Ideal
El nombramiento de Rosa Aguilar como ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino ha sido acogido por los colectivos más afectados por las políticas de este departamento gubernamental en la provincia -agricultores y ecologistas- con ilusión y cautela puesto que, para algunos, cómo se comporte la cordobesa en Almería será determinante en la valoración de su paso por el ministerio.Almería será el termómetro que mida el acierto o el error de la política futura del MARM en todo el país. Así lo ha definido para IDEAL Mario Rodríguez, director ejecutivo de la organización ecologista Greenpeace, para quien será la postura que el Gobierno central adopte a partir de ahora sobre El Algarrobico la que determine el hacer de Aguilar al frente de su nueva responsabilidad.
«Su perfil no es ambientalista», describe Rodríguez a la ex alcaldesa de Córdoba y ex consejera de Obras Públicas, Transportes, Ordenación del Territorio y Vivienda, «y salvo el discurso de sostenibilidad genérico que tienen todos los políticos, no ha destacado». Por eso, defiende el representante de Greenpeace, «El Algarrobico será un indicador para medir esa concienciación medioambiental de la nueva ministra» no sólo a nivel provincial puesto que, a su juicio, el hotel construido en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar será «clave a nivel estatal para determinar si hay un cambio de política medioambiental en el ministerio».
El colectivo más beligerante en la lucha ecologista por la caída del hotel de 20 plantas ha recibido, por tanto, con «cautela y recelo» el cambio realizado por el Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, al frente del medio ambiente español. «En su caso, va a estar bajo una lupa permanente» y, aunque, «hay que dejarle que aterrice en su nueva responsabilidad, al menos, los famosos cien días, esperemos que no agote el plazo y atienda los grandes temas que están en litigio», confía Mario Rodríguez, al tiempo que afirma que su organización está «preparada por lo que pueda pasar».Y, aunque entiende que los presupuestos para 2011 ya están «terminados», pide, por parte de la nueva ministra, una «política de gestos» que deseche cualquier «operación cosmética» en su nombramiento.
El valor de Aguilar
La elección de Aguilar como ministra del Medio Rural ha sido recibida con cierto optimismo por parte del campo almeriense, sobre todo, porque supone el cese de la anterior responsable, Elena Espinosa.
Así, el presidente de Asaja-Almería, Francisco Vargas, lamenta que el cambio haya «llegado ahora, que quizá sea demasiado tarde. Ha sido quien ha agravado la crisis en el sector». Su sustituta, la cordobesa Rosa Aguilar, es una política que, al menos para Góngora, «sabe situar en el mapa a Almería».
Además, ha asegurado que «siempre hemos dicho que aparte de la crisis económica, quizá la más importante que existe es la política». Es por ello que ha afirmado que, cuanto menos, «Aguilar es una política con un perfil más alto que esperemos redunde en una mayor comunicación con las organizaciones agrarias, que escuche, analice mejor los problemas y encuentre y comparta con nosotros espacios para buscar soluciones».
La secretaria general de UPA-Almería, Francisca Iglesias, valora positivamente que Aguilar sea andaluza, «la región más agrícola de España y una de las más ganaderas». Además, ha asegurado que «lo que necesita es rodearse de un buen gabinete técnico y político para que le dé la importancia que se merece el sector primario».
El presidente de Asaja-Almería, Francisco Vargas, por su parte, ha asegurado que «peor que Espinosa es imposible hacerlo».
Aún así, considera que «quizá sea demasiado tarde el cambio y no haya tiempo para que Aguilar se empape de las necesidades del sector, máxime cuando estamos en un momento crucial para el futuro de la agricultura, ya que se están debatiendo los extremos de la PAC». Vargas espera también que «nos escuche a las organizaciones agrarias y defendamos juntos los intereses del sector».
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