La irresponsabilidad como estrategia

Déborah Serón
Concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Almería

Muchos ciudadanos, y yo entre ellos, lamentamos que el Alcalde mantenga su estrategia de escurrir el bulto ante los numerosos incumplimientos y retrasos de sus promesas electorales. Es evidente que la proximidad del debate sobre el Estado de la Ciudad, que se  ha retrasado hasta el 1 de diciembre, le está poniendo nervioso. Para cualquier observador de la vida ciudadana se hace patente que el triunfalismo en el que se ha instalado no tiene una base real.

Los ciudadanos se quejan, y con razón, de la presión fiscal que padecen, del abandono de sus barrios, del incumplimiento constante de compromisos y promesas electorales. Durante los siete años de gobierno del PP, la mayor parte de las mejoras recibidas por la ciudad proviene de inversiones del Gobierno a través de los planes E y de la Junta de Andalucía por medio del PROTEJA y el MEMTA. Además de ese dinero recibido, están los muchos millones que han llegado al Ayuntamiento a través de convenios con ambos gobiernos en actuaciones tan decisivas como los desdoblamientos de la N340 y N344, los bulevares de La Cañada y El Alquián, el Parque del Andarax o  la reforma del Mercado Central.

Cuando el Ayuntamiento tenía que pagar la inversión con fondos propios, como el Palacio de Congresos, el soterramiento de la carretera de Ronda o la recogida neumática de basura en el Casco Histórico, las cosas han sido muy distintas. Hemos visto que en todos los presupuestos de este mandato venían consignando cantidades para ejecutar esas obras que luego se han esfumado dejando esos proyectos en el cajón del olvido.
        
La especialidad del Alcalde ha sido la de realizar anuncios de grandes obras con inversiones millonarias que nunca vieron la luz. Otra de sus constantes,  pelearse con las demás administraciones, supuestamente en defensa de los intereses de los almerienses. Una más, culpar al prójimo de su incapacidad. Y todo esto, aderezado por un ocultismo que aparece diáfano en la encuesta nacional sobre transparencia de los ayuntamientos españoles.

Usted, señor Alcalde, no ha sido capaz de impulsar un proyecto de ciudad pese a disponer de la mejor situación económica de todos los ayuntamientos de España. El próximo alcalde socialista, que no tendrá tantos medios como usted porque el dinero del Toyo es limitado, sí tendrá las ganas de trabajar con y para los ciudadanos, distribuyendo los recursos comunes de manera solidaria.

Si repasamos el programa electoral del PP de 2007, comprobamos que hay docenas y docenas de compromisos que no se han realizado. El alcalde sabe que como lleva muchos suspensos no va a aprobar la reválida que significa el debate sobre el Estado de la Ciudad.  Su credibilidad es cero en estos momentos y la mejor noticia para la ciudad es que quedan pocos meses para las elecciones municipales y muchos ciudadanos le retirarán la confianza que le dieron entonces porque les ha defraudado...

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