¿Negligencia o accidente en Níjar?

Javier Salvador
Director de Teleprensa

Una niña muere en un parque biosaludable, es decir, en uno de esos que los ayuntamientos han puesto de moda para personas mayores porque queda bonito para la inauguración, pero al pasar un par de semanas desde la foto con el alcalde se convierte en el lugar en que siempre veremos a más niños que ancianos trasteando con aparatos. Mientras la familia de la víctima pasa el mayor trago de su vida, un golpe del que posiblemente nunca terminen de recuperarse, lo primero que se nos ocurre es que se trata de actos vandálicos, es decir que algún cabrón se entretuvo en quitar los tornillos que en muchos de estos aparatos, como en las ruedas de los coches, suelen ser especiales para que precisamente no los roben porque están en plena calle. Pero por si esta versión no cuela y la investigación dice otra cosa, no hay problema, el mensaje más alentador que se puede dar es el de “tranquis”, que paga el seguro.

Yo entiendo que una de las obsesiones de los alcaldes pueda ser aparecer en los periódicos o en una televisión, pero en ciertos momentos el silencio cautelar es la mejor herramienta para no meter la pata. Y vamos por partes.

En el parque sólo hay un aparato desatornillado. No hay pintadas, cascos de botellas ni otros signos de que ése sea un lugar tomado por vándalos, que, en cualquier caso, es responsabilidad de la Policía Local controlar. Tampoco son muy normales los vándalos que van armados de herramientas para desatornillar nada, directamente se montan en los aparatos para hacer el gamba y juegan a eso del elefante, es decir que si uno sube y no se cae llama a otro para ver qué tal, y así hasta que te encuentras a cinco insensatos subidos en un balancín hasta que se rompe. Pero ese aparato no estaba desencajado, partido o golpeado, sólo desatornillado.

La otra gran cuestión que queda en el espeso aire que se ha generado con ese asunto, porque no olvidemos que hay una niña muerta, es que todos los vecinos reconocen que el aparato que aplastó la cabeza de la pequeña llevaba varios días en el suelo.

Níjar como municipio tiene unos 27.000 habitantes, pero Níjar como localidad apenas roza los 3.000 vecinos, ya que las mayores poblaciones se concentran entre San Isidro y Campohermoso, y cada una de ellas duplica de sobra el número de almas que concentra el núcleo principal.

Lo que se hace difícil explicar, se tenga o no cubierta la responsabilidad civil directa o subsidiaria necesaria, es a qué carajos se dedican en el Ayuntamiento de Níjar, por qué no lo arreglaron si todos sabían que en un pequeño pueblito había un aparato suelto, en el suelo, peligroso, donde todos los días decenas de niños se montaban porque pilla de camino en la salida y entrada de un colegio, ya que no es un parque acotado, sino una acera ancha. Y los aparatos no pasan desapercibidos, pues tienen formas verdaderamente atractivas para los niños y colores tan llamativos como el rojo y el amarillo.

Me cuesta creer que un ayuntamiento con un presupuesto de unos 27 millones de euros, no tenga una pareja de policías capaz de precintar el lugar o una brigada capaz de actuar de manera inmediata, ya sea para retirar el aparato hasta su correcta reinstalación o para poner nuevamente los seis tornillos que le quitaron o se soltaron, porque ese matiz tendrá que desvelarlo la investigación judicial que desarrolle la guardia civil o los informes periciales que pida quien va a exigir la responsabilidad correspondiente. No olvidemos que ha muerto una niña.

Y vamos a dar un pasito más. Es decir, no hay nadie que pueda poner el aparato en su sitio durante los varios días que está tirado en el suelo, pero tras el accidente apenas tardan unas horas en colocarlo, asegurarlo y garantizar que no se cae. Supongo que con autorización del juez, porque se trata del escenario de una muerte.

No, creo que esta vez el ayuntamiento se equivoca. Que el silencio cautelar hubiese sido su primera y mejor opción, porque son tantos los interrogantes que suena a huida hacia delante. Y la gran pegunta que queda en el aire es muy sencilla ¿Qué pasaría si la niña tuviese apellido español y no rumano?

Aquí hay mucho más que responsabilidades civiles o económicas, pero el tiempo y los vecinos dirán.
(teleprensa.es) 

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