Luis Rogelio Rodríguez-Comendador Pérez
Alcalde de Almería
La portavoz del Grupo Poular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, ha venido a Almería para apoyar la reivindicación del PP almeriense de que Zapatero invierta realmente en nuestra provincia el dinero que consignan oficialmente los Presupuestos Generales del Estado y que deje de escamotearnos esas inversiones. Y es que, tal como venimos denunciando en las últimas semanas, el gobierno socialista del señor Rodríguez Zapatero ha dejado de invertir 1.200 millones de euros que estaban previstos para Almería. ¿Dónde está ese dinero? ¿Dónde están esos compromisos con Almería que una vez más ha vuelto a incumplir el señor Zapatero? Está claro que las promesas y anuncios del señor Rodríguez Zapatero no valen ni el papel o el soporte informático en el que aparecen reflejados.
La portavoz del PP se une de este modo a nuestra exigencia de que las inversiones que se contemplen en los Presupuestos Generales del Estado cada año se cumplan. Ahora que tanta explicación y tanto malabarismo están haciendo los socialistas para explicar los Presupuestos del año que viene, convendría recordarles que de nada sirve que se anuncien cien o cien mil millones si al final no se ejecutan los proyectos y las obras.
Hay que insistir una vez más, porque es la pura verdad, que la mejor explicación de lo que está suponiendo para Almería la desastrosa gestión de Zapatero se ve en un simple análisis del nivel de empleo que había en nuestra provincia cuando este señor llegó a la Moncloa y ver cómo ha evolucionado en estos últimos seis años. Y la verdad es que las cifras resultantes son preocupantes. Mientras gobernaba el Partido Popular Almería era el ejemplo para el resto de España, puesto que habíamos llegado prácticamente a cotas de pleno empleo, mientras que en la actualidad el paro alcanza al 20% de la población residente en Almería. Parece evidente que el balance en Almería de los años del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no puede ser peor: en el año 2004 se encontró una Almería en marcha y en 2010 nos deja una Almería parada.
Pero Soraya Sáenz de Santamaría vino a Almería, además, a explicar que frente a la política de continuos incumplimientos, retrasos y escamoteos, el Partido Popular ofrece a la sociedad española un plan alternativo de reformas estructurales que ajuste del déficit por la vía del gasto y no por la subida de impuestos; una reforma laboral que busque no el despido sino la flexibilidad y estabilidad en el empleo; una reforma completa de la educación; la apuesta por la seguridad jurídica en el turismo y por la necesidad de incentivar con medidas como la bajada del impuesto sobre el valor añadido (IVA) al 4%, como hace por ejemplo Francia, para dinamizar este sector.
La portavoz del PP se une de este modo a nuestra exigencia de que las inversiones que se contemplen en los Presupuestos Generales del Estado cada año se cumplan. Ahora que tanta explicación y tanto malabarismo están haciendo los socialistas para explicar los Presupuestos del año que viene, convendría recordarles que de nada sirve que se anuncien cien o cien mil millones si al final no se ejecutan los proyectos y las obras.
Hay que insistir una vez más, porque es la pura verdad, que la mejor explicación de lo que está suponiendo para Almería la desastrosa gestión de Zapatero se ve en un simple análisis del nivel de empleo que había en nuestra provincia cuando este señor llegó a la Moncloa y ver cómo ha evolucionado en estos últimos seis años. Y la verdad es que las cifras resultantes son preocupantes. Mientras gobernaba el Partido Popular Almería era el ejemplo para el resto de España, puesto que habíamos llegado prácticamente a cotas de pleno empleo, mientras que en la actualidad el paro alcanza al 20% de la población residente en Almería. Parece evidente que el balance en Almería de los años del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no puede ser peor: en el año 2004 se encontró una Almería en marcha y en 2010 nos deja una Almería parada.
Pero Soraya Sáenz de Santamaría vino a Almería, además, a explicar que frente a la política de continuos incumplimientos, retrasos y escamoteos, el Partido Popular ofrece a la sociedad española un plan alternativo de reformas estructurales que ajuste del déficit por la vía del gasto y no por la subida de impuestos; una reforma laboral que busque no el despido sino la flexibilidad y estabilidad en el empleo; una reforma completa de la educación; la apuesta por la seguridad jurídica en el turismo y por la necesidad de incentivar con medidas como la bajada del impuesto sobre el valor añadido (IVA) al 4%, como hace por ejemplo Francia, para dinamizar este sector.
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