Papistas y papas

Javier Salvador

Director de Teleprensa

Siempre he defendido que las renovaciones de ideas, de caras y personas, no tienen que venir acompañadas de chicos jóvenes como único exponente del aire fresco. La renovación, en muchas ocasiones, consiste en enfrentarse a la realidad y no vivir del escenario en el que uno cree estar y que otros, con su aliento incondicional, parecen reforzar de tal forma que hasta la mentira se convierte en verdad. Digamos los más papistas que el Papa.

Quizás lo que mejor le viene al PSOE en este momento es que muchos barredas, a la imagen y semejanza del presidente de la comunidad de Castilla- La Mancha, le den un par de collejas a su partido para que reaccione, despierte y se deje de tonterías, porque en líneas generales se vive pensando en que de aquí a dos años “la cosa” puede remontar, pero la inmediata realidad es que comunidades importantes, como Madrid, Murcia, Castilla La- Mancha, Catalunya y muchas otras se enfrentan a procesos electorales decisivos y, por supuesto, ahí están las municipales para las que se hacen cuentas de hasta cuánto pueden perder y no en el sentido de hasta dónde serían capaces de recuperar si hubiese un cambio de rumbo real.

Y ahí es, precisamente, donde ese consejo de sabios que sí tiene el PSOE y del que carece el PP, aquellos que fueron los padres de la democracia, como los felipes and company, deben tomar parte de ese protagonismo porque no se trata de ganar terreno nuevo, sino de recuperar el perdido.

El viernes los críticos del PP, el colectivo Democracia y Libertad, hacían público uno de sus escritos y advertían que el problema de su partido es que, aún con la que cae, las encuestas de intención de voto demuestran que sólo ha crecido un 3%, mientras que el PSOE ha caído un 12,2. Así, están preocupados porque en su partido se sienten seguros con datos que les dicen que pueden ganar por enfermedad zapateril y no por sus propios méritos.

Otra cosa que dicen, y aunque críticos son del PP desde chiquitillos, es que deben andarse con ojo, porque los procesos de primarias, lejos de dañar al PSOE, pueden hacer volver a eso que ellos llaman “esa masa oscura”, es decir a ese 12,2% y a alguna de aquellas viejas glorias que saben que les apearía de su inestable ventaja, como puede suceder con un Solana a quien temen más que una vara verde.

El patio está muy revuelto y todos miran a Zapatero para intuir su próximo movimiento. Saben, y puede que sólo por causas ajenas al presidente como una coyuntura económica internacional desastrosa, que el PSOE necesita un candidato nuevo de cara al 2012. Que él tendrá que abandonar ese sueño de ser un líder mundial por la paz nacido en Moncloa, porque con cuatro millones de parados y por muy loable que sea el fin, a la gente le importan un carajo las moratorias internacionales de la pena de muerte, mientras su oficio a día de hoy sea sobrevivir.

(La Voz de Almería)