Trinidad Cabeo
Presidente de la Autoridad Portuaria de Almería
La celebración de eventos deportivos de nivel medio se ha convertido en un motor generador de importantes beneficios para las ciudades que los albergan. Es por ello que en los últimos tiempos asistimos a notables rivalidades entre ciudades que aspiran a celebrar acontecimientos de estas características en un contexto cada vez más competitivo. No podemos ignorar que el deporte es una de las actividades más destacada y aceptadas de nuestro tiempo a la vez que ejerce un extraordinario poder de convocatoria y movilización.
Almeria, fruto de una firme apuesta de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, asumió el pasado año un reto colectivo, así como un destacado protagonismo en el mundo de la vela que se prolongará durante varios años más. Esto significa que tenemos por delante el desafío de avanzar hacia el futuro en la dirección adecuada. Los beneficios, de diversa índole, que nos reporte dependen de nuestra capacidad para reconocer este evento como una referencia estratégica de liderazgo por la que Almería tiene que apostar.
El pasado año instituciones, empresas y gran parte de la ciudadanía nos volcamos en potenciar un acontecimiento que era nuevo para todos y que nos provocaba desconcierto, sin embargo intuimos que este evento tendría especial trascendencia para nuestra territorio.
Almeria es una ciudad costera y cualquier actividad ligada al mar debe ser entendida como un elemento en el que nos debemos desenvolver con facilidad, algo inherente a nuestra propia naturaleza, además contamos con la ventaja que supuso la elección del Puerto de Almeria como estadio olímpico para las pruebas y como escenario de gran parte de las actividades complementarias que se celebraron. El Puerto de Almería, enclavado en un espacio de centralidad urbana, de fácil acceso desde la ciudad, así como por su configuración, se convirtió en el mejor emplazamiento para un evento de este nivel.
En este sentido esta actividad significa, también, una oportunidad para el Puerto, pues desde la Autoridad portuaria nos esforzamos permanentemente en promover actividades que permitan a los ciudadanos acercarse al puerto, y esta prueba deportiva es perfecta para ello.
El resultado fue el mejor de los esperados, demostramos gran suficiencia organizativa y se recogió una excelente respuesta en la participación, lo que reveló una dinámica de gran capacidad competitiva en relación a las demás ciudades que participaron en la pasada edición.
Esta circunstancia nos sitúa, ya cercanos a la celebración de la segunda edición, en una posición de ventaja, pero por otro lado también nos imprime una carga de responsabilidad considerable. Nuestra aspiración debe ser la de asumir ese protagonismo, ese reto colectivo y estoy convencida de que tenemos potencial para hacerlo cooperando de forma ágil e imaginativa, todos en la misma dirección la de situar a Almeria en lo más alto de la escena internacional de la vela.
Almeria, fruto de una firme apuesta de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, asumió el pasado año un reto colectivo, así como un destacado protagonismo en el mundo de la vela que se prolongará durante varios años más. Esto significa que tenemos por delante el desafío de avanzar hacia el futuro en la dirección adecuada. Los beneficios, de diversa índole, que nos reporte dependen de nuestra capacidad para reconocer este evento como una referencia estratégica de liderazgo por la que Almería tiene que apostar.
El pasado año instituciones, empresas y gran parte de la ciudadanía nos volcamos en potenciar un acontecimiento que era nuevo para todos y que nos provocaba desconcierto, sin embargo intuimos que este evento tendría especial trascendencia para nuestra territorio.
Almeria es una ciudad costera y cualquier actividad ligada al mar debe ser entendida como un elemento en el que nos debemos desenvolver con facilidad, algo inherente a nuestra propia naturaleza, además contamos con la ventaja que supuso la elección del Puerto de Almeria como estadio olímpico para las pruebas y como escenario de gran parte de las actividades complementarias que se celebraron. El Puerto de Almería, enclavado en un espacio de centralidad urbana, de fácil acceso desde la ciudad, así como por su configuración, se convirtió en el mejor emplazamiento para un evento de este nivel.
En este sentido esta actividad significa, también, una oportunidad para el Puerto, pues desde la Autoridad portuaria nos esforzamos permanentemente en promover actividades que permitan a los ciudadanos acercarse al puerto, y esta prueba deportiva es perfecta para ello.
El resultado fue el mejor de los esperados, demostramos gran suficiencia organizativa y se recogió una excelente respuesta en la participación, lo que reveló una dinámica de gran capacidad competitiva en relación a las demás ciudades que participaron en la pasada edición.
Esta circunstancia nos sitúa, ya cercanos a la celebración de la segunda edición, en una posición de ventaja, pero por otro lado también nos imprime una carga de responsabilidad considerable. Nuestra aspiración debe ser la de asumir ese protagonismo, ese reto colectivo y estoy convencida de que tenemos potencial para hacerlo cooperando de forma ágil e imaginativa, todos en la misma dirección la de situar a Almeria en lo más alto de la escena internacional de la vela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario