Secretario General de UGT de Almería
Como todos conocéis ha sido un largo año de movilizaciones y la huelga general del 29-S no ha sido el punto final, sino un punto y seguido. Hace un año realizamos la primera gran movilización sindical contra el debilitamiento que empezaba a percibirse contra nuestro sistema de pensiones. Un año después, concretamente el pasado 29 de septiembre, con motivo de la huelga general, millones de ciudadanos rechazaron las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno y que habían llevado consigo el empobrecimiento de los ciudadanos (reducción 5 % sueldo empleados públicos y congelación de pensiones contributivas para 2011), abaratando el despido, recortando los derechos laborales (reforma laboral) y amenazando las pensiones y nuestro sistema de Seguridad Social (retraso obligatorio de la edad de jubilación a los 67 años, ampliación del período de cotización para tener derecho a la jubilación).
Esta difícil situación ha sido agravada aún más por la batería de medidas aprobadas en el Consejo de Ministros, que sigue optando por ceder a las continuas presiones de los mercados financieros y gobiernos de corte neoliberal, en detrimento de los derechos sociales y laborales. A lo que se suma la eliminación, a partir de febrero de 2011, de los 426 euros que reciben los parados que han agotado las prestaciones o subsidios, medida que va a dejar absolutamente desprotegidos a más de 8.000 personas en nuestra provincia.
Por otra parte, el Gobierno hace un nuevo regalo a los empresarios, aprobando una reducción del Impuesto de Sociedades, a pesar de que la experiencia demuestra que esta medida no activa la economía ni crea empleo.
Estos recortes sociales no han sido compensados de ninguna forma, no hay crecimiento económico, no hay creación de empleo, no hay reformas que mejoren los ingresos del Estado para atajar el fraude fiscal y para mejorar el sistema productivo. En conclusión, no hay un plan de futuro, solo un plan de ajuste, injusto, y mucha incertidumbre.
Ante esta situación, desde UGT estamos manteniendo y aumentando el nivel y el ritmo de la presión que se viene ejerciendo sobre el Gobierno, a través de movilizaciones y manifestaciones, para que los trabajadores y trabajadoras muestren su negativa a aceptar imposiciones regresivas, porque el Gobierno puede y debe reorientar sus políticas tanto económicas, como laborales y sociales, que injustamente ha puesto en marcha.
Por todo esto, os animo a todos y todas a que el próximo 18 de diciembre salgáis nuevamente a la calle para conseguir que el Gobierno rectifique propiciando un proceso de cambios en la política económica y social que impulse un crecimiento sostenible, equilibrado y duradero.
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