La revista Interviú ha presenciado desde la barrera todo el desarrollo de la corrida de la Operación Poniente. Ahora, por fin, salta al ruedo, y lo hace cual un esporádico mal adiestrado y sin un mal pase que echarse a la boca.
A pesar del llamativo titular de portada (“El Ejido: más corrupción que en Marbella”), su interior es de una pobretería inmensa. No son más que un par de folios elaborados por Juan Luis Álvarez y Eugenio Narbaiza que no aportan nada nuevo a lo ya publicado por la prensa almeriense, tanto digital como escrita. Sorprende que Eugenio Narbaiza, que suele ser muy perspicaz y exigente en sus comentarios, se haya prestado a colaborar en este pobre reportaje de Interviú, pues, lo que se dice no es más que un escasísimo porcentaje de lo que los almerienses ya sabemos.
Alguien ha cundido el rumor de que los ejemplares de Interviú han desparecido de los kioscos, retirados por ansiosos lectores ávidos de conocer las primicias de la revista sensacionalista. Confieso que soy uno de ellos. Pero qué decepción, qué enorme decepción. A esto se le llama picar en el anzuelo. Y yo he picado. ¡Vaya timo! Ahora, eso sí, la chica de portada... ¡buena, buena!
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