Trino Tortosa
Galerista
Almería se va a poner muy de moda en Andalucía y en toda España y no precisamente por los dones que sobre esta tierra ha vertido la madre naturaleza, sino por la cantidad de corruptelas y desafueros cometidos, supuestamente, por personajes sin escrúpulos pertenecientes al mundo de la política y de la empresa que, lejos de dignificar su quehacer y a su provincia, se han dedicado al enriquecimiento fácil e ilícito aprovechando los privilegios de sus cargos y circunstancias.
Hay ya demasiadas miradas atentas y pendientes de saber lo que se coció detrás de la Operación Poniente y quiénes son los principales autores de ese amplio entramado de delitos e irregularidades que vienen suscitando lamentables interrogantes, donde no faltan, tampoco, las garantías de los mecanismos de control que desde las administraciones habrían de tenerse... No tardaremos mucho tiempo en estar informados.
Los resultados de ésta y de otras denuncias efectuadas se irán conociendo en la medida que la Justicia cuente con el tiempo y los medios necesarios para verificar los hechos y dictar sentencia. Parece que el ojo del huracán se está centrando en la parte más meridional de la Península Ibérica; un espacio frontera donde se han cruzado tantas civilizacines a través de los tiempos y donde, desde luego , no faltan quienes empercuden el buen nombre de Almería y de sus gentes. Un aluvión de sorpresas seguirán apareciendo en las próximas semanas donde les aseguro que más de uno quedará atónito.
La falta de credibilidad de los españoles en la clase política no propicia el ambiente adecuado para el mejor funcionamiento de nuestra democracia. Una evidencia que sólo los muy ciegos no saben o quieren ver y que nos está acarreando y nos traerá muchísimos más problemas. O se regenera esta raza de iluminados, a la vez que la responsabilidad de los ciudadanos, o mal futuro nos espera.
Y que me perdonen los cumplidores. Almería, desde luego, no está para tirar cohetes, ni mucho menos. Nuestro futuro económico tendrá que decidirse, ya que en los últimos años la crisis ha guilllotinado nuestras principales fuentes de riqueza y de no producirse un milagro, al día de hoy hay más preocupación que tranquilidad y con un índice de paro que supera todas las previsiones ya me dirán, mis queridos lectores, dónde vamos a parar y quién no está, como mínimo, con imsomnio. No sería nada malo que fueramos un ejemplo de lucha contra la corrupción y que , en la medida de nuestras fuerzas, todos aunáramos esfuerzos para combatirla alli donde esté o aparezca. Si no limpiamos la era el trigo seguirá cada vez más sucio.
La falta de credibilidad de los españoles en la clase política no propicia el ambiente adecuado para el mejor funcionamiento de nuestra democracia. Una evidencia que sólo los muy ciegos no saben o quieren ver y que nos está acarreando y nos traerá muchísimos más problemas. O se regenera esta raza de iluminados, a la vez que la responsabilidad de los ciudadanos, o mal futuro nos espera.
Y que me perdonen los cumplidores. Almería, desde luego, no está para tirar cohetes, ni mucho menos. Nuestro futuro económico tendrá que decidirse, ya que en los últimos años la crisis ha guilllotinado nuestras principales fuentes de riqueza y de no producirse un milagro, al día de hoy hay más preocupación que tranquilidad y con un índice de paro que supera todas las previsiones ya me dirán, mis queridos lectores, dónde vamos a parar y quién no está, como mínimo, con imsomnio. No sería nada malo que fueramos un ejemplo de lucha contra la corrupción y que , en la medida de nuestras fuerzas, todos aunáramos esfuerzos para combatirla alli donde esté o aparezca. Si no limpiamos la era el trigo seguirá cada vez más sucio.
(Publicado en elalmeria.es)
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