Antonio Felipe Rubio
Periodista
Muchos fueron los comentarios sobre las declaraciones del presiente de la Junta en las que solicitaba el cambio del concepto “parado” por el de “oferente” de empleo. Es decir, que toda aquella persona carente de empleo; o sea, parada, se convertiría por mor del discurso políticamente correcto en un “ofrecedor” de empleo.
El término oferente (el que ofrece) no es correcto, pues sólo puede ofrecer empleo el que tiene capacidad para contratar a los trabajadores que están en situación de disponibles o demandantes de empleo. Por tanto, el parado nunca es oferente sino demandante de empleo. Es más, un trabajador con empleo puede ser sensible a un oferente (empresario) si le mejora las condiciones para cambiar de empleo. Es lo que se suele decir: “ha recibido una oferta inmejorable”.
Ante el ridículo de estas afirmaciones, el presidente de la Junta del PSOE de Sevilla; lejos de disculparse, niega la mayor.
Su salida ha sido la de mentir. Negó esas declaraciones y retó a quienes las tuviesen grabadas a que las sacara. Pues bien, la Cadena COPE las grabó y, respondiendo al reto, las difundió: el resultado es patético para Griñán.
Tenemos un presidente que ha sido pillado in fraganti mintiendo… y no pasa nada. No pasa nada porque son muy pocas las voces que le van a afear esta deplorable conducta; más deplorable aún cuando no se esconde ni se abochorna. No. Se crece, reta y confía en la posible ausencia de pruebas. Y, lo que es peor, piensa que quien las tuviere las ocultará por temor a represalias.
Si esto ocurriese en circunstancias de libertad de expresión e independencia de los medios de comunicación la recriminación hubiese tenido el recorrido que merece.
Existen paradigmas de la silente complicidad de los medios de comunicación con el famoso viaje de Martín Soler a Valencia durante la gran manifestación del “Agua para Todos”. Soler afirmó que estuvo allí “defendiendo los intereses de los almerienses”, pero jamás hubo foto. Sin embargo, amenazó que la “podría sacar” (la foto) utilizando un tono chulesco que amedrentó a casi todos los medios de comunicación que, en su inmensa mayoría, tragaron paquete.
Posteriormente, se supo que el mismo día y a la misma hora disfrutaba de una jornada de solaz en Benecid, pedanía de Fondón.
Estas, y otras prácticas de control de los medios de comunicación; algunas, generosamente estipendiadas, son las que posibilitan que se mienta tan groseramente sin consecuencia alguna. Incluso, permiten el ejercicio altanero y chulesco de la negación de la evidencia.
No merecemos un Gobierno que mienta. Pues eso.
El término oferente (el que ofrece) no es correcto, pues sólo puede ofrecer empleo el que tiene capacidad para contratar a los trabajadores que están en situación de disponibles o demandantes de empleo. Por tanto, el parado nunca es oferente sino demandante de empleo. Es más, un trabajador con empleo puede ser sensible a un oferente (empresario) si le mejora las condiciones para cambiar de empleo. Es lo que se suele decir: “ha recibido una oferta inmejorable”.
Ante el ridículo de estas afirmaciones, el presidente de la Junta del PSOE de Sevilla; lejos de disculparse, niega la mayor.
Su salida ha sido la de mentir. Negó esas declaraciones y retó a quienes las tuviesen grabadas a que las sacara. Pues bien, la Cadena COPE las grabó y, respondiendo al reto, las difundió: el resultado es patético para Griñán.
Tenemos un presidente que ha sido pillado in fraganti mintiendo… y no pasa nada. No pasa nada porque son muy pocas las voces que le van a afear esta deplorable conducta; más deplorable aún cuando no se esconde ni se abochorna. No. Se crece, reta y confía en la posible ausencia de pruebas. Y, lo que es peor, piensa que quien las tuviere las ocultará por temor a represalias.
Si esto ocurriese en circunstancias de libertad de expresión e independencia de los medios de comunicación la recriminación hubiese tenido el recorrido que merece.
Existen paradigmas de la silente complicidad de los medios de comunicación con el famoso viaje de Martín Soler a Valencia durante la gran manifestación del “Agua para Todos”. Soler afirmó que estuvo allí “defendiendo los intereses de los almerienses”, pero jamás hubo foto. Sin embargo, amenazó que la “podría sacar” (la foto) utilizando un tono chulesco que amedrentó a casi todos los medios de comunicación que, en su inmensa mayoría, tragaron paquete.
Posteriormente, se supo que el mismo día y a la misma hora disfrutaba de una jornada de solaz en Benecid, pedanía de Fondón.
Estas, y otras prácticas de control de los medios de comunicación; algunas, generosamente estipendiadas, son las que posibilitan que se mienta tan groseramente sin consecuencia alguna. Incluso, permiten el ejercicio altanero y chulesco de la negación de la evidencia.
No merecemos un Gobierno que mienta. Pues eso.
(noticiasdealmeria.com)
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