Día de las víctimas del terrorismo

Eugenio Narbaiza

Periodista

 

Por primera vez desde la instauración de la democracia, hoy se celebra de manera oficial en la Comunidad Autónoma del País Vasco un acontecimiento importante, que, aunque de ámbito autonómico, moralmente nos afecta a todos los españoles y en especial a todos los vascos que de una u otra manera estamos comprometidos con las libertades y que hemos luchado y luchamos por el fin del terrorismo.

 

¿Y eso qué tiene que ver con Almería? Pues también Almería debe de mirar con atención el día de hoy, puesto que hay hijos de esta tierra que murieron a consecuencia de actos terroristas, que aunque forman parte de una larga estadística, me permito recordarles, para darles las gracias por todo lo que hicieron en favor de la democracia, de la libertad y en beneficio de todos los españoles, sacrificando su vida. No he logrado saber la cuantía total de las víctimas del terrorismo que son nativos de esta provincia, creo que son aproximadamente una docena, pero los datos y las estadísticas no importan en estas circunstancias, únicamente hay que darles las gracias, no olvidarnos de su memoria y tenerles presentes a la hora de tomar ciertas decisiones con respecto al terrorismo.

Creo que desde mi tierra, el País Vasco, no se ha sabido reconocer ni dar las gracias a tantos y tantos andaluces que, sacrificando su vida,. han sido decisivos para que las libertades se estén consiguiendo en ese trozo de la España norteña, y tampoco se ha sabido valorar, las duras secuelas que para cientos de personas han supuesto cambios drásticos en su manera de vivir. Por ello, sin otorgarme ninguna representación más que la propia, pero como un vasco que está vinculado a esta gran provincia, me permito agradecer a través de estas líneas el trabajo y el sacrificio de los almerienses asesinados como consecuencia del terrorismo.

Por otra parte, ya que hablamos de esta lacra de la sociedad española, me gustaria significar que precisamente en memoria de esos doce almerienses asesinados por ETA, asi como por el resto de las víctimas del terrorismo, no podemos permitir que nadie en nombre de ellas ni en nombre de los ciudadanos entable una negociación que no suponga la derrota inequívoca de los asesinos, porque negociando se humilla en primer lugar a quienes dieron su vida por la democracia y a favor de las libertades y, en segundo lugar, a los ciudadanos de esta España, quienes en ningún momento han tenido ni deben tener la conciencia moral de sentarse en una mesa con los terroristas. Está establecido un estado de derecho con normas, leyes y acuerdos alcanzados de manera consensuada por toda la sociedad, que no pueden ser puestos en jaque por una cuadrilla de mal nacidos y majaderos que, en defensa de no se qué ideales, asesinan a sus semejantes, sin justificación y con ensañamiento.

Pero también hay que censurar otro tipo de actitudes como las manifestadas por el expresidente del gobierno Felipe Gonzalez cuando en unas recientes declaraciones ha señalado que dudó en volar a toda la cúpula de ETA y que tiempo después todavía tiene dudas de que si tomó la decisión correcta o no. En mi opinión, una sociedad democrática no puede permitir que ni tan siquiera el Estado, ni sus aparatos ni sus gobernantes, utilicen las alcantarillas ni los bajos fondos del Estado para acabar con una lacra como el terrorismo, por muy dañina que esta sea, ya que solo con insinuaciones como las realizadas por el ex-premier, manchan y ensucian el concepto limpio y sano de la democracia y de la gobernación.

 

Con esto, no quiero acusar a Felipe Gonzalez ni de ser la x o la z de una determinada organización, ni tampoco quiero decir que desde el Estado se haya incitado al aparato del Estado para responder al terrorismo con terrorismo, pero lo que si resulta inmoral, censurable e inasumible, es que la democracia que nos hemos dado se vea manchada por la falta de dignidad y de moral de nuestros políticos.