El centro zoosanitario, matadero canino

Anyes Segura
Concejala del PSOE del Ayuntamiento de Almería

Hace no muchos días, el alcalde realizó su paseillo de turno, esta vez entre animales, en una inusitada visita al centro zoosanitario de la capital. Todo era alegría y ternura hacia esos pobres animalillos, principalmente perritos, que viven a la espera de que alguna familia piadosa los rescate de las jaulas y les den una vida algo menos perra.

El regidor municipal se felicitó a si mismo por la fabulosa gestión del centro, así como por las mejoras que en época reciente se ha efectuado. Una foto del alcalde con un perrito en sus brazos ponía la guinda a tan fabulosa jornada entre los amigos más fieles del hombre. Pero permítanme que les ofrezca otra versión distinta de lo que ya han visto, una vez que baja el telón y se acaba el teatro propiciado ante los medios de comunicación. Y les argumento lo que digo:

En primer lugar, y más importante, Almería es el único municipio de la provincia que sacrifica perros bajo el amparo de la ordenanza municipal de animales domésticos. Dicha ordenanza, publicada en el BOP número 202 del 19 de octubre de 2004, deja claro en su artículo 25 que “cuando un animal es ingresado en el Centro Zoosanitario Municipal por una orden de la autoridad competente (…) transcurridos 20 días desde su internamiento sin ser recogido el animal, se procederá a su eutanasia”. Hasta el pasado mes de octubre, Almería y Roquetas de Mar eran los únicos municipios que recurrían a la eutanasia del animal; de hecho, el responsable de la concejalía de Salud de Roquetas afirmó textualmente que “Almería y Roquetas de Mar son los únicos municipios de la provincia que siguen sacrificando los animales abandonados de forma generalizada y sin fundamentos veterinarios”. Sin embargo, y a pesar de militar en el mismo partido, dicho concejal roquetero parece tener algo más de sensibilidad que su homóloga almeriense y ha decidido prohibir el sacrificio de animales. De esta manera, Almería es el único municipio de la provincia que eutanasia, es decir, mata a los canes que ingresan en el centro zoosanitario. Empezamos mal.

Los datos que nos ofrece el Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Almería son escalofriantes. Durante el año 2009, un total de 1.177 perros fueron recogidos de la calle, y 459 fueron “depositados” en el centro zoosanitario por sus propietarios. Sólo 405 fueron adoptados por personas que voluntariamente se acercaron al centro, y las protectoras realizaron un esfuerzo titánico y totalmente gratuíto para conseguir que un total de 45 salieran del centro con vida. El dato más aterrador: 1.004 animales fueron eutanasiados. Más de mil animales fueron matados en el centro zoosanitario de Almería. Creo que no es un dato para el gozo de nuestro alcalde.

El análisis de estos datos nos permite observar que hay un gran número de animales vagando por nuestras calles, así como también otros tantos son llevados al centro zoosanitario por sus propietarios. ¿Qué les pasa? ¿Por qué algunas personas creen que los perros son juguetes que se recogen el día de reyes y se abandonan cuando se cansan de jugar? ¿Por qué hay tanto animal abandonado por las calles? Un pequeño ejercicio de reflexión nos lleva a formularnos otra pregunta: ¿cuál fue la última campaña de sensibilización que realizó el Ayuntamiento de Almería al respecto? Yo ni me acuerdo. Cierto es que la web del Ayuntamiento aloja una ventana digital donde se presentan (perfectamente individualizados e identificados) cada uno de los animales que hay en el centro zoosanitario, pero la cuestión es: ¿es la web del Ayuntamiento de Almería el lugar más adecuado para que se promocione la adopción de mascotas? Yo tendría otras preferencias.

Por último, me gustaría contar otra versión de los arreglos efectuados en el centro zoosanitario. Hace un par de semanas realicé una visita similar a la efectuada por el alcalde, y todo cuanto pude comprobar es que –tal y como se ha pretendido transmitir a la sociedad almeriense- el centro ha sufrido una pequeña mejora. Sin embargo, lo que no se dice es que esta mejora la han realizado los propios operarios del centro que, hartos de sufrir robos, levantaron con sus propias manos la valla que impide que se acceda al recinto desde la calle. Además, desde la oposición desconocemos que se haya licitado ninguna obra de mejora en dicho centro, ni se haya ejecutado, ni se haya pagado por la misma, así que me pregunto de dónde salen los materiales que han utilizado para las obras de mejora, ya que me da por pensar que hayan podido ser “sobras” de otras obras de la ciudad. No se ha dado ni un solo dato relativo al montante económico dedicado a dicha reforma, probablemente porque no la ha habido.

Como conclusión, lamentablemente me temo que esta es otra tomadura de pelo del actual regidor municipal; parece que, con las elecciones a la vuelta de la esquina, el alcalde ha convertido su día a día en un devenir mediático al servicio de la autopropaganda. Olvida nuestro alcalde que la gestión del centro zoosanitario, conjuntamente con la famosa pulga de la playa del Zapillo, son motivos suficientes para afirmar que estamos ante la peor gestión del área de Salud y Consumo en muchos años, y todo lo que el alcalde puede hacer es fotografiarse con un perro que en 20 días será eliminado. Pasen y vean….
(Publicado en teleprensa.es)

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