Juan A. Segura Vizcaíno
Secretario de Política Municipal del PSOE de Almería
Los trabajadores autónomos llevan varias semanas situados en el centro del discurso político. La reciente presentación, por parte del consejero de Empleo, del anteproyecto de la Ley andaluza de Promoción del Trabajo Autónomo ha debido poner nervioso a Arenas, que teme que muchos autónomos se den cuenta de quién está con ellos y quién no.
Sólo este temor puede explicar que el líder del PP andaluz haya corrido veloz a criticar el anteproyecto de Ley, cuando el texto acababa de hacerse público y, por lo tanto, aún no ha llegado el momento de debatirlo. Primero será en el seno de la Consejería donde se escuchen las distintas opiniones, y una vez que el proyecto se remita al Parlamento Andaluz, allí todos podremos hablar, debatir y proponer lo que creamos conveniente. Por lo tanto, las críticas tempraneras del PP no tienen fundamento. Mejor sería que se sentaran y empezaran a estudiar el anteproyecto, para ver si, llegado el momento, pueden aportar algo positivo.
Habrá que pensar que lo que les molesta de verdad en todo esto no es el texto en sí, sino que otra vez sea un gobierno socialista el que da un paso adelante para ampliar los derechos de un grupo muy importante de ciudadanos. El Gobierno de Rodríguez Zapatero fue pionero hace tres años al poner en marcha el Estatuto de los Trabajadores Autónomos, que sólo existe en España y que regula lo que aún no se regula en Europa, como son las bajas por enfermedad, los accidentes de trabajo, las enfermedades profesionales, el cobro de una prestación por cese de la actividad, la cotización a tiempo parcial, la jubilación anticipada o el permiso de paternidad para los autónomos. Estas medidas se incluyen en un sistema de protección social que prácticamente iguala a los trabajadores por cuenta propia con los que lo hacen por cuenta ajena.
Ahora, es otro gobierno socialista, el de Pepe Griñán, el que ha buscado mejorar las políticas del trabajo autónomo, reconociendo con ello el trabajo de los miles de hombres y mujeres que con su esfuerzo personal y asumiendo riesgos día a día, están generando una enorme riqueza para nuestra sociedad.
Frente a estas medidas, cabe pedirle al Arenas que señale una sola comunidad gobernada por el PP en la que se estén impulsando normas como la de Andalucía. O preguntarle por qué no puso en marcha ninguna iniciativa que tuviera como destinatarios a los autónomos durante los ocho años de gobierno del PP en España, en plena bonanza económica. Resulta, cuanto menos curioso, que un partido que nunca ha movido un dedo por los autónomos ahora se ponga a atacar una medida que será beneficiosa para todos.
Sólo este temor puede explicar que el líder del PP andaluz haya corrido veloz a criticar el anteproyecto de Ley, cuando el texto acababa de hacerse público y, por lo tanto, aún no ha llegado el momento de debatirlo. Primero será en el seno de la Consejería donde se escuchen las distintas opiniones, y una vez que el proyecto se remita al Parlamento Andaluz, allí todos podremos hablar, debatir y proponer lo que creamos conveniente. Por lo tanto, las críticas tempraneras del PP no tienen fundamento. Mejor sería que se sentaran y empezaran a estudiar el anteproyecto, para ver si, llegado el momento, pueden aportar algo positivo.
Habrá que pensar que lo que les molesta de verdad en todo esto no es el texto en sí, sino que otra vez sea un gobierno socialista el que da un paso adelante para ampliar los derechos de un grupo muy importante de ciudadanos. El Gobierno de Rodríguez Zapatero fue pionero hace tres años al poner en marcha el Estatuto de los Trabajadores Autónomos, que sólo existe en España y que regula lo que aún no se regula en Europa, como son las bajas por enfermedad, los accidentes de trabajo, las enfermedades profesionales, el cobro de una prestación por cese de la actividad, la cotización a tiempo parcial, la jubilación anticipada o el permiso de paternidad para los autónomos. Estas medidas se incluyen en un sistema de protección social que prácticamente iguala a los trabajadores por cuenta propia con los que lo hacen por cuenta ajena.
Ahora, es otro gobierno socialista, el de Pepe Griñán, el que ha buscado mejorar las políticas del trabajo autónomo, reconociendo con ello el trabajo de los miles de hombres y mujeres que con su esfuerzo personal y asumiendo riesgos día a día, están generando una enorme riqueza para nuestra sociedad.
Frente a estas medidas, cabe pedirle al Arenas que señale una sola comunidad gobernada por el PP en la que se estén impulsando normas como la de Andalucía. O preguntarle por qué no puso en marcha ninguna iniciativa que tuviera como destinatarios a los autónomos durante los ocho años de gobierno del PP en España, en plena bonanza económica. Resulta, cuanto menos curioso, que un partido que nunca ha movido un dedo por los autónomos ahora se ponga a atacar una medida que será beneficiosa para todos.
Ahora te preocupas tu de los autónomos? Ya va siendo hora de que te apartes de la política y des paso a la gente que de verdad siente el partido.
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