José Luis Sánchez Teruel
Secretario de Infraestructuras del PSOE
Hace unos días, al hilo de los recortes que todos los países de nuestro entorno (Alemania, Francia, Inglaterra, etc.) están realizando, hice un sencillo cálculo en mi economía doméstica, ésa que las familias conocemos bien y que habitualmente no hacemos porque tenemos otras cosas en las que pensar o porque nos fijamos más en aquello que pagamos y nunca en lo que recibimos gratis, no prestando atención a cuánto, quién y cómo se paga.
Una familia estándar, como la mía, de cuatro miembros, dos de ellos en edad escolar, ¿cuánto gastaría en colegios, de no ser gratuita la educación, o en seguros médicos, de no tener un sistema sanitario público como el nuestro? Pregunté a unos conocidos que llevan a sus hijos a un colegio de pago y me dijeron que les cuesta 700 euros al mes por niño. En mi caso serían 1.400 euros al mes. A eso tendría que sumarle los 200 euros mensuales que cuesta un seguro sanitario privado que cubra a todos los integrantes de mi familia. O sea, 1.600 euros mensuales; más del sueldo de muchas personas.
Seguimos calculando. Una pareja de personas mayores, como muchas que conocemos, donde la mujer se ha dedicado al cuidado de la familia, ¿cómo podría vivir hoy sin un sistema público de pensiones, con prestaciones no contributivas?; ¿cuánto tendrían que pagar para ser atendidos en una residencia de mayores llegado el momento en que no pudieran valerse por sí mismos? Yo se lo digo: más de 1.200 euros al mes por persona. Hagan ustedes sus cuentas, ya que son muy diversas las prestaciones que recibimos en cada familia, pagadas desde lo público. A todas estas necesidades, y a otras muchas de los tiempos que vivimos, da una respuesta adecuada, de calidad y al alcance de todos, el estado del bienestar, que a la vez que las atiende, crea una economía en torno a las respuestas, generadora de empleo y riqueza, a la que en Andalucía nuestro Gobierno aporta más del 78% del presupuesto público. La historia económica del estado del bienestar tiene las luces de gobiernos de izquierdas que, legislatura tras legislatura, lo han consolidado y actualizado como vamos a hacer ahora con la nueva agenda social y tiene las sombras de gobiernos de derechas, que lo han ignorado sin desarrollarlo, y es lo primero que recortan porque no quieren una sociedad de iguales; les gustar mirar por encima del hombro, andar siempre con ventaja sobre los demás y, precisamente por eso, fomentan una economía de la desigualdad.
La economía de la igualdad, es la que aplica el Presidente de la Junta de Andalucía, Pepe Griñán, al ejecutar los presupuestos públicos, una economía de las personas, para hacer ciudadanos libres, iguales y seguros que, a partir de ahí, escriban su destino según su responsabilidad, decisiones, esfuerzo, talento y capacidad.
Una familia estándar, como la mía, de cuatro miembros, dos de ellos en edad escolar, ¿cuánto gastaría en colegios, de no ser gratuita la educación, o en seguros médicos, de no tener un sistema sanitario público como el nuestro? Pregunté a unos conocidos que llevan a sus hijos a un colegio de pago y me dijeron que les cuesta 700 euros al mes por niño. En mi caso serían 1.400 euros al mes. A eso tendría que sumarle los 200 euros mensuales que cuesta un seguro sanitario privado que cubra a todos los integrantes de mi familia. O sea, 1.600 euros mensuales; más del sueldo de muchas personas.
Seguimos calculando. Una pareja de personas mayores, como muchas que conocemos, donde la mujer se ha dedicado al cuidado de la familia, ¿cómo podría vivir hoy sin un sistema público de pensiones, con prestaciones no contributivas?; ¿cuánto tendrían que pagar para ser atendidos en una residencia de mayores llegado el momento en que no pudieran valerse por sí mismos? Yo se lo digo: más de 1.200 euros al mes por persona. Hagan ustedes sus cuentas, ya que son muy diversas las prestaciones que recibimos en cada familia, pagadas desde lo público. A todas estas necesidades, y a otras muchas de los tiempos que vivimos, da una respuesta adecuada, de calidad y al alcance de todos, el estado del bienestar, que a la vez que las atiende, crea una economía en torno a las respuestas, generadora de empleo y riqueza, a la que en Andalucía nuestro Gobierno aporta más del 78% del presupuesto público. La historia económica del estado del bienestar tiene las luces de gobiernos de izquierdas que, legislatura tras legislatura, lo han consolidado y actualizado como vamos a hacer ahora con la nueva agenda social y tiene las sombras de gobiernos de derechas, que lo han ignorado sin desarrollarlo, y es lo primero que recortan porque no quieren una sociedad de iguales; les gustar mirar por encima del hombro, andar siempre con ventaja sobre los demás y, precisamente por eso, fomentan una economía de la desigualdad.
La economía de la igualdad, es la que aplica el Presidente de la Junta de Andalucía, Pepe Griñán, al ejecutar los presupuestos públicos, una economía de las personas, para hacer ciudadanos libres, iguales y seguros que, a partir de ahí, escriban su destino según su responsabilidad, decisiones, esfuerzo, talento y capacidad.
Si igualdad es el 30% de Andalucía en paro, el PSOE lo está consiguiendo. Todos iguales, todos sin trabajo.
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