Por sus actos los conocemos

José Luis Sánchez Teruel
Secretario de Infraestructuras del PSOE de Almería
 
El otro día, bicheando por Internet, encontré una historia que ocurrió justo hace un año, y que tenía como protagonista al parlamentario por Almería Javier Arenas, quien, a propósito del 25 de noviembre, probó en sus propias carnes los efectos de la medicina que recetan a los demás él y los suyos. Habían anunciado la participación de Arenas en un acto contra la violencia de género, lógicamente en un municipio gobernado por el Partido Popular -La Línea de la Concepción-, cuyo alcalde tuvo que dimitir por problemas con la justicia; vamos, que lo condenaron.

Hoy lo sigue gobernando el partido de Arenas, que además de ser la antítesis de la austeridad, con una plantilla que casi han triplicado (ha pasado de 500 a 1.200 trabajadores), ha dejado a las arcas municipales sin dinero, hasta el punto de que los policías tienen que ir en autobús, como vimos en televisión hace unos días, y con una deuda de 125 millones de euros. Magníficos, como pueden ver, los resultados del buen gobierno del PP. Pues bien, Arenas se enteró de que trabajadores que llevan tiempo sin cobrar su sueldo le iban a estar esperando para hablar con él y ¿qué hizo? Pues irse a otro sitio. De cajón. Raudo y veloz como un lince, mandó a los suyos que le montaran el acto en Algeciras sin importarle dejar mal a la gente de su partido que ya había anunciado su visita. Así de fácil. Los trabajadores querían ser escuchados para ver si Arenas podía meter en cintura a los suyos para que gestionen mejor y poder cobrar sus sueldos. ¿Es cobardía, hipocresía o prepotencia lo que lleva a Arenas a no dar la cara y salir corriendo ante los problemas? Pero no crean que ésta es la tónica habitual de Arenas, no. Hace unas semanas con los trabajadores de Elsur en El Ejido, que tampoco cobraban sus nóminas, el líder popular no dudó ni un instante en dejarse caer por Almería, un viernes por la tarde, para reunirse con ellos, como tampoco dudó en llevarlos al Parlamento para hacerse con ellos la foto. Sin embargo, cuando es a él al que quieren exigirle los trabajadores que ponga orden entre los suyos y hagan el favor de gestionar bien, da la espantá y manda ir a otro.

Está claro que no es lo mismo dar que recibir y por eso los andaluces saben, por sus actos, que si es para dar leña y atacar a los socialistas Arenas hace lo que sea preciso; da igual, todo vale, incluso ir contra Andalucía; pero si es a él, al PP, a sus dirigentes, a quienes los ciudadanos reclaman o exigen buena gestión en los Ayuntamientos donde gobiernan, cuando no pueden echarle la culpa a los socialistas, se esconden, callan y se quedan tan panchos. Sencillamente a Arenas y los suyos, la gente les da igual.

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