Mea culpa

Déborah Serón
Concejala del PSOE del Ayuntamiento de Almería

A los ciudadanos les gustaría ver a sus representantes decir alguna vez "mea culpa", reconocer sus errores y escuchar sus propósitos de enmienda. En el pasado pleno ordinario tuvimos una nueva ocasión de comprobar cómo el equipo de gobierno municipal, en este tema, ni está ni se le espera, a colación de las ausencias injustificadas de la Ilma. Sra. Soto del principal órgano de decisión de nuestro ayuntamiento desde que Almeria se adaptó a la ley de grandes ciudades.

A los hechos me remito y está al alcance de todo aquél que quiera comprobarlo. La Ilma. Sra. Soto no trabaja para su ciudad pero sí cobra de todos los almerienses, nada menos que el sueldo de sexta teniente de alcalde y sólo tiene que cumplir tres tareas: preparar las juntas de gobierno, asistir a ellas y después, junto con Pablo Venzal, explicarnos a los ciudadanos lo que allí han decidido. Desde que es portavoz del Partido Popular a la derecha del Sr Arenas, de 37 reuniones de Junta de Gobierno ha faltado a 21 y de las pocas a las que asistió a tres llegó casi al terminar. Con estos datos, queda demostrado que en 24 ocasiones ha incumplido sus tres responsabilidades y en las 13 restantes ¿quién sabe?, pues nadie la ha visto en las ruedas de prensa posteriores.

Ese era el momento de entonar un mea culpa y agachar la cabeza, pero no.

Como cabe esperar de alguien del PP, respondió con un “y tú mas”, haciendo alusión a mis ausencias del Patronato de Deportes, un órgano que el equipo de gobierno no se toma en serio ya que el alcalde es el Presidente y al que nunca he visto en tres año y medio de reuiones. Otros concejales del resto de los grupos políticos son vocales, entre otros, los señores Amizián, Dopico y Rodríguez, y voy a tener la cortesía de no decir a cuántas reuniones han asistido, pero con toda seguridad he asistido a más que todos ellos juntos. Reto a la señora Soto a comprobarlo: se llevará una ingrata sorpresa y dejará en mal lugar a sus propios compañeros de filas. Pero aún teniendo ella su parte de razón, entono mi mea culpa y reconozco mis ausencias, pero desde hoy, espero que valore de igual manera mi asistencia como la de los cuatro miembros del equipo de gobierno arriba mencionados.

Desgraciadamente hemos tenido una nueva oportunidad para comprobar que en las filas del Partido Popular reinan el descaro y la desvergüenza. No tienen reparos en responder al adversario político con acusaciones que les perjudican más a ellos, sin ningún pudor y sin ruborizarse, pues quien tiene la responsabilidad de gobierno es el Partido Popular porque así lo quisieron los ciudadanos

Por otro lado, cuando afirma Rosario Soto haber renunciado a su vida privada tengo que aclararle que los ciudadanos de Almeria no le hemos pedido tal sacrificio, muy al contrario, le pedimos que trabaje para nosotros, para los que se supone que tiene dedicación exclusiva. Su tiempo libre es para ella y si decide renunciar a él y dárselo al Sr. Arenas es su elección, pero su prioridad debe ser la ciudad de Almeria.

No obstante, como mujer y como política, siento lástima por una persona de 35 años que públicamente afirma haber renunciado a su vida privada y personal. Me pregunto cómo va a trabajar por las mujeres cuando es la primera que tira la toalla. Con qué credibilidad va a trabajar por desarrollar las leyes de igualdad y conciliación laboral y familiar. La política no es un convento, ni las mujeres que nos dedicamos a ella, monjas de clausura consagradas a la causa. Convertirnos en robots que ni sienten ni padecen no nos acerca a los ciudadanos, al contrario, deshumaniza la esencia de la misma política.

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