Pedro Ruiz
Candidato del PA a la Alcaldía de Almería
Los andalucistas siempre hemos sostenido que las diputaciones son un vestigio del pasado, y que tras la aprobación del sistema autonómico, consagrado por la Constitución de 1978, y con los Estatutos de Autonomía actuales, esta pieza de la Administración debe pasar a la historia.
Para hacerlo habría que reformar la Constitución, pero eso no sería problema si los partidos mayoritarios estuvieran de acuerdo; pero no, de esto ni hablan aquellos como los socialistas, que siempre estuvieron en contra, es que cuando el ministro José Blanco mencionó que podrían ser eliminadas, rápidamente lo callaron; y nunca más se supo.
En Almería, la Diputación es una auténtica vergüenza. Podríamos remontarnos al inicio del periodo democrático, podríamos hablar de gobiernos del PP y del PSOE, e incluso del infame papel que suele jugar Izquierda Unida con ambos; pero no, vengámonos más cerca. A algún punto que todos podamos recordar.
Podemos acordarnos de la guerra en la Diputación desatada por la crisis interna del PP; podemos acordarnos de cómo tres tránsfugas la controlaron con el apoyo del PSOE; y todo por el poder, por controlar la provincia, por controlar las subvenciones, por controlar los contratos y puestos de trabajo, por controlar adjudicaciones y licitaciones.
Aún no hemos olvidado el espeluznante espectáculo de los asesores adscrititos al Presidente de la Diputación, y que cobraban por no hacer nada, o por trabajar en la sede del partido, o en el grupo municipal, o directamente por sentarse a tomar cervecitas.
No hemos olvidado tampoco las desautorizaciones a su Presidente por parte de su Partido, y de como el vicepresidente reconoce que hacen lo que dice el Partido, reconociendo no tener la más mínima autonomía.
Pero, es que recientemente hemos leído que la Diputación le da 200.000 euros a la Universidad, para actividades que nada tienen que ver con la provincia; como le da 15.000 euros para la radio por internet que se ha montado la UAL; pero también tenemos un amplio listado de subvenciones, actos, eventos, encuentros, charlas... que nada tienen que ver con la provincia, que se hacen en la capital y para los habitantes de la capital, y en los que se van miles y miles de euros, a mayor gloria del candidato socialista a la alcaldía de Almería, que es la ciudad en la que necesita promocionarse. Pero igual que se da dinero a la UAL, se le da a la Junta de Andalucía, y no se le da al Ayuntamiento de la capital por ser del PP, que si no también.
A la vez, nos enteramos de que hay más de un centenar de trabajadores sociales que recorren la provincia en su coche particular, y a los que la Diputación les debe los pluses, las dietas y el kilometraje desde hace un año. Y hablamos de unos 1.500 euros por persona, a la que además se le ha recortado el salario.
Y nos enteramos, de que por falta de dinero no se cubren bajas en la Residencia Asistida, y eso lleva a que un auxiliar de clínica tenga que atender hasta a treinta internos cada noche, algunos de ellos grandes dependientes.
Es la Junta de Andalucía quien debería asumir todo esto, que para eso está. Y los funcionarios de la Diputación son los únicos que no tendrían que temer por sus puestos de trabajo; eso sí, los asesores, el personal eventual de confianza y los propios diputados... qué sería de ellos???
La Diputación hay que desinventarla, señor Usero. Y usted y su gestión son el ejemplo palmario de que quienes siempre hemos estado en contra del mantenimiento de esta Institución, residuo de una administración centralista, tenemos toda la razón más allá de la cuestión ideológica.
Para hacerlo habría que reformar la Constitución, pero eso no sería problema si los partidos mayoritarios estuvieran de acuerdo; pero no, de esto ni hablan aquellos como los socialistas, que siempre estuvieron en contra, es que cuando el ministro José Blanco mencionó que podrían ser eliminadas, rápidamente lo callaron; y nunca más se supo.
En Almería, la Diputación es una auténtica vergüenza. Podríamos remontarnos al inicio del periodo democrático, podríamos hablar de gobiernos del PP y del PSOE, e incluso del infame papel que suele jugar Izquierda Unida con ambos; pero no, vengámonos más cerca. A algún punto que todos podamos recordar.
Podemos acordarnos de la guerra en la Diputación desatada por la crisis interna del PP; podemos acordarnos de cómo tres tránsfugas la controlaron con el apoyo del PSOE; y todo por el poder, por controlar la provincia, por controlar las subvenciones, por controlar los contratos y puestos de trabajo, por controlar adjudicaciones y licitaciones.
Aún no hemos olvidado el espeluznante espectáculo de los asesores adscrititos al Presidente de la Diputación, y que cobraban por no hacer nada, o por trabajar en la sede del partido, o en el grupo municipal, o directamente por sentarse a tomar cervecitas.
No hemos olvidado tampoco las desautorizaciones a su Presidente por parte de su Partido, y de como el vicepresidente reconoce que hacen lo que dice el Partido, reconociendo no tener la más mínima autonomía.
Pero, es que recientemente hemos leído que la Diputación le da 200.000 euros a la Universidad, para actividades que nada tienen que ver con la provincia; como le da 15.000 euros para la radio por internet que se ha montado la UAL; pero también tenemos un amplio listado de subvenciones, actos, eventos, encuentros, charlas... que nada tienen que ver con la provincia, que se hacen en la capital y para los habitantes de la capital, y en los que se van miles y miles de euros, a mayor gloria del candidato socialista a la alcaldía de Almería, que es la ciudad en la que necesita promocionarse. Pero igual que se da dinero a la UAL, se le da a la Junta de Andalucía, y no se le da al Ayuntamiento de la capital por ser del PP, que si no también.
A la vez, nos enteramos de que hay más de un centenar de trabajadores sociales que recorren la provincia en su coche particular, y a los que la Diputación les debe los pluses, las dietas y el kilometraje desde hace un año. Y hablamos de unos 1.500 euros por persona, a la que además se le ha recortado el salario.
Y nos enteramos, de que por falta de dinero no se cubren bajas en la Residencia Asistida, y eso lleva a que un auxiliar de clínica tenga que atender hasta a treinta internos cada noche, algunos de ellos grandes dependientes.
Es la Junta de Andalucía quien debería asumir todo esto, que para eso está. Y los funcionarios de la Diputación son los únicos que no tendrían que temer por sus puestos de trabajo; eso sí, los asesores, el personal eventual de confianza y los propios diputados... qué sería de ellos???
La Diputación hay que desinventarla, señor Usero. Y usted y su gestión son el ejemplo palmario de que quienes siempre hemos estado en contra del mantenimiento de esta Institución, residuo de una administración centralista, tenemos toda la razón más allá de la cuestión ideológica.
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