Declaraciones que no comparto

Celso Ortiz
Profesor de la UAL

Hace unos días escuché en una emisora de radio unas declaraciones del secretario de la ejecutiva provincial del PSOE, Diego Asensio, que me parecieron muy poco afortunadas, pero que, en principio, no le presté demasiada atención, habida cuenta del poco interés que despiertan las palabras dichas desde la oficialidad de un cargo que no se sale del guión. Esto del poco interés, no lo digo sólo por el citado político, sino por los discursos aprendidos de todos aquellos que bailan al son de los acordes de cualquier otro partido.

Pero volviendo al grano de las declaraciones de Asensio que, como digo, las escuché en una emisora de radio y eran parte de una larga entrevista que le habían hecho en una televisión local, resulta que se me quedaron grabadas y hoy considero que, si aún las retengo en la memoria, será por algo y, tal vez, merezca la pena darles un repaso.

Una de las preguntas que le formularon fue que quién era el representante de Griñán en Almería a lo que él respondió con rotundidad que el representante de Griñán en Almería era Diego Asensio. De semejante aseveración podemos sacar tres conclusiones: la primera, que asumió sin pestañear la naturaleza vertical del poder que se proyecta desde Griñán; la segunda, que se erigió en su valido; y la tercera que tiró por tierra la tan cacareada democracia interna del PSOE, en virtud de la cual un secretario provincial debería de ser el representante elegido libremente por los militantes de la provincia y no aquél que designe un dedo desde Sevilla.

En otro momento de la entrevista, me pareció un insulto a la inteligencia que dijera, refiriéndose al PAL, que la cabra tira al monte y que, por esa razón, muchos de sus militantes acabarían en el Partido Popular. No quiero decir con ello que no se cumpla su profecía, pero son palabras que rechinan en boca de un dirigente socialista que, hasta hace cuatro días, ha cobijado a la cabra en su aprisco.

Y para rematar, cuando el periodista le preguntó donde creía que se hallaba la razón por la que el PSOE lleva años perdiendo elecciones en Almería, contestó que la prosperidad creciente que ha experimentado la provincia en los últimos años, ha dado lugar a un cambio de tendencia en el voto hacia la derecha; un pensamiento trasnochado y mezquino que desprecia comportamientos ideológicos y que, de ser cierto, habría provocado la autodestrucción del Estado del Bienestar. Afortunadamente la civilización avanza por otro camino y la socialdemocracia es el régimen dominante en países como Noruega, donde el Partido Laborista es mayoritario, con la renta per cápita más alta del mundo.
(Publicado en Diario de Almería)

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