El terragal

Pedro Asensio
Economista
Lo deseable sería que la Junta reconociera con total sinceridad las graves deficiencias y carencias que padece el recién inaugurado Parque del Andarax. Pero no seamos ingenuos, esto nunca va a ocurrir. Por respuesta, se observa una actitud defensiva plagada de argumentos, a cual de ellos más peregrino.

El Ayuntamiento de Almería tiene la obligación de poner de manifiesto, desde un punto de vista técnico y a través de un informe, qué es lo que esta administración autonómica pretende ceder a nuestro municipio. Que en tono coloquial se utilicen términos como terregal o pellejería es también de agradecer, porque, al fin y al cabo, son las expresiones que mucha gente emplea cuando se topa con la realidad. Muchos pensarán que el informe de más de doscientas páginas es una confirmación de lo que ya veíamos con nuestro propios ojos; en cualquier caso, a los gobernantes les pedimos defender nuestros intereses, con rigor y con argumentos.

Los políticos de la Junta sostienen que la mayoría de las páginas del dichoso informe son fotografías. ¿Y qué? ¿No dicen que una imagen vale más que mil palabras? En determinadas situaciones hay que dejar constancia de lo que pasa, por si alguien peca de contumaz. También se insta a que acudan a los Tribunales, como si estos conflictos fueran de naturaleza judicial… El problema de fondo reside en el mínimo peso que el PSOE de Almería ejerce en Sevilla. Dudo que exista algún dirigente provincial que pudiera exigir y defender nuestra provincia con valentía y efectividad. Y si me equivoco, que me lo demuestren. La sensación de debilidad es terriblemente acusada. Imagino que alguien llamó por teléfono, interesándose por el problema, y en Sevilla, desde algún despacho de la Isla de la Cartuja, o desde otro lejano lugar en el que se toman las decisiones que nos incumben, se les diría: "Esto es lo que hay y búscate la vida".

La confrontación entre Almería y la Junta de Andalucía no es un hecho aislado que afecta sólo al Partido Popular. No nos engañemos. Ni siquiera se trata de una estrategia, como intentan hacernos ver. Es un asunto de mayor calado. Aquí también se equivocan todos estos delegados de la Junta que una y mil veces se ven obligados a justificar lo injustificable.

En esta provincia, el sentimiento de marginación, agravio y abandono a los que nos somete el gobierno andaluz es una realidad muy asumida por la inmensa mayoría de la opinión pública. En esta batalla perderán los almerienses, y será así mientras gobierne el PSOE. ¿Sería igual con el PP? No lo sé. Ellos llevan 30 años consecutivos y aún no ha habido alternancia.
(Publicado en elalmeria.es)

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