Sin bus, sin bici y sin ná

Anyes Segura
Concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Almería
 
"Bicycle, bicycle, bicycle, I want to ride my bicycle, bicycle, bicycle"... así empezaba una canción de Queen, y así nos hemos quedado, gritando que queremos sacar nuestras bicis a la calle. Pero parece misión imposible. Hace unas semanas un grupo de estudiantes se quejaban ante el concejal de Seguridad y Movilidad de la falta de líneas suficientes de bus que cubran el trayecto hacia la universidad de Almería; la respuesta que recibieron fue un "y a mí qué me cuentas" por parte de dicha autoridad. Ahora son los usuarios de la bicicleta los que se vuelven a quedar con sus pedales parados ante la falta de rigor y seriedad por parte del equipo de gobierno del ayuntamiento de Almería.
 
Hace casi dos años (¡dos años!) el pleno aprobó por unanimidad una moción presentada por Izquierda Unida en la que se instaba a poner en marcha un plan director para el fomento del uso de la bicicleta, así como la elaboración de una ordenanza municipal que regulara los aparcamientos para las bicis por la ciudad (aparcamientos que no existen, por cierto). Casi dos años después, las políticas del Partido Popular al respecto son aquellas que surgen al dictado del asesor de comunicación del alcalde de Almería. Es decir, nulas.
 
Hacer ciudad no sólo significa ocuparse de los grandes temas capitales que copan las primeras páginas de los periódicos locales; hacer ciudad es también ocuparse de las reivindicaciones de colectivos y de las demandas ciudadanas ante cuestiones de importancia decisiva. Un ciclista no es sólo un deportista, sino que es también alguien que cada mañana decide coger su bici e ir al trabajo sobre dos ruedas, y no sobre cuatro. Este gesto tan normal, tan común en otras ciudades, no sólo contribuye a satisfacer deseos individuales, sino que también es una medida medioambiental, de lo que hoy en día nos da por llamar "eficiencia energética"; es una medida que ayuda a descongestionar el tráfico de la ciudad, y es una medida saludable. Pero también es un gesto que a veces supone jugarse el tipo, cruzar entre coches, sufrir pitadas de impacientes que llegan tarde al trabajo y no pueden adelantarte, supone amarrar tu bici a una farola sin posibilidad alguna de aparcarla, y supone que además algunos se rían de ti.

En muchas ocasiones, las instituciones públicas tienen la "obligación" de potenciar comportamientos y hábitos saludables entre sus ciudadanos, y esto es precisamente lo que no abunda en Almería; cuando Diputación de Almería puso en marcha su plan de fomento de la bici en los centros de trabajo de esta institución, el ayuntamiento sólo supo mofarse y burlarse de una medida positiva e innovadora. Ahí radica el auténtico problema: la burla sobre lo serio y la nula capacidad de escucha por parte del equipo de gobierno del ayuntamiento de Almería. Que sigan haciéndose los sordos

1 comentario:

  1. Sra. o Srta. Segura, conozco suficientemente bien los términos de la reunión a la que hace referencia como para segurar, sin miedo a equivocarme, que USTED MIENTE.
    Le aconsejo que se tome la pena de hablar con las chicas de sinbus antes de volver a frivolizar sobre el asunto.

    Saludos.

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