La agricultura de Almería, ante su futuro

Luis Caparrós Mirón

Secretario General del PSOE de Purchena

La agricultura  junto con la ganadería y la pesca han sido a lo largo de la historia de la humanidad el soporte de la alimentación del ser humano, de ahí la transcendencia del sector primario, especialmente antes de la revolución industrial. Sin embargo en nuestro país y en concreto en Andalucía, aún tiene una gran dimensión económica y social. El mejor ejemplo es el caso de Almería donde la revolución tecnológica junto con el clima ha permitido que el cultivo de frutas y hortalizas se haya convertido en el sector más importante en relación al empleo y riqueza, seguido del turismo y del mármol.

En un principio, trajo inmensos beneficios a las familias. Un rendimiento de hasta 30 millones de las antiguas pesetas / ha . Claro, estábamos prácticamente solos junto con Huelva (cultivo de la fresa) y muy pocos países más. Hoy la situación es bien distinta, ya son muchos los países productivos y por tanto mayor competencia en precios. Más dificultades y menos rentabilidad para el agricultor y además, hasta hace bien poco, creciendo en el número de hectáreas cultivadas y por tanto mayor producción, no sólo por el número de hectáreas. sino también, en gran medida, por los avances en la investigación e innovación en cultivo.

El Partido Popular y su portavoz, la Sra. Rosario Soto, saben muy bien que, en la agricultura, siempre hemos venido padeciendo un problema secular: el desequilibrio entre los costos y los precios recibidos. Históricamente, el aumento de los costos de producción se compensaban con más trabajo de la unidad familiar, pero hoy día este tipo de agricultura ha pasado a explotarse en el seno de modelo de empresa . Por suerte, eso significa que los hijos de los agricultores van a la universidad y después muchos de ellos vuelven al campo como empresarios o técnicos cualificados o por el contrario se dedican a otra actividad distinta. Ya no son todos los miembros de la unidad familiar los que trabajan en el campo. Más contratación de mano de obra, modernización de la estructura productiva, ampliación de la superficie cultivada y por consiguiente más gastos de producción y en paralelo un mercado más saturado y precios que no crecen en la misma proporción.

Cuando centramos todos nuestros problemas de los bajos precios en la competencia desleal de Marruecos, mayor entrada de tomate marroquí y menor precio del tomate almeriense, creo sinceramente que nos estamos equivocando estrepitosamente y ustedes señores del Partido Popular lo saben muy bien y lo hacen interesadamente y además con desfachatez e hipocresía. Siempre se ha dicho que nadie puede ponerle “puertas al campo” y difícilmente vamos a frenar el desarrollo agrícola de terceros países con independencia de que nuestros gobiernos, el europeo, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, apoyen y protejan nuestra agricultura frente a terceros, que también. Pero a renglón seguido hay que decir que nuestros propios empresarios están invirtiendo y produciendo en la agricultura marroquí y que creo que es legítimo y loable y por tanto no hagamos centralidad del problema con Marruecos y busquemos soluciones y alternativas para mejorar y rentabilizar la agricultura almeriense. Una actividad en la que Almería no se puede permitir ningún tipo de pérdida de tiempo o descuido. Menos demagogia, más responsabilidad, más aportaciones, más sinceridad y menos intereses partidistas. Hay que abandonar los falsos debates, a veces muy interesados, como lo viene haciendo el Partido Popular, que únicamente se dedica a hablar de lo mal que lo hacen los gobiernos socialistas, a criticar y a viajar a Bruselas para hacerse la foto y sin aportar ninguna solución. Aunque en honor a la verdad, últimamente sí sabemos por boca del Sr. Rajoy que si gobiernan privatízarán el Estado del Bienestar (la salud, la educación y los servicios sociales).

Si el problema central de nuestra agricultura es la baja rentabilidad por los bajos precios en origen será donde habrá que concentrar todo nuestro trabajo y esfuerzo. Un trabajo de todas las instituciones tanto públicas como privadas, de los productores y exportadores y de la sociedad almeriense en general. Si estamos todos de acuerdo en que hay que producir más por hectárea y de mejor calidad a menor precio para ser más competitivos, habrá que impulsar medidas e iniciativas de las que ya muchas están iniciadas y canalizadas:

l.- LA VENTA DIRECTA AL CONSUMIDOR. Es un abuso y una injusticia la diferencia de precio entre lo que recibe el agricultor y lo que paga  el consumidor. Sabemos que es imposible darle salida a tantos miles de millones de kilos pero es una buena iniciativa que hay que impulsar.

2.- ABARATAR EL TRANSPORTE. Eso significa continuar buscando nuevas alternativas: el ferrocarril,  la vía marítima, el aéreo y actuaciones mixtas.

3.- LA MODERNIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE LOS INVERNADEROS. Más investigación y apoyo financiero que nos permita producir más y mejor con menos superficie cultivada.

4.- LA ENERGÍA RENOVABLE. Hay que aprovechar la superficie de techo de los invernaderos y producir energía limpia.  Sería  un gran recu rso de valor añadido para el agricultor. Como siempre para que esta iniciativa se generalice habría que poner en marcha una experiencia piloto que demuestre la rentabilidad y anime al sector.

5.- HIGIENE RURAL. Creación un sistema integrado de gestión de residuos agrícolas, tutelado por la administración, que permita la valoración de éstos a través de plantas de biomasa y la producción de biocombustible con los residuos agrícolas.

6.- LA CONCENTRACIÓN DE LA OFERTA. Una sola voz y un solo precio.

7.- LIDERAR LA COMERCIALIZACIÓN. Desde Andalucía y en especial desde Almería la producción de terceros y principalmente Marruecos.

8.- LA ELIMINACIÓN DE PLAGAS. La completa eliminación de plagas a través del control biológico: la revolución verde. En la última campaña ya se ha llegado a 19.500 hectáreas. El control integrado de plagas es importante no sólo porque conlleva la mejora medioambiental  y el abaratamiento del coste sino por lo que significa de recuperar  y mejorar confianza de los consumidores.

9.- DESARROLLO INDUSTRIAL de la Agroalimentación: los preparados y precocinados. El Parque de Agroalimentación del Poniente en Vicar hay que impulsarlo cuanto antes y aprovechar el buen hacer y el interés del alcalde, Antonio Bonilla.

10.- LOS INMIGRANTES. Hay que seguir mejorando las condiciones de vida de los jornaleros inmigrantes, impulsando la vivienda para temporeros, los albergues, residencias para inmigrantes... la  puesta en valor, la reconstrucción y rehabilitación de la vivienda rural ligada a la actividad agrícola. El sector debe aprovechar las oportunidades de la Junta de Andalucía y del Gobierno Central en materia de vivienda y en concreto en alojamientos compartidos. Una inversión a largo plazo con grandes beneficios, con suficiencia de demanda y garantía de cobro de alquiler a través del descuento en nómina del asalariado. Una gran mejora de imagen y confianza por parte de los consumidores de nuestros productos.

11.- AYUDAS PÚBLICAS. Mantenimiento de las ayudas públicas al sector, como los 190 millones de euros que acaba de poner encima de la mesa el gobierno socialista de Zapatero para la mejora de las instalaciones productivas de tomate o las ayudas de la Junta de Andalucía.

12.- COMUNICACIÓN Y CONCIENCIACIÓN. Se hace necesario una política por parte de las instituciones públicas-privadas de las que depende el sector de concienciación, formación y divulgación de una sincera realidad, de los verdaderos problemas, soluciones y decisiones a tomar a corto, medio y largo plazo que nos permita asegurar un buen futuro si sobresaltos.

El sector agrario tiene que tomar una serie de decisiones con firmeza que son imprescindibles y necesarias. Diálogo sincero a todos los niveles, consenso y generosidad por parte de todos. Los egoísmos, los personalismos  y los intereses enfrentados de unos y otros son la manera de no avanzar y sí de asegurar el fracaso.