Recuerdos de Radio Sevilla

Manuel Enríquez Becerra

Es una lástima que la radio se haya convertido como todo en un puro negocio y los locutores y periodistas no los valoren como los valoraban antes. Pues tenían una categoría y una escuela radiofónica inigualable. Una escuela que no se volverá a repetir. Como era el escuchar por las mañanas el programa de “La Saga de Los Porretas”, con vivencias reales de la vida que daban vida Enrique Vilariño, Matilde Conesa y un largo etc., del cuadro de actores de la cadena SER ya desaparecido.

La voz portentosa de  comunicados femenina de Marisa Carrillo y Elvira Velasco, esta ultima ya desaparecida, junto a la masculina de Manolo Bará y Filiberto Mira, los dos ya también desaparecidos, que la interrumpían los informativos con la fabulosa voz más joven de la calle Rafael González Abreu, esa era la voz de Pepe Fernández, voz enriquecida radiofónicamente como todas las que había por aquellos años que os hablo de todos los locutores y periodistas de la cadena SER en Sevilla. Y me encantaba la voz privilegiada de Marisa Carrillo, cuando decía “siéntase orgulloso de SER andaluz”.

Y ahora la radio es distinta, me cogen a cuatro chicos y cuatro chicas recién salidos de la escuela de periodismo sin practicas ninguna y les hacen un contrato de tres o seis meses y a la calle y otros nuevos y nunca nos quedamos con los mismos locutores, como aquellos que nos hacían las delicias de una radio maravillosa. Con su jefe de emisiones amigo mío José Luis León, que en paz descanse, un encanto de persona. También estaban los técnicos de sonido, José Tierno, también desaparecido, Pepe Arenas, ahora sigue su hermano Manolo y otros muchos que no recuerdo sus nombres.

Nos conectaban con el hombre del tiempo, que era por aquellos entonces Julio Marvizón. En  la sobremesa nos hacían un teatro futbolístico hablado, que se llamaba "El tío y el sobrino", que protagonizaban el desaparecido Pepe Da Rosa y otro actor que tampoco recuerdo yo ahora. Pero que uno era de la afición bética y otro era de la afición sevillista y era bastante interesante y un sin fín de programas que hoy en día ya han desaparecido.

La única que queda por aquellos pasillos es María Esperanza Sánchez, pero nunca fue una locutora muy popular, quizás por su política y le pido perdón, sin ánimo de ofenderla pero es un poco complicada de entenderla. Como ocurre con su marido, el periodista Joaquín Petit. También hay que recordar al joven que nos hacía las delicias de los 40 principales de la cadena SER, Juan Carlos Vélez, que ha fallecido recientemente, y que hacía sus labores periodísticas en la cadena de Onda Cero, como también las hace el amigo Pepe Fernández, pero el amigo Pepe tuvo sus comienzos en el mundo de la radio y del periodismo en la cadena SER. En mi opinión creo que la cadena SER dejó marchar a un prestigioso periodista y un gran locutor, así como también le ocurrió con el amigo Carlos Herrera, quien popularizara las coplas de la SER y levantará la canción española que estaba dormida. Y Carlos Herrera noche tras noche la levanto de su aletargo. Tanto a Pepe Fernández como a Carlos Herrera, que siguen en activo haciendo buena radio en Onda Cero, mis más sinceras felicitaciones.

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