José Carlos Dopico
Concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Almería
Mire usted, doña Ángeles María Segura, si necesita traducir de metros a kilómetros para entender las cifras, pues vale, no se preocupe que le ayudo, pero que fundamente la crítica a este concejal de Movilidad, en que ha mencionado la construcción de 21.731 metros de carril bici en la ciudad de Almería, cuando según usted debía haber dicho 21,731 kilómetros , es muy pobre.
Por cierto, que a estas alturas, y fíjese si trabajamos rápido en el equipo de Gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Almería, que superamos en estos momentos los 2.200.000 centímetros de carril bici. Sí, 22.000.000 milímetros .
Y tengo que reconocérselo, hay capitales que tienen más kilómetros, y otras menos. Resulta sin duda mucho más significativo recordar algunos detalles que amablemente pongo en su conocimiento. Uno es que en el caso de Vitoria –que menciona en su respetuoso artículo del pasado martes- comenzaron a realizarlo en los ochenta, es decir, hace treinta años; y lo segundo es que aquí, en Almería, en prácticamente treinta años de gobiernos municipales socialistas el único tramo que se hizo fue el del Parque Nicolás Salmerón: el único.
Le iba a invitar a buscar el resultado de una ecuación, pero vamos a limitarnos a una multiplicación: en siete años de gobierno municipal del PP hemos hecho más de 22 kilómetros de carril bici, si hubiéramos estado gobernando este Ayuntamiento tanto tiempo como el PSOE habríamos hecho… venga, se lo dejo ahí.
Un dato más es que, puestos a ser tan prolijos como usted, le diré que Vitoria no tiene 235.000 habitantes, sino 235.661 a 20 de septiembre de 2010, en tanto que Almería 188.810, es decir, 46.851 menos. No sé qué quiere argumentar aportando el dato de habitantes, pero me he preocupado de buscar la cifra en el Instituto Nacional de Estadística para que las tenga actualizadas. Uno de los problemas de los carriles bici en todas las ciudades –y permítame que le remita a las hemerotecas- es que tienen un uso escaso, como bien saben su compañero Juan Carlos Usero en calidad de Presidente de la Diputación. Pregunte por el resultado de la campaña de préstamo de bicis que pusieron en marcha, y con esos datos, le agradeceré que nos ilustre porque desde que lo anunciaron a bombo y platillo desde la rimbombante Oficina (… en fin) Técnica del Cambio Climático no hemos vuelto a saber nada.
Tengo que decirle que una de las cosas que me ha sorprendido de su cariñoso artículo es que por el dato de kilómetros de carril bici sí leyó un artículo que publiqué sobre la movilidad sostenible en la capital, pero luego debió despistarla algo y se perdió algunos aspectos sobre este asunto a los que me referí. Bien es verdad que si en la presentación de la Semana de Movilidad nos hubiéramos podido sentar a la misma mesa las dos administraciones coorganizadoras (puede verlo en todos los carteles y folletos informativos), pues no sólo la Junta de Andalucía habría podido contar qué ha hecho o va a hacer, también este concejal hubiera hablado, y quizás usted se habría enterado. Pero no, en la misma mesa sólo se sentó una de las administraciones, ¿no le parece curioso, compañera concejal?
Pero esta actitud sectaria, sin dejar de ser desafecto a los ciudadanos de la capital, tiene su reflejo también en las subvenciones. Y es que este Ayuntamiento ha tenido que hacer sólo los milímetros, centímetros, metros y kilómetros de carril bici que hay en la ciudad, ya que desde la Junta de Andalucía no han querido darnos ni un céntimo para este fin, alegando que no conformaban entre sí un itinerario… pues por eso, para eso pedíamos las subvenciones correspondientes, para poder crear ese itinerario.
Para tranquilizarla –y en vista de que sus muchas ocupaciones le han dejado impedir atender los detalles mencionados en el artículo- le recordaré que nuestra trabajo en estos momentos se encarrila hacia la conexión entre los distintos viales para ciclistas –lo que significará más kilómetros o metros de carril- y la apuesta por las ciclocalles, que como buena aficionada a ese medio de transporte seguramente utiliza con frecuencia para moverse por Almería.
Y como colofón, y en señal de lo mucho que estimo que haya decidido dedicarse a mí en estos primeros días de trabajo, le voy a recomendar la lectura del organigrama municipal. Sí, sé que no es algo apasionante, pero le aclarará la estructura del equipo de Gobierno, cómo fue adaptada a la Ley de Grandes Ciudades y las competencias de cada concejal. Créame que comprendo que no esté al día porque entre que la echan a usted de asesora, dimite un candidato in péctore, porque otro casi le llama delincuente, a otro posible candidato lo mandan a la Junta para que no moleste, a usted que todo esto le permitió llegar a concejal… pues sí, ha sido todo muy convulso.
Ése es el panorama que veo enfrente en cada pleno, pues en este equipo de Gobierno ni hemos tenido ni tenemos ese problema. Gracias a eso hemos resuelto el problema del servicio de taxi entre la capital y el Bajo Andarax, y le explico cómo lo hemos hecho por si en algún momento le fuera de utilidad.
Lo primero, ser sensibles a lo que me piden los taxistas como Concejal de Movilidad. Luego, ponernos en contacto con la Junta para pedirle que haga lo que reclaman y que nosotros respaldamos, y cuando hay una reunión acudimos dos concejales, claro, el de Movilidad, y también el de Obras Públicas, mi compañero Paco Amizián, el mismo Área que ostenta la delegada que se sentaba frente a nosotros. Quizás a usted le pueda parecer extraño que trabajemos juntos, pero a mí no me extraña que cuando la delegada busca una reunión con nuestro alcalde –el suyo, el mío y el de todos los almerienses- lo primero que haga él es llamarme para que yo también acuda.
Tan afectuosamente como empecé, me despido, pidiéndole mil disculpas por haber tardado casi una semana en responderle por alusiones, pero es que estoy trabajando y no tengo mucho tiempo para estas batallitas.
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