y la visibilidad de colectivos marginalizados. Ha presentado exposiciones individuales como Est@_Soy_Yo (2019) y Crónica No Oficial (2020) o Intento Fallido (2025). “Este trabajo es la búsqueda de lo intangible: querer retener lo que se escapa. Cada obra es un gesto que reconoce su propio límite, la imposibilidad de fijar el presente, de borrar lo vivido, de comprender del todo al otro, y, sin embargo, insiste”. Ha participado en muestras colectivas en Espacio AB9, en el Centro Párraga o en la Fundación Pedro Cano.

Sus maestros y referentes están en las figuras de Antonio López y el artista Manuel Páez, profesor en la facultad de Bellas Artes de Murcia. De Almería se queda con la luz de La Chanca, impregnada en los trabajos de Jesús de Perceval y confiesa que le impresionó El coro desnudo, gran lienzo pintado por Andrés García Ibáñez del que se considera admirador. Dice Antonio Muñoz Molina que la pintura lleva existiendo desde hace al menos 40.000 años y que no ha muerto, pese a los agoreros. “Así que no es muy probable que vaya a desaparecer de un día para otro, igual que no desaparecen los poemas y las historias que la gente se cuenta, o las músicas que comparte. El oro del arte y de la literatura no es un privilegio de especuladores y gurús: está hecho del fervor del espíritu y del oficio entregado de quienes lo crean, y del instinto democrático por la verdad y la belleza que late en cada uno de nosotros”. La humildad y el talento de Berenguel se pone de manifiesto en sus clases. “La clave es ser humano, querer a todos por igual y sacar lo mejor de cada uno de ellos”.  

Berenguel seleccionado como Embajador Cultural de España en 2024, proyecto europeo New Inherit que culmina estos días. Desarrolla proyectos performativos en Centro Párraga, La Juan Gallery y en el Auditorio Maestro Padilla, y colabora con colectivos y asociaciones como A Toda Vela o ANDA. Actualmente imparte talleres en Arlequín Lab y trabaja en una nueva serie artística multidisciplinar que verá la luz en 2026. 

La primera edición de la Feria de Arte de Almería ALMA Mediterranean Art, impulsada por el pintor Francisco Rodríguez, expolicía nacional, natural de Gádor, concluyó con un rotundo éxito, superando todas las expectativas iniciales y consolidando a la ciudad como referente artístico en el Mediterráneo.  Celebrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos Cabo de Gata-Ciudad de Almería, la cita contó con Joaquín Berenguel. Reconoce que a los artistas emergentes les cuesta más. “Siempre hablo con los alumnos sobre el individualismo, una brecha generacional. Creo que en el ámbito de expositores y acuarelas, he sido el más joven con mis 32 años. Me duele que no haya espacio para la gente joven”. Hubo más de 4.000 visitantes y 250 artistas de 24 países, convirtiéndose en uno de los grandes hitos culturales del año. Apoyado por el Ayuntamiento de Almería, tuvo como eje temático el agua y su huella en la memoria cultural de la ciudad, un hilo conductor que inspiró exposiciones, concursos y actividades. El concejal de Turismo, Comunicaciones y Promoción de la Ciudad, Joaquín Pérez de la Blanca, destacó que el congreso aporta una categoría distinta a los que se celebran habitualmente, logrando que el público disfrute y viva el arte de una manera única. La feria contó con la participación de 14 artistas internacionales de prestigio, que impartieron masterclass a 130 alumnos, además de un completo programa de concursos que atrajo a 500 participantes. Las obras finalistas del Certamen Internacional de Acuarela podrán visitarse en el Auditorio Maestro Padilla hasta el 7 de enero. El Museo de Arte Doña Pakyta acoge, además, hasta el 31 de enero, una exposición con la totalidad de las piezas exhibidas en el Palacio de Congresos.

Joaquín Berenguel fue protagonista en el Festival Internacional de Cine de Almería del pasado año cuando plasmó las huellas del actor hispano cubano William Levy. El pintor le explicó a Evaristo Martínez que no cobró ese encargo municipal y  a esa obra la denominó El arte se paga.

La Navidad almeriense: una tradición musical que late en la ciudad

Julio
Picón López

En Almería, la Navidad no es solo luces, escaparates, belenes o villancicos industriales; es también un latido profundo que recorre plazas, museos y templos. Es la música que nos conecta con los recuerdos de la infancia, con los pueblos de la provincia y con la memoria de quienes, durante generaciones, hicieron de estas fechas una celebración de comunidad, fe y tradición. Es la música —esa música nuestra, heredada, áspera y hermosa— la que nos vincula con quienes nos precedieron.

Concierto de la Cuadrilla de Ánimas El Saliente en el Museo Doña Pakita en 2019 / Loa

Porque la Navidad almeriense no se entiende sin los aguilandos, las cuadrillas de ánimas, los trovos, las seguidillas, las parrandas, las jotas, los fandangos o las auroras. Melodías que formaron durante siglos la banda sonora de las Pascuas en nuestra tierra y que parecían destinadas a silenciarse, pero que distintas iniciativas —públicas y ciudadanas— han ido devolviendo a la vida. Entre ellas, los conciertos impulsados por Acción por Almería desde mediados de la pasada década y, más recientemente, el Grupo Municipal de Folclore Virgen del Mar. En Alcolea, el Grupo Zaharagüi mantiene viva esta tradición con breves conciertos.

Las Cuadrillas de Ánimas: origen y tradición

En el sureste español —y por supuesto en Almería— existieron desde al menos el siglo XVII las Cuadrillas de Ánimas, agrupaciones de músicos de cuerda vinculadas a las Hermandades de Ánimas. Su misión era humilde y esencial: el entierro de los pobres y la aplicación de misas por su eterno descanso. Para financiarlo, dependían de las limosnas que recaudaban durante la Navidad y la Pascua, cuando recorrían casas, calles y cortijos cantando.

Al frente marchaba un mayordomo y un guión o cantor, que entonaba las coplas mientras la cuadrilla repetía los dos últimos versos. Estos aguilandos o coplas de Ánimas, acompañados por guitarras, bandurrias, panderetas y percusión, componían un sonido inconfundible. Hasta los años cuarenta del siglo pasado existieron cuadrillas incluso en la capital, como las de La Cañada de San Urbano y Los Molinos.

Hoy subsisten con fuerza en Los Vélez, Oria, Albanchez, Laujar, Fondón o Abla. Verdaderos bastiones de una tradición que testimonia nuestra identidad colectiva. Estas expresiones musicales son memoria viva, y el interés renovado por ellas demuestra que la Navidad almeriense no solo se contempla: se escucha y se siente.

Rescatando la tradición: Acción por Almería y los primeros conciertos

El año 2015 marcó el renacer contemporáneo. El 18 de diciembre, Acción por Almería organizó un concierto gratuito en la Plaza de las Velas, junto al árbol de Navidad. Guitarras, bandurrias y panderetas se mezclaron con las voces de cuadrillas de la provincia que interpretaron aguilandos, auroras, parrandas y seguidillas. La plaza se llenó de curiosos y de almerienses que intuían que aquella música formaba parte de su memoria más profunda. La Navidad almeriense recuperaba su propia voz.

En 2016, la iniciativa se trasladó al corazón de la ciudad, instalándose en la Plaza Marqués de Heredia. Música y baile tradicional llenaron el centro con malagueñas, trovos y fandangos que devolvieron a los almerienses la esencia de unas Pascuas auténticas. El público respondió: la gente quería escuchar su música, reconocer sus raíces y sentirse parte de una historia compartida.

Doña Pakyta: un museo que escuchaba villancicos

En 2017, el Museo de Arte Doña Pakyta acogió la tercera edición de “Nuestras Pascuas Almerienses”. Fue un acierto absoluto. Cuadrillas de ánimas y aguilanderos interpretaron jotas, malagueñas, parrandas y coplas trovadas, llenando las salas de un ambiente tan cálido como histórico. El museo se quedó pequeño: gente en los pasillos, en la escalera, en la antesala. Era evidente que Almería quería escuchar aquello.

El objetivo era “llevar a la capital algo que en muchos pueblos aún se vive”, y se cumplió. Las melodías antiguas resonaron con fuerza en un espacio que parecía hecho para ellas.

La iniciativa se repitió en 2018 y 2019, consolidando al Museo Doña Pakyta como un escenario de memoria musical. Incluso fue necesario retransmitir el concierto por streaming ante la gran afluencia de público. La tradición ya no era un recuerdo marginal: había vuelto al corazón cultural de la ciudad.

Silencio y renacer: la Misa de Aguilandos de 2022 y 2023

Las restricciones sanitarias impidieron la celebración de conciertos en 2020 y 2021. Las plazas quedaron en silencio, pero el silencio no apagó la tradición: solo aguardó, esperando el momento de volver a sonar.

En 2022, la ciudad recuperó su Navidad más auténtica. La Catedral de la Encarnación y el Ayuntamiento de Almería organizaron una Misa de Aguilandos acompañada de pasacalles. La Cuadrilla del Saliente llevó por el entorno del templo, trovos, fandangos y aguilandos que recordaron que estas tradiciones no pertenecen solo a los pueblos: también laten en la ciudad. Fue un acto solemne y profundamente almeriense, un puente entre el pasado y la vida contemporánea.

En 2023, esa senda iniciada el año anterior tuvo continuidad. En la víspera de la Navidad, volvió a celebrarse la Misa de Aguilandos en la Catedral y, a su término, una cuadrilla de aguilanderos devolvió a la plaza los cantes tradicionales

Villancicos y folclore en la Plaza de las Velas: 2024

En 2024, el Grupo Municipal de Folclore Virgen del Mar ofreció un concierto navideño en la Plaza de las Velas. La ciudad escuchó piezas de toda la provincia —de Los Vélez a Alcolea, Bayárcal o el Cabo de Gata— que componían un mapa musical de Almería. “Cantos de Aguilandos”, “Los ángeles por los aires”, “Campanilleros del Cabo de Gata” o “Despertar de la aurora” resonaron como fragmentos de la propia historia regional, que el público recibió con calidez, demostrando que la música tradicional sigue emocionando.

2025: un nuevo concierto para mantener viva la herencia

El 21 de diciembre de 2025, la ciudad volverá a escuchar esa música. El Grupo Municipal de Folclore Virgen del Mar regresará a la Plaza de las Velas con villancicos y repertorio tradicional de Almería. Esa jornada será más que un concierto: será un recordatorio de que Almería conserva su identidad porque la canta, la escucha y la transmite.

Baile de música tradicional en la Plaza Marqués de Heredia en 2016 / Loa

Lo que escucharemos será más que música: será un hilo que une generaciones, un puente entre pasado y presente, un recordatorio de que Almería mantiene viva su identidad, su memoria y su espíritu comunitario. Es una escena en la que la música actúa como escuela y como abrazo, como memoria que se transmite de voz en voz. Por eso, cada concierto es también una lección de identidad y pertenencia.

Más allá de las luces y los adornos

Porque más allá de las luces, los belenes o las pistas de hielo, lo que realmente ilumina la Navidad almeriense es su música. Cada aguilando, cada trovo, cada fandango es un homenaje a la tierra, a la región y a la ciudad que late al ritmo de su propia historia.

Almería no solo se viste de fiesta: canta, escucha y revive su memoria. Mientras parte de nuestra cultura permanece olvidada, y corre el riesgo de desaparecer, iniciativas como las de Acción por Almería o los grupos de folclore permiten que este legado siga vivo. Almería y su cultura interesan a los almerienses. Hay que reivindicar nuestras raíces y devolverles el esplendor que tuvieron, por encima de modas importadas que no cuentan nuestra historia.

Porque la Navidad almeriense —cuando se escucha— realmente vuelve a ser lo que siempre fue: un latido propio.

Las portadas de los tres periódicos de Almería

Aarón Rodríguez
@opinionalmeria

Cada mañana se pueden adquirir tres periódicos de papel que tratan sobre los temas de Almería y su provincia. El decano es  La Voz de Almería, que es también el que tiene mayor difusión. El segundo por el número de lectores es  Ideal, el periódico con sede en Granada, que tiene una edición especial para Almería. El tercero en difusión es el más joven -que recuperó el nombre de una cabecera histórica-,  Diario de Almería, que pertenece al Grupo Joly, propietario de cabeceras en casi todas las provincias andaluza:




Almería, referente mediterráneo en sostenibilidad y futuro

María del Mar Vázquez
Alcaldesa de Almería

Almería es una ciudad que crece, se moderniza y se prepara para ocupar el lugar que le corresponde entre las grandes ciudades de España. Y eso es algo que empieza a reconocerse. Si la pasada semana comentaba que habíamos recibido el premio de la Fundación España Activa en la categoría de ‘Promoción de la actividad física y el deporte desde la iniciativa del sector público’, por el esfuerzo colectivo que, con el impulso del Ayuntamiento, estamos llevando a cabo para priorizar la salud y el bienestar de todos los almerienses, esta semana celebramos haber recibido en El Cairo el ‘Istanbul Environment Friendly City Award’, que confirma a la ciudad de Almería como un referente mediterráneo en sostenibilidad. 

Este galardón, uno de los más prestigiosos en materia de protección ambiental en todo el mundo, es fruto de años de trabajo colaborativo, de la alianza estratégica entre el Ayuntamiento, la Universidad de Almería, los agentes económicos y, muy especialmente, de una ciudadanía que cada día se implica más en el cuidado de su entorno. Este premio es, por tanto, un reconocimiento a todos los almerienses. Durante demasiado tiempo, las ciudades costeras hemos visto el mar como un recurso económico unidireccional: turismo, pesca, transporte. 

La Economía Azul, sin embargo, nos exige una relación más inteligente con nuestro litoral. No se trata de extraer, sino de cooperar. No de usar, sino de preservar y regenerar. Que el jurado internacional haya destacado nuestra capacidad para integrar la sostenibilidad terrestre y marina no es casualidad. Es el resultado de una estrategia consciente y planificada basada en proyectos de movilidad sostenible, protección de la biodiversidad urbana, adaptación climática y regeneración de espacios naturales. En el Ayuntamiento tenemos claro que es posible mejorar la calidad de vida de las personas mientras protegemos el planeta. 

Pero este tipo de premios no deben suponer una meta, sino un estímulo para redoblar esfuerzos a la hora de fomentar emprendimiento vinculado al mar desde el respeto absoluto al medio. Y así, seguiremos adaptando nuestra ciudad a los desafíos del cambio climático, con especial foco en el litoral. Ello nos permitirá seguir avanzando en un modelo de ciudad que priorice el transporte público, la bicicleta y el peatón, involucrando a jóvenes y mayores en la construcción de un futuro más sostenible. 

Si queremos que Almería sea una ciudad amable en la que cada vez guste más vivir, trabajar, estudiar, emprender y disfrutar, debemos seguir esforzándonos en seguir liderando y demostrando que otro modelo de desarrollo es posible: más humano, más respetuoso, más inteligente. Estamos decididos a no conformarnos, a seguir escuchando y prestando atención a lo que nos dice la ciencia, la universidad, los colectivos ciudadanos y a los expertos en urbanismo y sostenibilidad. Por eso creo que todos, y esta alcaldesa la primera, podemos y debemos sentirnos orgullosos de Almería. Orgullosos de ser una ciudad que avanza sin dejar atrás sus valores, que crece sin destruir y que innova sin descuidar sus raíces. 

Todos los almerienses debemos sentirnos partícipes de este logro. Porque la ciudad que estamos construyendo entre todos no es solo para nosotros: es un legado que transmitiremos a quienes vendrán. Y hoy, más que nunca, ese legado tiene nombre de futuro. Seguimos trabajando.

Las pensiones vuelven a subir

José María Martín
Subdelegado del Gobierno en Almería
Secretario General del PSOE de Almería

Más de 120.000 pensiones contributivas en Almería subirán un 2,7% en 2026, de acuerdo con el Índice de Precios al Consumo (IPC). Esta revalorización supondrá 469 euros adicionales al año para una pensión media de jubilación mientras que las pensiones medias del conjunto del sistema -que incluyen la incapacidad permanente, viudedad, orfandad y las prestaciones en favor de familiares- aumentarán unos 409 euros anuales. Desde la entrada en vigor de la Ley 21/2021, acordada con los agentes sociales, las pensiones se actualizan cada año conforme a la subida de los precios, tal y como se recoge en el Pacto de Toledo. 

La medida, impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, suprimió para siempre aquel vergonzoso incremento del 0,25% que aprobó el Partido Popular con los gobiernos de Rajoy y que humilló a todas las personas que dependían de una pensión. Con aquella fórmula de la derecha española, de ese PP que hoy representan Moreno Bonilla y Feijóo, la revalorización de las pensiones en 2026 apenas habría llegado a los 43 euros más al año; o lo que es lo mismo, 423 euros menos de lo que supondrá gracias a la subida impulsada por Pedro Sánchez, de la mano de María Jesús Montero, a partir del 1 de enero del próximo año. 

En este periodo –desde 2018 hasta 2026- los almerienses con una pensión por jubilación habrán visto aumentados sus ingresos en más de 5.600 euros en el conjunto del año, al pasar de los 872 euros de media al mes con el último gobierno del PP a los 1.274,5 que recibirán a partir del próximo enero. Durante estos años también se ha incrementado la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional, que beneficia en nuestra provincia a decenas de miles de trabajadores y trabajadoras, se ha consolidado el Ingreso Mínimo Vital y se han reforzado de manera notable las partidas destinadas a la becas, de manera que el factor económico no sea determinante a la hora de impulsar nuevas vocaciones. 

Almería no solo avanza gracias a las grandes infraestructuras que se están construyendo, que sin duda mejorarán el desarrollo y la competitividad de nuestra tierra, sino también por todas las conquistas sociales impulsadas por el Gobierno de España y que llegan de manera directa a las familias. De esto trata la política, sobre todo la buena política. La misma que ha ido retratando a PP y Vox cada vez que han votado en contra de subir las pensiones o el salario mínimo.