La ilusión de transformar Almería

Juan Carlos Usero López
Presidente de la Diputación
y candidato del PSOE a la Alcaldía de Almería


Durante estos últimos días no he parado de recibir llamadas de apoyo a mi nombramiento como candidato del PSOE a la Alcaldía de Almería. Son mensajes de personas próximas, sobre todo compañeros y compañeras del partido, veteranos y jóvenes, y aquéllos que en la actualidad desempeñan cargos de responsabilidad orgánica o institucional, en los que me muestran su más sincera voluntad de colaborar para que esta ciudad vuelva a estar gobernada por un alcalde socialista. A todos, desde estas líneas, vaya mi agradecimiento y mi deseo de que cuanto antes se incorporen al engranaje de campaña con la ilusión de transformar Almería. Pero, de manera especial, quiero dar las gracias a aquellas personas anónimas que se acercan a saludarme por la calle o que contactan conmigo por el facebook porque constituyen el objetivo de nuestro trabajo político y sus necesidades y demandas son, por tanto, el norte de toda campaña electoral.

La situación no puede ser más propicia: tenemos un partido unido, disponemos de un proyecto para la ciudad bien definido por nuestros continuos contactos con las organizaciones vecinales, y contamos con el afecto de muchos ciudadanos, desengañados de la política clasista del Partido Popular, “centrada”, plenamente y de forma descarada, en los barrios que constituyen su granero de votos. Si hablamos de actuaciones estratégicas, los proyectos de mayor envergadura de Almería se están llevando a cabo por la Junta de Andalucía, el Gobierno de la nación o la Unión Europea, como el desdoblamiento de la N-340, la reforma de la Casa Consistorial, el soterramiento del ferrocarril, la rehabilitación del casco histórico o la creación del mayor parque periurbano de Andalucía en la ribera del Andarax, donde se aloja ya el Real de la Feria. Pero si nos fijamos en los pequeños detalles, se han desperdiciado los fondos estatales y andaluces para la creación de empleo, del Plan E y del Proteja, en realizar costosas obras donde ha primado más la calidad de los materiales que el número de puestos de trabajo. Emplear el dinero del Gobierno y de la Junta en el oneroso metacrilato de unas pistas de padel o arreglar las más que arregladas calles del centro de Almería, olvidando que hay barrios donde los niños caminan hacia el colegio dando patadas a las piedras por falta de aceras, son ejemplos más que suficientes de la manera de gobernar de la derecha.

Esta ciudad necesita un impulso para que nuestros valores económicos, sociales y ambientales constituyan un poderoso elemento de atracción, como sucede con el resto de las capitales andaluzas. Pero además, esta ciudad exige una mirada global para que ningún barrio quede descolgado y que prevalezca el derecho de todos los ciudadanos a gozar de unos servicios urbanos dignos, tanto si viven en la Puerta de Purchena como si son de Cuevas de los Medina de toda la vida, siguiendo el sistema que nosotros mismos hemos empleado en la Diputación Provincial, por el que nos hemos constituido en unidad de soporte vital para los municipios pequeños que carecen de recursos.

El reto es apasionante y estoy convencido de que lo vamos a conseguir porque los almerienses se merecen disfrutar de una ciudad que ofrezca oportunidades a las familias, solidaria con los barrios y ambiciosa ante su futuro.

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