Lourdes Ramos
Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Gádor
De la misma forma que el obstinado personaje de “Don Rodrigo de Quesada”, interpretado por el entrañable Paco Martínez Soria en la película “Don Erre que erre”, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia, el secretario general de los socialistas de Gádor, Juan Antonio Almansa Almansa, continúa con la fijación de ser alcalde de Gádor por sentencia judicial y no gracias al apoyo de la mayoría de los gadorenses en unas elecciones democráticas, a pesar de que el Tribunal Supremo le ha dado, no una, sino dos bofetadas con dos autos a favor de Eugenio Gonzálvez.
Ante la más que evidente falta de “luces” del señor Almansa no sabemos qué es peor, un secretario general del PSOE en Gádor que no se entera o la de un máximo responsable socialista en nuestro pueblo que no quiere enterarse. Porque mientras en público afirma que “acata”, aunque no comparte, las dos resoluciones del Tribunal Supremo, en privado no dice lo mismo y continúa “erre que erre” con su idea fija de convencer a los gadorenses que puede llegar a ser alcalde de Gádor por resolución judicial, ya que por votación mayoritaria no lo ha conseguido durante todos estos años, sencillamente porque los gadorenses no quieren ser gobernados por un “personaje” como éste.
Ahora, todavía sin asimilar los dos varapalos que le ha dado el Supremo, y que han supuesto un grave revés a su objetivo de inhabilitar a Eugenio Gonzálvez y tener libre el camino hacia la alcaldía de Gádor, intenta engañar de nuevo a los gadorenses hablando de que “aún quedan dos contenciosos-administrativos” interpuestos en Almería, que “ya veréis como Eugenio no se va a escapar”, no sabemos si como último recurso para mantener los pocos “incondicionales” que le quedan o para engañarse a sí mismo. Porque ya ni en su partido le creen.
Aunque el señor Almansa no soporta que una mujer pueda contradecirle, como así lo demuestra pleno tras pleno cuando tomo la palabra y su “feminismo” de cartón-piedra aflora a flor de piel, yo, Lourdes Ramos, una simple trabajadora que ahora dedica todo su tiempo a sus vecinos, le voy a aclarar lo que es un contencioso-administrativo para que no cree falsas esperanzas nuevamente a nadie y mucho menos cause daños económicos nunca más a ningún gadorense, socialista incluido, por su fijación con la persona de Eugenio Gonzálvez.
Señor Almansa, lo primero que debe usted hacer es decirles la verdad a los pocos que todavía confían en su persona, y decirles que cuando un ciudadano, una asociación o una empresa pone un contencioso-administrativo contra un ayuntamiento o cualquier otra administración, lo hace contra el ayuntamiento o administración por una actuación que considera injusta, pero nunca contra el alcalde, el presidente de la comunidad o del gobierno. ¿O es que los cientos de miles de contenciosos-administrativos interpuestos por los españoles que no están de acuerdo con alguna multa de tráfico van contra el presidente del Gobierno, su compañero José Luis Rodríguez Zapatero? ¿Acaso va Zapatero a la cárcel cada vez que se nos da la razón y se nos anula la multa?
En algún momento en que su obstinación le deje ver con claridad, debe explicarle a los suyos, mientras le queden, que los conflictos que puedan surgir entre la Administración y los ciudadanos se resuelven mediante la interposición de los correspondientes recursos contenciosos-administrativos, y no hay más. No van a esposar por esto a Eugenio Gonzálvez, aunque le pese, ni le van a condenar; porque sencillamente es el procedimiento administrativo habitual en la relación de administración y administrado cuando no están de acuerdo.
Ni Eugenio Gonzálvez, ni los militantes y simpatizantes del PP de Gádor, ni los más de 1.500 gadorenses que le arroparon días atrás en la celebración de su cumpleaños, la misma fecha que eligió usted hace unos años para anunciar las denuncias que puso en el Supremo a nuestro alcalde, tenemos culpa que en la fiesta celebrada por el PSOE de Gádor en la misma nave municipal por la que usted quiso meter en la cárcel a Eugenio Gonzalvez, no fuese ni el “apuntaor”. Que se encontrase sólo, sin estar arropado por la mayoría de los gadorenses; no es por ninguno de nosotros, sino por usted, por su actitud, por sus compartimientos, por meter en problemas a muchos gadorenses y compañeros de su partido, que posiblemente ahora tengan que hacer uso de sus ahorrillos, en plena crisis económica, para pagar solidariamente las costas de unos juicios para los que usted les convenció con la idea de que retirarían a Eugenio de la política y que prestar sus firmas al escrito no supondría nada. Señor Almansa, siga usted “Don Erre que erre”, pero no engañe más ni perjudique a ningún gadorense más, ni a los de su partido.
Ante la más que evidente falta de “luces” del señor Almansa no sabemos qué es peor, un secretario general del PSOE en Gádor que no se entera o la de un máximo responsable socialista en nuestro pueblo que no quiere enterarse. Porque mientras en público afirma que “acata”, aunque no comparte, las dos resoluciones del Tribunal Supremo, en privado no dice lo mismo y continúa “erre que erre” con su idea fija de convencer a los gadorenses que puede llegar a ser alcalde de Gádor por resolución judicial, ya que por votación mayoritaria no lo ha conseguido durante todos estos años, sencillamente porque los gadorenses no quieren ser gobernados por un “personaje” como éste.
Ahora, todavía sin asimilar los dos varapalos que le ha dado el Supremo, y que han supuesto un grave revés a su objetivo de inhabilitar a Eugenio Gonzálvez y tener libre el camino hacia la alcaldía de Gádor, intenta engañar de nuevo a los gadorenses hablando de que “aún quedan dos contenciosos-administrativos” interpuestos en Almería, que “ya veréis como Eugenio no se va a escapar”, no sabemos si como último recurso para mantener los pocos “incondicionales” que le quedan o para engañarse a sí mismo. Porque ya ni en su partido le creen.
Aunque el señor Almansa no soporta que una mujer pueda contradecirle, como así lo demuestra pleno tras pleno cuando tomo la palabra y su “feminismo” de cartón-piedra aflora a flor de piel, yo, Lourdes Ramos, una simple trabajadora que ahora dedica todo su tiempo a sus vecinos, le voy a aclarar lo que es un contencioso-administrativo para que no cree falsas esperanzas nuevamente a nadie y mucho menos cause daños económicos nunca más a ningún gadorense, socialista incluido, por su fijación con la persona de Eugenio Gonzálvez.
Señor Almansa, lo primero que debe usted hacer es decirles la verdad a los pocos que todavía confían en su persona, y decirles que cuando un ciudadano, una asociación o una empresa pone un contencioso-administrativo contra un ayuntamiento o cualquier otra administración, lo hace contra el ayuntamiento o administración por una actuación que considera injusta, pero nunca contra el alcalde, el presidente de la comunidad o del gobierno. ¿O es que los cientos de miles de contenciosos-administrativos interpuestos por los españoles que no están de acuerdo con alguna multa de tráfico van contra el presidente del Gobierno, su compañero José Luis Rodríguez Zapatero? ¿Acaso va Zapatero a la cárcel cada vez que se nos da la razón y se nos anula la multa?
En algún momento en que su obstinación le deje ver con claridad, debe explicarle a los suyos, mientras le queden, que los conflictos que puedan surgir entre la Administración y los ciudadanos se resuelven mediante la interposición de los correspondientes recursos contenciosos-administrativos, y no hay más. No van a esposar por esto a Eugenio Gonzálvez, aunque le pese, ni le van a condenar; porque sencillamente es el procedimiento administrativo habitual en la relación de administración y administrado cuando no están de acuerdo.
Ni Eugenio Gonzálvez, ni los militantes y simpatizantes del PP de Gádor, ni los más de 1.500 gadorenses que le arroparon días atrás en la celebración de su cumpleaños, la misma fecha que eligió usted hace unos años para anunciar las denuncias que puso en el Supremo a nuestro alcalde, tenemos culpa que en la fiesta celebrada por el PSOE de Gádor en la misma nave municipal por la que usted quiso meter en la cárcel a Eugenio Gonzalvez, no fuese ni el “apuntaor”. Que se encontrase sólo, sin estar arropado por la mayoría de los gadorenses; no es por ninguno de nosotros, sino por usted, por su actitud, por sus compartimientos, por meter en problemas a muchos gadorenses y compañeros de su partido, que posiblemente ahora tengan que hacer uso de sus ahorrillos, en plena crisis económica, para pagar solidariamente las costas de unos juicios para los que usted les convenció con la idea de que retirarían a Eugenio de la política y que prestar sus firmas al escrito no supondría nada. Señor Almansa, siga usted “Don Erre que erre”, pero no engañe más ni perjudique a ningún gadorense más, ni a los de su partido.
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