Agustín J. Muñoz Soler
Comentarista político
Parece que los trabajadores de Elsur están produciendo una convulsión en el casco urbano de El Ejido, según se desprende de las expresiones formuladas por el segundo de a bordo del alcalde Juan Enciso, que afronta otro momento duro que puede hacerle políticamente más daño que el desencadenado por la 'Operación Poniente', de la que sigo sin saber si su denominación corresponde al ámbito geográfico o al modus operandi.
Con independencia de la causa que motivó la denominación 'Operación Poniente', ya que la incidencia electoral es mínima hasta que exista sentencia judicial, el camino de Juan Enciso hacia su reelección se le está complicando, y no precisamente por las causas judiciales en las que se halla inserto sino, en mi opinión, por la situación que se está viviendo en Elsur.
Elsur no solamente es una marca, una empresa de servicios públicos o una tapadera de acciones supuestamente ilícitas, sino que antes bien es el motor que alimenta a una serie de familias en El Ejido que están imbricadas con otras con las que se interrelacionan y que contribuyen al sustento de otras familias ejidenses. La problemática que padece Elsur tiene, a mi juicio, mayor incidencia social y electoral que la 'Operación Poniente', y la administración política de este problema podría determinar los resultados electorales a los que se someterá Juan Enciso, lo que la causa judicial podría tener una incidencia colateral que por sí sola carecería.
Casos en los que reflejarse haberlos haylos, y me parece oportuno traer a colación las consecuencias políticas que se derivaron de la problemática laboral que en 1978 produjo Santana Motor en la ciudad jienense de Linares, y muy bien deberían reflejarse en ella los dirigentes municipales ejidenses porque por ende eran correligionarios suyos los linarenses.
Consecuentemente lo que observo es que Elsur puede provocar electoralmente lo que la 'Operación Poniente' por sí sola es incapaz de producir, como es el declive político de Juan Enciso. Las razones que sostienen tal percepción es la imbricación social de la empresa pública frente al aislamiento de la operación judicial, así como un ejemplo que podría haber sido distorsionado en el tiempo la actitud generada. Y pienso lo que estoy expresando cuando creo ser el único, y cuando digo el único me refiero a que ni los que tienen la obligación de defender a Juan Enciso lo han hecho, salvo honrosas excepciones, que está defendiendo que el Alcalde de El Ejido no debe dimitir como le vienen pidiendo durante el último año la práctica totalidad de las fuerzas políticas existentes, incluida una mayoría de la que preside. Pero pese a que sigo sostenimiento que Juan Enciso no debe dimitir como Alcalde de El Ejido porque sería la asunción de las responsabilidades que al parecer se le imputan judicialmente, creo sinceramente que se está equivocando en la administración política de la problemática laboral que padece Elsur, y este, en mi opinión, error sí que puede producirle un daño electoral irreparable que le impida resultar reelegido en las próximas Elecciones Municipales como hasta hace muy escaso tiempo se preveía.
Y el error más catastrófico que está cometiendo Juan Enciso en la administración política de la problemática que padece Elsur es su decisión de prohibir el suministro de alimentos a los trabajadores que se han encerrado en la Casa Consistorial. Con esta decisión pasa a ser un gobernante inquisidor tras haber sido visto por sus conciudadanos como un Alcalde al que han convertido en una víctima en lucha por el Poder. Por si fuesen débiles las razones para pensar en la actitud escasamente humanitaria que conlleva la decisión de impedir todo suministro de alimentos a los encerrados, su permanencia en la aceptación popular se sostenía precisamente en el matiz humano y no en el estrictamente político que siempre es cuestionable, pero por añadidura el problema laboral generado lo ha sido por su acción política y no por causas ajenas a su gestión política.
El grado de aceptación popular que Juan Enciso venía teniendo tras su peripecia en la 'Operación Poniente'' se debía única y exclusivamente a la incidencia del factor humano, del que se ha desprendido durante las últimas fechas por la nefasta, desde mi punto de vista, administración política de los últimos acontecimientos en la empresa Elsur.
Elsur puede ser, siempre en mi opinión, la que saque a Juan Enciso de la Alcaldía de El Ejido y no la 'Operación Poniente' y el abandono en las filas del PAL a que ésta le ha conducido. No creo que la desmembración del PAL tenga mucha incidencia electoral en El Ejido, ya que el Partido de Almería como el GIAL y otros muchos que han surgido en la provincia de Almería no han ido más allá del estado de ánimo de sus dirigentes que han venido durando o más allá de los ocho años o dos legislaturas.
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