Eugenio Narbaiza
El día 11 de septiembre es sin duda una de las fechas a recordar por los importantes acontecimientos que han ocurrido en el mundo. También para El Ejido ha sido y es una fecha importante, puesto que se conmemora el Día del Municipio como acontecimiento que recuerda al momento de su independencia de Dalias y su creación como municipio, pero a partir de este sábado, también el 11 de septiembre quedará en el calendario como el fin de una etapa indecorosa y deleznable para la localidad y como el inicio de un tiempo nuevo en donde la regeneración democrática, la tranquilidad política y el desprecio a los corruptos serán la base de la convivencia en la ciudad, dejando además de lado, ese miedo instaurado por los corruptos que se han aprovechado de la prosperidad de El Ejido, para su enriquecimiento personal.
Hoy en El Ejido se va a celebrar una manifestación que no se debe cuantificar por el número de personas que acudan a la misma pidiendo la dimisión del alcalde procesado y encarcelado por corrupción, Juan Enciso, sino por la simbología que este acto tiene en el seno de la ciudadanía que, además del dinero que les han sustraido, quiere recuperar la dignidad, el orgullo y el sentirse ciudadano de un lugar en donde contra su voluntad los que decían llamarse sus representantes en el templo de la democracia local, que es el ayuntamiento, y aquellos que se arrogaban como los defensores de los intereses de El Ejido, unicamente se dedicaban a mancillarles su patrimonio económico y moral, sin tener en cuenta que a todo cerdo le llega su San Martín.
La responsabilidad de todo lo sucedido no la tienen los ciudadanos que, al fin y a la postre, votaron unas candidaturas ejerciendo su deber democrático, sino aquéllos que, por un lado, siendo elegidos representantes del pueblo, no denunciaron los evidentes hechos que se venian produciendo en el ayuntamiento, además de una serie de instituciones como la Junta de Andalucía, que una vez más y ya son muchas, en esta bendita Andalucia, no ha actuado poniendo en funcionamiento esos organismos de control que le da la ley y la sociedad, para evitar que sucedan situaciones tan lamentables. También tienen su responsabilidad moral aquellos grupos políticos que de una manera u otra han mirado para otro lado cuando era evidente lo que estaba pasando, por el único fin de cuidar de sus intereses personales y así darles vida a los corruptos tanto en la representación municipal, como en la representación de otros organismos provinciales, en donde aunque no esten imputados, se ha propiciado que miembros del partido de Enciso campen a sus anchas haciendo y deshaciendo a su antojo.
No podemos olvidarnos tampoco de los compañeros de candidatura del alcalde corrupto Enciso, quienes a pesar de no estar imputados, tienen una grave responsabilidad y son imputados morales por consentir la actuación de su jefe de filas, puesto que, antes que los intereses personales, está la dignidad de un pueblo y la dignidad de las personas, y que nadie diga que desconocia lo que estaba pasando, porque los datos son evidentes y no atienden a razones, o ¿no han visto el resto de los concejales del PAL que las facturas y gastos que se generaban en los servicios del ayuntamiento eran irreales y que el funcionamiento de las arcas municipales no era el normal? No resulta creible desde ningún punto de vista que sus compañeros de candidatura desconocieran todo lo que ha pasado. Si tienen decencia moral, dignidad y vergüenza, deben dimitir en bloque para redimir sus comportamientos.
Hoy,el pueblo debe salir a la calle tranquilo, reclamando su dignidad, su orgullo pero sin ira, haciendo prevalecer ese bendito valor que se había perdido en El Ejido que es la libertad, porque que nadie niegue que, hasta el momento del estallido del "Caso Poniente", El Ejido era una ciudad en donde había miedo a hablar, miedo a expresarse y miedo a pensar, porque aunque muchos conocian lo que ha pasado, ya que eran vox populi las actuaciones del alcalde y sus secuaces, nadie se atrevía a protestar por las represalias que podían tener como contrapartida.
Pero también hay que decir al pueblo o ciudad de El Ejido que con esta manifestación no se acaba su importante trabajo, ya que a partir de ahora, es cuando tiene que tomar el protagonismo que precisa porque por un lado, debe reclamar a los que les han esquilmado la devolución de todo lo que se han llevado. Debe reclamar a la justicia que actúe serenamente para castigar a los culpables de todo este triste acontecimiento y también debe exigir a los partidos políticos que presentarán sus candidaturas en unas próximas elecciones municipales que les den soluciones a la situación creada, que escojan a los mejores candidatos para gobernar el municipio y, sobre todo, debe exigirles que, por encima de cualquier interés, sea el interes de El Ejido el que prevalezca, restableciendo el clima democrático que precisa para una buena convivencia y sobre todo ejerciendo una ejemplar transparencia y haciendo que la vida política municipal sea participativa e informativa hasta que se recupere la normalidad que se precisa tanto en el orden económico como en el político.
El pueblo de El Ejido desde hoy va a empezar a hablar, va a decir que quiere normalidad y tranquilidad. Es importante ayudarles y darles el protagonismo que se merecen sin que nadie les calle, ayudándoles a que recuperen todo aquello que les han robado y esquilmado porque eso no es que sea necesario, es una obligación de la sociedad almeriense y andaluza, que necesita de El Ejido asi como El Ejido necesita de la sociedad almeriense y andaluza para que la decencia la moral democrática y la dignidad de un pueblo, no vuelva a ensuciarse por algo tan indigno como lo que se ha visto con la "Operación Poniente".
(Publicado en noticiasdealmeria.com el día 11 de septimbre de 2010).
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