Amigos de la Iglesia de las Salinas
Esperamos que esta vez se trate de un anuncio real y no como el que se produjo entre 2007 y 2008 cuando lo que al final hubo que rehabilitar fue el cartel que anunciaba unos arreglos que nunca llegaron
El delicado estado de conservación en el que se encuentra la iglesia de Las Salinas de Cabo de Gata fue el principal motivo por el que se puso en marcha esta asociación de amigos de la iglesia hace ya casi un año. Y, por este motivo, desde esta asociación se valora muy positivamente el anuncio hecho el pasado miércoles por parte del Obispado de que pretende acometer por fin la rehabilitación de la iglesia.
Asimismo, también queremos precisar que no entendemos por qué el señor Obispo, don Adolfo González Montes, falta a la verdad afirmando que el templo se cerró al culto en el verano de 2006 y que el tiempo que ha transcurrido hasta ahora es el normal de hacer un proyecto, buscar financiación y preparar la intervención. Cabe recordar que, como perfectamente debe saber el señor Obispo, el templo fue cerrado al culto en la Navidad de 2004, tal y como podemos atestiguar los miembros de esta asociación que pisamos por última vez el interior de la iglesia para colocar el tradicional Belén en dicha fecha y como atestiguan un sinfín de artículos publicados en prensa a partir de entonces.
Por otro lado, también es necesario recordar que ya en el verano de 2006 el Obispado ya había contactado con una empresa de la construcción para llevar a cabo la intervención y ya tenía contratado a un arquitecto para que realizara un proyecto de rehabilitación que se aparcó, según se anunció, por el litigio con la empresa propietaria del terreno y que se resolvió en Octubre de 2006 a favor del Obispado. También hay referencias en prensa a este respecto.
Y, por último, simplemente hay que tirar de hemeroteca para ver que en Febrero de 2008 el Obispado anunciaba que ya tenía el proyecto listo para hacer la rehabilitación cuanto antes, que durante todo ese año se le fue dando largas al proyecto hasta que finalmente se aparcó sin fecha y que no se ha vuelto a saber nada más de él ni de la iglesia de Las Salinas hasta que esta asociación se puso en marcha con reiteradas informaciones y acciones acerca del estado en el que se encuentra este edificio a finales del año pasado.
Y es que, aunque se pretenda dar la imagen de que ha pasado muy poco tiempo desde que se cerró hasta ahora y de que el deterioro no ha sido tan grande, lo cierto es que desde esta asociación ya hemos dado cuenta, simplemente en menos de un año, de la caída de la cruz, de desprendimientos de las cornisas del campanario, de que éste está cada vez más inclinado y del expolio y los daños que se han producido en el interior del mismo debido a que hay una ventana arrancada y las dos puertas del coro están abiertas. Por cierto que esa ventana sigue arrancada y esas puertas siguen abiertas y esperamos que no haya que esperar a que se haga un estudio, se redacte un proyecto, se anuncie en prensa, se busque financiación y se coloque un cartel de que se va a hacer para que se cierren cuanto antes.
En fin, en cuanto al deterioro, sólo hay que calcular todo lo que lleva acumulado el templo no solo desde que se cerró en la Navidad de 2004 sino desde que se realizó en él la última intervención relacionada con la rehabilitación, conservación o arreglo del inmueble. Y ya que parece que desde el Obispado no se está demasiado de acuerdo con el tiempo que se expresa que está sin recibir ningún tipo de cuidado el templo de Las Salinas, le animamos a que comunique cuando fue la última vez que se hizo algún tipo de intervención en el templo. Le daremos como pista que tuvo que ver con la impermeabilización del techo para evitar unas goteras que producían, por cierto, los desprendimientos que ya se estaban produciendo de las cornisas del campanario. Y ya que tanto se anima a que los vecinos arrimemos el hombro, no tenemos ningún problema en recordar que dicha obra se sufragó con las donaciones de los feligreses que acudían a misa.
Aún así y pese a todo lo anterior y a la incomprensible ironía con la que el pasado miércoles se hizo referencia a las acciones puestas en marcha por parte de nuestro colectivo, reiteramos nuestra satisfacción por el hecho de que definitivamente se lleve a cabo la urgente y necesaria rehabilitación del templo salinero siempre que esta vez lo que se busque no vuelva a ser un titular y una foto en prensa y un cartel publicitario para dejar pasar el tiempo como ya sucedió en 2007 y 2008 y desde entonces hasta ahora. Además, insistimos en lo que planteamos desde un primer momento: que nuestro único objetivo es que la iglesia siga en pie y vuelva a recuperar el esplendor que nunca debió perder, independientemente de quién acometa dicho arreglo y de unas cuestiones de la titularidad y del uso que se le dé en las que nunca se ha entrado desde esta asociación.
Por eso, estamos dispuestos a arrimar el hombro en todo lo que sea necesario para conseguir que esto se lleve a cabo a través de los cauces que tenemos en nuestra mano, denunciando la situación en la que está el edificio y manteniéndolo de actualidad, tratando de conseguir la implicación de cuantas más administraciones mejor y, sobre todo, tratando de mantener viva la llama de la conciencia y de la memoria acerca de todo lo que ha ocurrido y ocurre con la iglesia de Las Salinas.
El delicado estado de conservación en el que se encuentra la iglesia de Las Salinas de Cabo de Gata fue el principal motivo por el que se puso en marcha esta asociación de amigos de la iglesia hace ya casi un año. Y, por este motivo, desde esta asociación se valora muy positivamente el anuncio hecho el pasado miércoles por parte del Obispado de que pretende acometer por fin la rehabilitación de la iglesia.
Asimismo, también queremos precisar que no entendemos por qué el señor Obispo, don Adolfo González Montes, falta a la verdad afirmando que el templo se cerró al culto en el verano de 2006 y que el tiempo que ha transcurrido hasta ahora es el normal de hacer un proyecto, buscar financiación y preparar la intervención. Cabe recordar que, como perfectamente debe saber el señor Obispo, el templo fue cerrado al culto en la Navidad de 2004, tal y como podemos atestiguar los miembros de esta asociación que pisamos por última vez el interior de la iglesia para colocar el tradicional Belén en dicha fecha y como atestiguan un sinfín de artículos publicados en prensa a partir de entonces.
Por otro lado, también es necesario recordar que ya en el verano de 2006 el Obispado ya había contactado con una empresa de la construcción para llevar a cabo la intervención y ya tenía contratado a un arquitecto para que realizara un proyecto de rehabilitación que se aparcó, según se anunció, por el litigio con la empresa propietaria del terreno y que se resolvió en Octubre de 2006 a favor del Obispado. También hay referencias en prensa a este respecto.
Y, por último, simplemente hay que tirar de hemeroteca para ver que en Febrero de 2008 el Obispado anunciaba que ya tenía el proyecto listo para hacer la rehabilitación cuanto antes, que durante todo ese año se le fue dando largas al proyecto hasta que finalmente se aparcó sin fecha y que no se ha vuelto a saber nada más de él ni de la iglesia de Las Salinas hasta que esta asociación se puso en marcha con reiteradas informaciones y acciones acerca del estado en el que se encuentra este edificio a finales del año pasado.
Y es que, aunque se pretenda dar la imagen de que ha pasado muy poco tiempo desde que se cerró hasta ahora y de que el deterioro no ha sido tan grande, lo cierto es que desde esta asociación ya hemos dado cuenta, simplemente en menos de un año, de la caída de la cruz, de desprendimientos de las cornisas del campanario, de que éste está cada vez más inclinado y del expolio y los daños que se han producido en el interior del mismo debido a que hay una ventana arrancada y las dos puertas del coro están abiertas. Por cierto que esa ventana sigue arrancada y esas puertas siguen abiertas y esperamos que no haya que esperar a que se haga un estudio, se redacte un proyecto, se anuncie en prensa, se busque financiación y se coloque un cartel de que se va a hacer para que se cierren cuanto antes.
En fin, en cuanto al deterioro, sólo hay que calcular todo lo que lleva acumulado el templo no solo desde que se cerró en la Navidad de 2004 sino desde que se realizó en él la última intervención relacionada con la rehabilitación, conservación o arreglo del inmueble. Y ya que parece que desde el Obispado no se está demasiado de acuerdo con el tiempo que se expresa que está sin recibir ningún tipo de cuidado el templo de Las Salinas, le animamos a que comunique cuando fue la última vez que se hizo algún tipo de intervención en el templo. Le daremos como pista que tuvo que ver con la impermeabilización del techo para evitar unas goteras que producían, por cierto, los desprendimientos que ya se estaban produciendo de las cornisas del campanario. Y ya que tanto se anima a que los vecinos arrimemos el hombro, no tenemos ningún problema en recordar que dicha obra se sufragó con las donaciones de los feligreses que acudían a misa.
Aún así y pese a todo lo anterior y a la incomprensible ironía con la que el pasado miércoles se hizo referencia a las acciones puestas en marcha por parte de nuestro colectivo, reiteramos nuestra satisfacción por el hecho de que definitivamente se lleve a cabo la urgente y necesaria rehabilitación del templo salinero siempre que esta vez lo que se busque no vuelva a ser un titular y una foto en prensa y un cartel publicitario para dejar pasar el tiempo como ya sucedió en 2007 y 2008 y desde entonces hasta ahora. Además, insistimos en lo que planteamos desde un primer momento: que nuestro único objetivo es que la iglesia siga en pie y vuelva a recuperar el esplendor que nunca debió perder, independientemente de quién acometa dicho arreglo y de unas cuestiones de la titularidad y del uso que se le dé en las que nunca se ha entrado desde esta asociación.
Por eso, estamos dispuestos a arrimar el hombro en todo lo que sea necesario para conseguir que esto se lleve a cabo a través de los cauces que tenemos en nuestra mano, denunciando la situación en la que está el edificio y manteniéndolo de actualidad, tratando de conseguir la implicación de cuantas más administraciones mejor y, sobre todo, tratando de mantener viva la llama de la conciencia y de la memoria acerca de todo lo que ha ocurrido y ocurre con la iglesia de Las Salinas.
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