Juan Carlos Usero
Presidente de la Diputación de Almería
Visitar la Residencia Asistida de la Diputación es siempre un reto para el ánimo. Sentimientos encontrados en un mismo punto geográfico: por un lado, el de saber que la vejez, a la postre y con suerte, acabará alcanzándonos a todos, por otro, la satisfacción de confirmar que al menos estas personas están viviendo una etapa tan sensible de la vida como ésta de forma muy digna, gracias al magnífico servicio que prestan los trabajadores de la Diputación Provincial.
Contamos con buenos profesionales pero, si no tuvieran el respaldo político, de nada serviría su esfuerzo. Me consta que si fuera por el Partido Popular, esta residencia llevaría años cerrada. Sin embargo, hoy por hoy, es el PSOE el que gobierna la Diputación y esto nos ha permitido mantener al máximo rendimiento un servicio que para sí quisieran otras provincias y comunidades autónomas. Sólo por la relación entre el número de trabajadores y el de internos ya constituye una instalación de auténtico lujo, en nada equiparable a la de otros centros privados y públicos que existen dentro y fuera de Almería. De hecho, son muchas las personas que desean ingresar en él, bien porque lo han conocido durante alguna estancia temporal dentro del programa de respiro familiar de la Junta de Andalucía, bien porque saben de algún residente que se siente muy bien atendido. Y no es para menos. Ni siquiera en la casa de uno se estaría tan cómodo y protegido: 273 profesionales para 206 residentes.
Como gestor público, me siento muy satisfecho del funcionamiento de esta residencia, que para nosotros es el buque insignia de los servicios de la Diputación en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de esta provincia, en particular de aquéllos que más necesidades tienen para hacer frente con dignidad a los últimos años de su vida. Y satisfecho también con el apoyo de la Junta de Andalucía, que está liderando, con pleno convencimiento, esfuerzo y recursos, la implantación de la Ley de Dependencia que constituye el cuarto pilar del estado del bienestar, como lo fue en su día la universalización de servicios fundamentales como la salud, la educación y el derecho a una pensión. Andalucía y provincias como Almería con instituciones gobernadas por el PSOE somos ejemplo de solidaridad, no sólo en España sino en el resto del mundo, incluso en países altamente desarrollados donde aún no existe una sanidad pública gratuita.
Por eso, lamento de forma especial que el PP utilice la Residencia Asistida para arañar un puñado de votos. Ni los mayores que allí viven, ni sus familias, ni los trabajadores de la Residencia, ni esta Institución se merecen tal ofensa. Por ellos y por los que nos sentimos orgullosos de una asistencia pública de calidad ruego a todos un poco de dignidad y altura política para que dejen de emponzoñar, con falsas acusaciones, instituciones de tan pulcro funcionamiento como la Residencia Asistida de Diputación.
Contamos con buenos profesionales pero, si no tuvieran el respaldo político, de nada serviría su esfuerzo. Me consta que si fuera por el Partido Popular, esta residencia llevaría años cerrada. Sin embargo, hoy por hoy, es el PSOE el que gobierna la Diputación y esto nos ha permitido mantener al máximo rendimiento un servicio que para sí quisieran otras provincias y comunidades autónomas. Sólo por la relación entre el número de trabajadores y el de internos ya constituye una instalación de auténtico lujo, en nada equiparable a la de otros centros privados y públicos que existen dentro y fuera de Almería. De hecho, son muchas las personas que desean ingresar en él, bien porque lo han conocido durante alguna estancia temporal dentro del programa de respiro familiar de la Junta de Andalucía, bien porque saben de algún residente que se siente muy bien atendido. Y no es para menos. Ni siquiera en la casa de uno se estaría tan cómodo y protegido: 273 profesionales para 206 residentes.
Como gestor público, me siento muy satisfecho del funcionamiento de esta residencia, que para nosotros es el buque insignia de los servicios de la Diputación en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de esta provincia, en particular de aquéllos que más necesidades tienen para hacer frente con dignidad a los últimos años de su vida. Y satisfecho también con el apoyo de la Junta de Andalucía, que está liderando, con pleno convencimiento, esfuerzo y recursos, la implantación de la Ley de Dependencia que constituye el cuarto pilar del estado del bienestar, como lo fue en su día la universalización de servicios fundamentales como la salud, la educación y el derecho a una pensión. Andalucía y provincias como Almería con instituciones gobernadas por el PSOE somos ejemplo de solidaridad, no sólo en España sino en el resto del mundo, incluso en países altamente desarrollados donde aún no existe una sanidad pública gratuita.
Por eso, lamento de forma especial que el PP utilice la Residencia Asistida para arañar un puñado de votos. Ni los mayores que allí viven, ni sus familias, ni los trabajadores de la Residencia, ni esta Institución se merecen tal ofensa. Por ellos y por los que nos sentimos orgullosos de una asistencia pública de calidad ruego a todos un poco de dignidad y altura política para que dejen de emponzoñar, con falsas acusaciones, instituciones de tan pulcro funcionamiento como la Residencia Asistida de Diputación.
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