Alcalde de Níjar
Iniciamos un nuevo curso político con muchos proyectos, muchas ilusiones, en muchos casos con la conciencia tranquila que te da el deber cumplido, en otros muchos con la fuerza que te da el apoyo de tus vecinos, y también con las ganas de satisfacer las demandas de todos, de los que te apoyan y también de los que te critican.
Los políticos de altura, es decir los que tienen la responsabilidad de legislar y de dirigir los designios de la administración autonómica y la administración estatal, sin duda lucharan cada uno por la defensa de sus ideales y de sus formas de ver las cosas. Pero hay otros políticos, los que cada día salimos a las calles de nuestro pueblos, a dar la cara, a dar soluciones a los pequeños y los grandes problemas de nuestros vecinos, a llevar los servicios básicos de calidad a cada uno de los rincones de nuestros pueblos, los que tenemos en nuestras manos los tejidos económicos y sociales mas grandes de cada uno de nuestros municipios, o sea sus Ayuntamientos. Me refiero como todos entenderán a los Alcalde y los Concejales.
Hoy a todos y cada uno de los Alcaldes de España, nos une la necesidad urgente de solucionar el principal problema que tienen los Ayuntamientos, que no es otro que conseguir por fin una financiación local adecuada, que venga a sufragar de manera razonable las competencias que de hecho y por derecho, asumimos cada día los entes locales.
El Presidente Zapatero, ha conseguido con su continua asfixia económica a los Ayuntamientos, que hoy no haya diferencias ideológicas a la hora de manifestar el caos en que se encuentra la administración local. Todos, los de derechas, los de izquierdas, los de centro, los del PSOE y los del PP, todos tenemos los mismos problemas y los mismos apuros cada vez que llega final de mes.
Por eso es necesario que todos reaccionemos a una, se necesita una gran movilización nacional del Alcaldes que lleven su voz a la Moncloa para que se nos haga caso. Se ha intervenido en salvar algunos sectores como la banca, a base de miles de millones de euros, y no se hace nada por salvar la principal institución de cada pueblo, su Ayuntamiento.
Desde este rincón de España, desde el extremo sureste de nuestra península, hago una llamamiento a todos los Alcaldes de País, para que sin la mediación interesada de las organizaciones supramunicipales, seamos capaces de unir nuestras fuerzas con un objetivo común, CONSEGUIR QUE LA GRAN ASIGNATURA PENDIENTE DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA, LA FINANCIACIÓN LOCAL, SEA APROBADA EN EL PRIMER TRIMESTRE, O SEA ANTES DE NAVIDAD.
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