Usero se esconde

José Fernández Amador

Alcalde de Sorbas y Portavoz del PP en Diputación

Alguien debería advertir al presidente de la Diputación, Juan Carlos Usero, que si en la vida cotidiana lo educado es contestar personalmente a quien se dirija a ti, en política también; sobre todo ahora que está en campaña.

Por esto es difícil entender el error de Usero al mandar a otro para contestar al artículo que le dirigí personalmente por el “papelón” que hizo en el último Pleno provincial al posicionarse claramente a favor de la nueva Ley de Aguas de Andalucía y, por tanto, a favor de la importante subida en el recibo del agua de los almerienses. ¡Ay, para lo que hemos quedado, Don Luis Pérez!

La verdad es que Usero no ha estado muy fino al utilizar a un “mandado” para dar su respuesta ¿O sí? A lo mejor no es una falta achacable a los buenos modales, sino a una estrategia claramente definida del candidato Usero, la de apartarse de todo lo malo que hace en Diputación para aparecer “impoluto” en su campaña como alcaldable. Pero Usero no va a poder escapar a su mala gestión en Diputación, a sus abusos y excesos como máximo responsable de la misma. Será algo que le perseguirá siempre como un fantasma de su paso por la institución provincial.

Y es que por mucho que Usero intente defenderse detrás de su segundo, lo que no puede ocultar es que con su voto de calidad se posicionó claramente por una Ley de Aguas de Andalucía que no sólo lesiona el principio de autonomía local de nuestros ayuntamientos, sino que es una ley puramente recaudatoria, que no implica una gestión más eficaz y austera del recurso, y que puestos para dar trabajo a los amigos y amiguetes del partido.

De nada vale escudarse en la directiva europea porque esta sólo define unos objetivos, pero es facultad del Gobierno español “trasponerla” al ordenamiento jurídico del país. Para entendernos, que al final es la Junta de Andalucía la encargada de aprobar la ley y la única responsable de su articulado. Señor Usero, la directiva europea no obliga a que sean los ayuntamientos quienes recauden el nuevo impuesto (canon), a contratar a los amigos o a que los almerienses tengan que pagar las inversiones no realizadas en tiempo de bonanza.

Tampoco obliga la directiva europea a la Junta a crear nuevos órganos y nueva burocracia, teniendo como ya tiene más de 2.800 personas en la consejería de Medio Ambiente, cerca de mil trabajadores en la Agencia Andaluza del Agua, la misma que ha cambiado varias veces de nombre y no ha invertido más de la mitad de su presupuesto, o una empresa pública como Egmasa, con más de 6.000 trabajadores con un presupuesto superior a los 152.000.000 euros. Nadie obliga a la Junta a más sueldos, a más gastos ¿No será una estratagema para colocar a los amiguetes?

No hay explicaciones que valgan a su apuesta por subir el recibo del agua, señor Usero, y por mucho que se empeñe su “mandado” en afirmar que el recibo del agua sólo subirá a los almerienses 1,2 euros al mes, la realidad demuestra que miente.

En primer lugar debe usted saber que ningún ayuntamiento emite el recibo mensualmente, parece mentira que un abderitano de pro como su “mandado” no sepa el periodo de facturación del agua en su ayuntamiento, que es cada tres meses, ahí ya tiene 3 euros por recibo (1 euro/mes) señor Usero.

Pero, además, de este canon fijo, nos encontramos con otro variable, que va en función del consumo de 0,10 euros los primeros 0,10 m3, de 0,20 euros hasta 18 m3 y 0,60 euros cuando se superen los 18 m3. Con las cuentas de su “mandado” una familia media española (3 miembros) sólo consumiría 2 m3, cuando el consumo medio para esta familia es, según el INE, de 14,4 m3.

Hablamos que la subida del agua apoyada por Ud., señor Usero, en el recibo trimestral de una familia media almeriense sería de 3 euros de canon fijo, más 1 euro los primeros 10 m3, más 1,60 euros por 8 m3 y de 15,12 euros los restantes 24,2 m3. Un total de 20,72 euros trimestrales, 82,88 euros más al año, unas 14.000 pesetas de las de antes en plena crisis.

Mal que le pese a Usero, su voto fue contrario a la autonomía de los ayuntamientos y favorable a una subida de impuestos para, entre otras cosas, colocar a los amiguetes de su partido, haciéndole más difícil la vida a los almerienses que soportan una grave crisis ante la que el Gobierno de su compañero Zapatero no hace nada. De esto no puede esconderse, ni utilizando a un “mandao”.