Juana Sánchez Requena
Secretaria General del PSOE de Sorbas y Concejal
Secretaria General del PSOE de Sorbas y Concejal
Con las palabras “aquí mando yo” el alcalde de Sorbas, el señor José Fernández, expulsó del último Pleno al portavoz socialista. Sucedió cuando éste le recriminó que no ofreciera explicación de sus actuaciones y descargara sobre trabajadores del Ayuntamiento su responsabilidad de informar al Pleno.
Con las palabras “aquí mando yo” el señor alcalde de Sorbas aborta cualquier intento del PSOE de cumplir su obligación de pedir cuentas en el Pleno y ejercer, en representación de los vecinos de Sorbas, un control sobre las actuaciones del primer edil.
Si de verdad aquí manda él, el señor Fernández debería ser coherente con sus palabras y asumir su responsabilidad sobre los problemas que padecen los vecinos de Sorbas, que no son pocos y que son consecuencia de sus decisiones o de la falta de éstas.
El PSOE de Sorbas no entiende cómo si manda el señor Fernández y aquí se hace lo que a él le conviene, luego elude sus responsabilidades y las descarga sobre sus trabajadores, culpándolos de todas las deficiencias del municipio.
Con las palabras “aquí mando yo” el señor alcalde de Sorbas aborta cualquier intento del PSOE de cumplir su obligación de pedir cuentas en el Pleno y ejercer, en representación de los vecinos de Sorbas, un control sobre las actuaciones del primer edil.
Si de verdad aquí manda él, el señor Fernández debería ser coherente con sus palabras y asumir su responsabilidad sobre los problemas que padecen los vecinos de Sorbas, que no son pocos y que son consecuencia de sus decisiones o de la falta de éstas.
El PSOE de Sorbas no entiende cómo si manda el señor Fernández y aquí se hace lo que a él le conviene, luego elude sus responsabilidades y las descarga sobre sus trabajadores, culpándolos de todas las deficiencias del municipio.
Y es que todo el mundo le ha oído decir también aquello de “yo no sé nada, para eso están los técnicos”.
En el fondo, lo que ocurre es que el señor Fernández, en sus delirios de poder, no entiende cómo alguien puede cuestionar sus decisiones. Se tiene en tan alta consideración que no le interesa la opinión de nadie, ni el debate, y se siente ofendido cuando se cuestionan sus actuaciones y se le exige que respete derechos garantizados en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía.
El señor Fernández ha dado un paso más en su estilo de gobierno ególatra, prepotente y déspota, en el que lo que menos importa es el bienestar de los sorbeños. Este alcalde sólo busca la satisfacción de su propio ego y eludir la verdad sobre su gestión en el Ayuntamiento, al que ha endeudado hasta el punto de poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo del municipio de Sorbas.
En el fondo, lo que ocurre es que el señor Fernández, en sus delirios de poder, no entiende cómo alguien puede cuestionar sus decisiones. Se tiene en tan alta consideración que no le interesa la opinión de nadie, ni el debate, y se siente ofendido cuando se cuestionan sus actuaciones y se le exige que respete derechos garantizados en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía.
El señor Fernández ha dado un paso más en su estilo de gobierno ególatra, prepotente y déspota, en el que lo que menos importa es el bienestar de los sorbeños. Este alcalde sólo busca la satisfacción de su propio ego y eludir la verdad sobre su gestión en el Ayuntamiento, al que ha endeudado hasta el punto de poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo del municipio de Sorbas.
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