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Alcaldes por correo

Agustín de J. Muñoz Soler
Comentarista político

Empezó la carrera hacia los comicios electorales que tendrán lugar en mayo próximo y ante la actual situación de incertidumbre que ha generado la crisis económica se pretenden convertir en plebiscitarios con el propósito de forzar unas elecciones generales anticipadas que en las actuales circunstancias sería la única forma de que el PP llegara al poder.

Las elecciones municipales producen un comportamiento distinto a los otros comicios electorales, en los que la ideología tiene un papel preponderante. Esa preponderancia queda supeditada al referente político que encarna el candidato a la alcaldía, principalmente, y su lista de candidatos a concejales. Otra característica de estos comicios locales, a los que la derecha viene acogiéndose con éxito, es que el componente personal le beneficia más que a la izquierda, por cuanto entiende que sus candidatos a las alcaldías contienen una mayor relevancia personal que los de la izquierda, y ello produce un mayor arraigo social, lo que convierte a la izquierda en más vulnerable que la derecha. Y lo cierto es que el declive de Felipe González se materializó en las elecciones municipales de 2005 en tanto que José María Aznar resistió el envite electoral de 2003.

Digo yo que los 35 años de sistema político de libertades públicas algo habrán aportado para corregir el potente factor personal en favor de otros elementos que intervienen en la decisión del elector a la hora de votar una u otra opción, si bien es cierto que la conducta electoral suele ser también desigual en los distritos urbanos de los distritos rurales. Aún se suele valorar de distinta forma en la ciudad que en el pueblo, y consecuentemente ello produce un comportamiento también distinto que provoca una tendencia electoral predeterminada. Así, lo que puede ser válido en una ciudad podría ser contraproducente en un pueblo.

Este comportamiento electoral genera variantes ante las que se establecen estrategias políticas  tendentes a captar el voto para el candidato a la alcaldía. Y el voto por correo suele tener un papel determinante en situaciones de empate técnico electoral en los dos candidatos mayoritarios, por lo que hay que tenerlo tan en cuenta por lo decisivo que resulta que produce situaciones de todo tipo, tan divertidas como tétricas, si bien en ambos casos lo que produce es un deterioro del sistema político de libertades públicas pero que debe ser asumida esta devaluación democrática porque resquicios siempre existen y pueden ser empleados por los actores en liza.

Nos encontramos así con situaciones dantescas como irrisorias porque puede darse el caso de haber resultado elegido alcalde un candidato con un porcentaje de votos irrisorio en las urnas y luego contar con que el 'voto por correo' le ha dado la Alcaldía. Como es conocida por todos esta connotación, resulta fácil observar cómo algunas fuerzas políticas que concurren a las elecciones municipales se encuentran desde un año antes empadronando a destajo a personas que físicamente se encuentran en el municipio, otras que se hallan lejanas físicamente y, en otros casos, que ya no se encuentran en este mundo terrenal. Ya sabe, amable lector que distrae su tiempo en este espacio periodístico, ¡todo vale!

Y en esta carrera alocada por conseguir el mayor número de empadronamientos nos encontramos ahora con que alguna fuerza política tiene encomendada a algunas personas esta tarea. Hasta alguna alcaldesa ha sido cogida 'in fraganti' en nuestra provincia empadronando a destajo a personas que no habitan en su municipio pero a las que se les ha prometido un trabajo en él. Y lo que es válido para esta alcaldesa lo es también para otros alcaldes que se han comprometido a dar un puesto de trabajo a un desempleado, algo absolutamente inmoral pero que es una práctica normal. En la mayoría de los casos se suele incumplir por propio sentido común, ya que, de cumplirse todas promesas que se están haciendo para colocar a alguien en los ayuntamientos, la elevada tasa de desempleo se acabaría. Si no resultase una broma macabra, me atrevería a decir que el número de parados descenderá sensiblemente tras las elecciones municipales del año próximo por el número  de promesas que se han hecho.

Es otro ardid, 'voto por correo', para conseguir vencer en las elecciones municipales que yo considero inmoral pero que yo también sucumbiría de encontrarme en esa situación, por lo que habría que elevar la vista hacia quien la practica y juega con los sentimientos más humanos para conseguir el voto que le dé la mayoría en la corporación municipal para alzarse con la alcaldía.

Estos  alcaldes que han conseguido serlo por el decisivo 'voto por correo', en mi opinión, comienzan con un gran déficit de confianza que suele producir situaciones controvertidas a lo largo de sus cuatro años de mandato. Esas situaciones que crispan la sociedad local son una consecuencia de ese déficit de confianza de la que no debe carecer un gobernante y que provocan los 'votos por correo', lo que les convierte en meros líderes de cartón sometidos a los vaivenes de la coyuntura política local.
(www.lagacetadealmeria.com)

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