Comentarista político
Cuentan las crónicas que Juan Enciso estuvo durante la última sesión plenaria de la Corporación Municipal que él preside como venía actuando hasta los acontecimientos que le condujeron a su imputación judicial, es decir, actuando como líder carismático e indiscutible en El Ejido y en perfecta concordancia con mi criterio de que el patrón es el último en abandonar la nave.
El rápido restablecimiento le ha alzado hasta el máximo de su estatura política que ya era bien alta hasta que los dichosos acontecimientos desencadenados bajo la nominación 'Operación Poniente', de la que, por cierto, aún sigo desconociendo si se le llamó así por su ámbito geográfico o por su modo de operar, se interpusieron en esta nueva singladura política que había iniciado con el PAL y que cambió el rumbo de la Diputación Provincial.
Es lo que correspondía, y con la pronta recuperación de su enfermedad ha conseguido recuperarse para hacer una vida normal y políticamente vencer el acorralamiento a que le tenían sometido desde Elsur y desde la oposición, ambos en perfecta concordancia. Con su renuncia a no comparecer ha conseguido un balón de oxígeno político que puede hacerle cabalgar hasta los próximos comicios electorales si no se produce algún acontecimiento de extraordinaria gravedad.
Y para recuperar este impulso político que ha cogido en el último pleno se hace necesario levantar la cabeza y mirar al horizonte y no mantenerla mirándose el ombligo. Con ello quiero decir que Juan Enciso no está vencido políticamente y por consiguiente no es un cadáver político, como vienen sosteniendo algunos. Yo no comparto este criterio tan simplista como complejo pudiere resultar, y no lo comparto a condición de que el equipo de gobierno que preside Juan Enciso se comporte como tal.
Resulta evidente que Juan Enciso tiene razones para estar preocupado, pero es obvio que si desea optar a la reelección como alcalde de El Ejido no debe mostrarse afectado por los hechos que ha protagonizado y muy especialmente, en mi opinión, naturalmente, debería evitar que Elsur siga marcándole la agenda política, porque los trabajadores, a buen seguro, le afectarán electoralmente más que los jueces.
Los últimos acontecimientos desencadenados por la situación de Elsur avalan esta percepción, hechos protagonizados por los trabajadores que han convulsionado la sociedad ejidense y que han utilizado, como no podría ser de otra manera, las fuerzas políticas en la oposición. Tan es así que, por supuesto siempre desde mi óptica, le han afectado políticamente más a Juan Enciso las acciones llevadas a cabo por los trabajadores de Elsur que la propia 'Operación Poniente'. El efecto erosionador que ha producido la problemática de la empresa señera ejidense se ha multiplicado y en estos momentos la percepción social se ha aminorado tras el impasse que se vive en Elsur, que ha servido para neutralizar la acción política de acoso y derribo desde la oposición.
Yo no creo que Juan Enciso haya puesto el ventilador en el Pleno, puesto que, si lo hubiese deseado, ha tenido un año para hacerlo y motivos, ganas y conocimientos no le faltan por sus trece años de convivencia en el Partido Popular. Y a lo que le insta Juan Cantón es justamente la prioridad primera del alcalde, por lo que Juan Enciso tendrá bastantes elementos de juicio para vaticinar que en el PP 'no se irán de rositas' una vez que se levante el secreto sumarial. Desafortunada doblemente ha sido, desde mi punto de vista, por consiguiente, la intervención pública que el dirigente popular ha tenido tras la sesión plenaria para contar lo que fue incapaz de decirle a Juan Enciso en la cara.
Y tan desafortunada ha sido la intervención pública post-plenaria de Juan Cantón que daría algo por conocer las expresiones reservadas y/o los pensamientos más profundos de los dirigentes de su organización política, particularmente aquellos cargos públicos que se encuentran imputados judicialmente, alguno de ellos en la propia provincia de Almería. Una vez más, por pedante que ya resulte, sostengo que Juan Enciso no tiene motivo alguno para presentar su dimisión como alcalde de El Ejido, ya que no ha sido inhabilitado judicialmente. Bien debería Juan Cantón defender ante los dirigentes de su formación política que sus cargos públicos hagan lo que le piden al edil ejidense.
Me sumo a las demandas de Juan Cantón para que dimita Juan Enciso como alcalde de El Ejido siempre y cuando lo hagan todos los alcaldes y demás cargos públicos electos del PP que se encuentren imputados judicialmente.
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