Las portadas de las cinco revistas semanales
Las portadas de los tres periódicos de Almería
Cajamar acoge la banca cooperativa europea
Almería
es esta semana el epicentro del cooperativismo europeo y la Estación
Experimental de Las Palmerillas de Cajamar-que acaba de atravesar el
dintel de los 50 años- fue ayer como la catedral de este segmento de negocio
financiero; directivos de banca cooperativa llegados de Austria,
Luxemburgo, Finlandia, Francia, Canadá o Chipre, en emblemáticas entidades como Crédit
Agricole o Rabobank, visualizaron ayer el renombrado ‘Modelo Almería’ en
el paraje de San Nicolás y hoy asistirán a la 57 asamblea de la Asociación de
Banca Cooperativa Europea (EACB) que se celebra en el Centro Financiera de
Cajamar en el PITA.
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| Bernabé Sánchéz-Miguet, José Luis Escrivá, Manuel Yebra, Mercedes Olano y Roberto García Torrente |
A esta cumbre cooperativista en Las Palmerillas
asistió el gobernador del Banco de España y exministro de Trabajo, José
Luis Escrivá, quien apuntó que “la banca cooperativa juega un papel
esencial para las pequeñas empresas y autónomos, manteniendo la financiación a
estos agentes cuando otras partes del sector la han contraído. Además, su
rentabilidad es equiparable a la del resto del sector bancario, mientras que su
posición de solvencia es incluso más sólida. Estas fortalezas las
sitúan en una buena posición para hacer frente a los retos que afronta,
relacionados sobre todo con el tamaño, la gobernanza y las implicaciones de la
digitalización”.
Aportó también como datos específicos que Cajamar atesora en Almería una cuota
de mercado del 49% de todos los créditos que se dan a las pymes y a los
autónomos, situándose entre las tres primeras provincias españolas con mayor
predominio cooperativo en ese rango de clientes. En cuanto a los créditos
otorgados específicamente a los autónomos la tasa de Cajamar sube al 60%. “Es
un valor que hay que enfatizar”, sugirió Escrivá, especialmente en el sector
agrícola. Escrivá apostó también porque el sector de la banca cooperativa siga
avanzando en integración, con la ayuda de la simplificación regulatoria.
El presidente del Banco de Crédito Cooperativo de Cajamar, Bernabé Sánchez-Minguet ha puesto en valor el modelo de cohesión y solidaridad de Grupo Cooperativo Cajamar, donde “coordinamos y apoyamos a nuestras 18 cajas rurales, consolidamos balances y mutualizamos resultados, lo que nos permite mejorar la capacidad financiera y la competitividad de todas y cada una de las entidades del Grupo, reforzar su solvencia y garantía, y, todo ello, sin perder su identidad y arraigo territorial, su cercanía y compromiso con la comunidad”. La presidenta de la Asociación de Banca Cooperativa Europea, Priscille Szeradzki, ha manifestado, por otra parte, que “estar aquí celebrando el 50 aniversario de Las Palmerillas, no es solo un hito, es una prueba de lo que se puede lograr cuando la ambición se une al propósito. Cajamar ha demostrado que las cooperativas son catalizadoras del crecimiento y la innovación en nuestra economía y, sobre todo, instrumentos de solidaridad”.
El director de Sostenibilidad y Desarrollo Agroalimentario de BCC-Grupo Cooperativo Cajamar, Roberto García Torrente, ha hecho un recorrido por la construcción del Ecosistema de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, que este año está conmemorando su 50 aniversario, y ha indicado que “el carácter cooperativo de Grupo Cajamar ha supuesto siempre una especial sensibilidad hacia los aspectos sociales y de gobernanza. Nuestra creación estuvo motivada por la necesidad de aportar recursos financieros para que los pequeños agricultores pudiesen abordar proyectos de financiación en nuevas actividades productivas”.
Joaquín Berenguel: “No hay arte sin humanidad”
Joaquín Berenguel es pintor, artista multidisciplinar y director del
Laboratorio Artístico Arlequín donde destaca su sello antropológico. Es uno de
los artistas más jóvenes del panorama pictórico de Almería. Formado en Bellas
Artes y en el máster de Gestión y Producción Artística en la Universidad de
Murcia, fundó en 2022 “Arlequín Lab de Almería”, un espacio dedicado a la
formación y experimentación plástica en el barrio de Villa Blanca. “Abrí mi
taller para compartir mis conocimientos”, dice. La pasión por la pintura le
viene desde cuando pintaba pasos pequeñitos de Semana Santa, figurillas desde
su más tierna infancia. A los 18 años ya enfocó la carrera en Murcia y el
máster sobre Gestión y Producción artística donde recibió un espaldarazo
profesional para iniciar su propio futuro con paso firme, autónomo, en unos
momentos actuales donde se exige especialización ante el reto de la
inteligencia artificial (IA) que por el momento contribuye a la desinformación.
Es una herramienta en la que los expertos auguran se utilizará para establecer
situaciones de bienestar como ya se aplicar en medicina y en otros ámbitos. “No
hay arte sin humanidad. La IA es la materia y nosotros somos los que damos las
pautas y la transformamos. Estamos aprendiendo a experimentar y no sé a dónde
la IA nos llevará”.
| Joaquín Berenguel / Loa |
Joaquín Berenguel (Barrio de San Luis, Almería, 1993), hijo de empleado de
papelería y de propietaria de una tienda de bolsos, es una persona estilosa
porque capta la atención al instante. Combina pintura, performance, arte sonoro
y audiovisual para abordar identidad, espiritualidad, tecnología y la
visibilidad de colectivos marginalizados. Ha presentado exposiciones
individuales como Est@_Soy_Yo (2019) y Crónica No Oficial (2020) o Intento
Fallido (2025). “Este trabajo es la búsqueda de lo intangible: querer retener
lo que se escapa. Cada obra es un gesto que reconoce su propio límite, la
imposibilidad de fijar el presente, de borrar lo vivido, de comprender del todo
al otro, y, sin embargo, insiste”. Ha participado en muestras colectivas en
Espacio AB9, en el Centro Párraga o en la Fundación Pedro Cano.
Sus maestros y referentes están en las figuras de Antonio López y el
artista Manuel Páez, profesor en la facultad de Bellas Artes de Murcia. De
Almería se queda con la luz de La Chanca, impregnada en los trabajos de Jesús
de Perceval y confiesa que le impresionó El coro desnudo, gran lienzo pintado
por Andrés García Ibáñez del que se considera admirador. Dice Antonio Muñoz
Molina que la pintura lleva existiendo desde hace al menos 40.000 años y que no
ha muerto, pese a los agoreros. “Así que no es
muy probable que vaya a desaparecer de un día para otro, igual que no
desaparecen los poemas y las historias que la gente se cuenta, o las músicas
que comparte. El oro del arte y de la literatura no es un privilegio de
especuladores y gurús: está hecho del fervor del espíritu y del oficio
entregado de quienes lo crean, y del instinto democrático por la verdad y la
belleza que late en cada uno de nosotros”. La humildad y el talento de
Berenguel se pone de manifiesto en sus clases. “La clave es ser humano, querer
a todos por igual y sacar lo mejor de cada uno de ellos”.
Berenguel seleccionado como Embajador Cultural de España en 2024, proyecto europeo New Inherit que culmina estos días. Desarrolla proyectos performativos en Centro Párraga, La Juan Gallery y en el Auditorio Maestro Padilla, y colabora con colectivos y asociaciones como A Toda Vela o ANDA. Actualmente imparte talleres en Arlequín Lab y trabaja en una nueva serie artística multidisciplinar que verá la luz en 2026.
La primera edición de la Feria de Arte de Almería ALMA
Mediterranean Art, impulsada por el pintor Francisco Rodríguez, expolicía
nacional, natural de Gádor, concluyó con un rotundo éxito, superando todas las
expectativas iniciales y consolidando a la ciudad como referente artístico en
el Mediterráneo. Celebrada en el Palacio de Exposiciones y Congresos
Cabo de Gata-Ciudad de Almería, la cita contó con Joaquín Berenguel. Reconoce que a los artistas emergentes les
cuesta más. “Siempre hablo con los alumnos sobre el individualismo, una brecha
generacional. Creo que en el ámbito de expositores y acuarelas, he sido el más
joven con mis 32 años. Me duele que no haya espacio para la gente joven”. Hubo más de 4.000 visitantes y 250 artistas de 24 países,
convirtiéndose en uno de los grandes hitos culturales del año. Apoyado por el
Ayuntamiento de Almería, tuvo como eje temático el agua y su huella en la
memoria cultural de la ciudad, un hilo conductor que inspiró exposiciones,
concursos y actividades. El concejal de
Turismo, Comunicaciones y Promoción de la Ciudad, Joaquín Pérez de la Blanca,
destacó que el congreso aporta una categoría distinta a los que se celebran
habitualmente, logrando que el público disfrute y viva el arte de una manera
única. La feria contó con la participación de 14 artistas internacionales de
prestigio, que impartieron masterclass a 130 alumnos, además de un completo
programa de concursos que atrajo a 500 participantes. Las obras finalistas del
Certamen Internacional de Acuarela podrán visitarse en el Auditorio Maestro
Padilla hasta el 7 de enero. El Museo de Arte Doña Pakyta acoge, además, hasta
el 31 de enero, una exposición con la totalidad de las piezas exhibidas en el
Palacio de Congresos.
Joaquín Berenguel fue protagonista en el Festival Internacional de Cine de Almería del pasado año cuando plasmó las huellas del actor hispano cubano William Levy. El pintor le explicó a Evaristo Martínez que no cobró ese encargo municipal y a esa obra la denominó El arte se paga.
La Navidad almeriense: una tradición musical que late en la ciudad
En Almería, la Navidad no es
solo luces, escaparates, belenes o villancicos industriales; es también un
latido profundo que recorre plazas, museos y templos. Es la música que nos
conecta con los recuerdos de la infancia, con los pueblos de la provincia y con
la memoria de quienes, durante generaciones, hicieron de estas fechas una
celebración de comunidad, fe y tradición. Es la música —esa música nuestra,
heredada, áspera y hermosa— la que nos vincula con quienes nos precedieron.
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| Concierto de la Cuadrilla de Ánimas El Saliente en el Museo Doña Pakita en 2019 / Loa |
Porque la Navidad almeriense no se entiende sin los aguilandos, las cuadrillas de ánimas, los trovos, las seguidillas, las parrandas, las jotas, los fandangos o las auroras. Melodías que formaron durante siglos la banda sonora de las Pascuas en nuestra tierra y que parecían destinadas a silenciarse, pero que distintas iniciativas —públicas y ciudadanas— han ido devolviendo a la vida. Entre ellas, los conciertos impulsados por Acción por Almería desde mediados de la pasada década y, más recientemente, el Grupo Municipal de Folclore Virgen del Mar. En Alcolea, el Grupo Zaharagüi mantiene viva esta tradición con breves conciertos.
Las Cuadrillas de Ánimas:
origen y tradición
En el sureste español —y por
supuesto en Almería— existieron desde al menos el siglo XVII las Cuadrillas de
Ánimas, agrupaciones de músicos de cuerda vinculadas a las Hermandades de
Ánimas. Su misión era humilde y esencial: el entierro de los pobres y la
aplicación de misas por su eterno descanso. Para financiarlo, dependían de las
limosnas que recaudaban durante la Navidad y la Pascua, cuando recorrían casas,
calles y cortijos cantando.
Al frente marchaba un
mayordomo y un guión o cantor, que entonaba las coplas mientras la cuadrilla
repetía los dos últimos versos. Estos aguilandos o coplas de Ánimas,
acompañados por guitarras, bandurrias, panderetas y percusión, componían un
sonido inconfundible. Hasta los años cuarenta del siglo pasado existieron
cuadrillas incluso en la capital, como las de La Cañada de San Urbano y Los
Molinos.
Hoy subsisten con fuerza en
Los Vélez, Oria, Albanchez, Laujar, Fondón o Abla. Verdaderos bastiones de una
tradición que testimonia nuestra identidad colectiva. Estas expresiones
musicales son memoria viva, y el interés renovado por ellas demuestra que la
Navidad almeriense no solo se contempla: se escucha y se siente.
Rescatando la tradición:
Acción por Almería y los primeros conciertos
El año 2015 marcó el renacer
contemporáneo. El 18 de diciembre, Acción por Almería organizó un concierto
gratuito en la Plaza de las Velas, junto al árbol de Navidad. Guitarras,
bandurrias y panderetas se mezclaron con las voces de cuadrillas de la provincia
que interpretaron aguilandos, auroras, parrandas y seguidillas. La plaza se
llenó de curiosos y de almerienses que intuían que aquella música formaba parte
de su memoria más profunda. La Navidad almeriense recuperaba su propia voz.
En 2016, la iniciativa se
trasladó al corazón de la ciudad, instalándose en la Plaza Marqués de Heredia.
Música y baile tradicional llenaron el centro con malagueñas, trovos y
fandangos que devolvieron a los almerienses la esencia de unas Pascuas auténticas.
El público respondió: la gente quería escuchar su música, reconocer sus raíces
y sentirse parte de una historia compartida.
Doña Pakyta: un museo que
escuchaba villancicos
En 2017, el Museo de Arte Doña
Pakyta acogió la tercera edición de “Nuestras Pascuas Almerienses”. Fue un
acierto absoluto. Cuadrillas de ánimas y aguilanderos interpretaron jotas,
malagueñas, parrandas y coplas trovadas, llenando las salas de un ambiente tan
cálido como histórico. El museo se quedó pequeño: gente en los pasillos, en la
escalera, en la antesala. Era evidente que Almería quería escuchar aquello.
El objetivo era “llevar a la
capital algo que en muchos pueblos aún se vive”, y se cumplió. Las melodías
antiguas resonaron con fuerza en un espacio que parecía hecho para ellas.
La iniciativa se repitió en
2018 y 2019, consolidando al Museo Doña Pakyta como un escenario de memoria
musical. Incluso fue necesario retransmitir el concierto por streaming ante la
gran afluencia de público. La tradición ya no era un recuerdo marginal: había
vuelto al corazón cultural de la ciudad.
Silencio y renacer: la Misa de
Aguilandos de 2022 y 2023
Las restricciones sanitarias
impidieron la celebración de conciertos en 2020 y 2021. Las plazas quedaron en
silencio, pero el silencio no apagó la tradición: solo aguardó, esperando el
momento de volver a sonar.
En 2022, la ciudad recuperó su
Navidad más auténtica. La Catedral de la Encarnación y el Ayuntamiento de
Almería organizaron una Misa de Aguilandos acompañada de pasacalles. La
Cuadrilla del Saliente llevó por el entorno del templo, trovos, fandangos y aguilandos
que recordaron que estas tradiciones no pertenecen solo a los pueblos: también
laten en la ciudad. Fue un acto solemne y profundamente almeriense, un puente
entre el pasado y la vida contemporánea.
En 2023, esa senda iniciada el
año anterior tuvo continuidad. En la víspera de la Navidad, volvió a celebrarse
la Misa de Aguilandos en la Catedral y, a su término, una cuadrilla de
aguilanderos devolvió a la plaza los cantes tradicionales
Villancicos y folclore en la
Plaza de las Velas: 2024
En 2024, el Grupo Municipal de
Folclore Virgen del Mar ofreció un concierto navideño en la Plaza de las Velas.
La ciudad escuchó piezas de toda la provincia —de Los Vélez a Alcolea, Bayárcal
o el Cabo de Gata— que componían un mapa musical de Almería. “Cantos de
Aguilandos”, “Los ángeles por los aires”, “Campanilleros del Cabo de Gata” o
“Despertar de la aurora” resonaron como fragmentos de la propia historia
regional, que el público recibió con calidez, demostrando que la música
tradicional sigue emocionando.
2025: un nuevo concierto para
mantener viva la herencia
El 21 de diciembre de 2025, la
ciudad volverá a escuchar esa música. El Grupo Municipal de Folclore Virgen del
Mar regresará a la Plaza de las Velas con villancicos y repertorio tradicional
de Almería. Esa jornada será más que un concierto: será un recordatorio de que
Almería conserva su identidad porque la canta, la escucha y la transmite.
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| Baile de música tradicional en la Plaza Marqués de Heredia en 2016 / Loa |
Lo que escucharemos será más que música: será un hilo que une generaciones, un puente entre pasado y presente, un recordatorio de que Almería mantiene viva su identidad, su memoria y su espíritu comunitario. Es una escena en la que la música actúa como escuela y como abrazo, como memoria que se transmite de voz en voz. Por eso, cada concierto es también una lección de identidad y pertenencia.
Más allá de las luces y los
adornos
Porque más allá de las luces,
los belenes o las pistas de hielo, lo que realmente ilumina la Navidad
almeriense es su música. Cada aguilando, cada trovo, cada fandango es un
homenaje a la tierra, a la región y a la ciudad que late al ritmo de su propia
historia.
Almería no solo se viste de
fiesta: canta, escucha y revive su memoria. Mientras parte de nuestra cultura
permanece olvidada, y corre el riesgo de desaparecer, iniciativas como las de
Acción por Almería o los grupos de folclore permiten que este legado siga vivo.
Almería y su cultura interesan a los almerienses. Hay que reivindicar nuestras
raíces y devolverles el esplendor que tuvieron, por encima de modas importadas
que no cuentan nuestra historia.
Porque la Navidad almeriense —cuando se escucha— realmente vuelve a ser lo que siempre fue: un latido propio.















