Alcalde de Gádor y Senador
En política hay políticos buenos, políticos malos y excelentes personas; sin duda José Fernández Amador, alcalde de Sorbas y actual portavoz del Grupo Popular de Diputación, es de esta última clase de político; porque “Pepe”, como le llaman sus amigos y sus vecinos, está hecho de otra “pasta”. Tal vez por eso, porque Pepe Fernández ha sabido dar a la política su toque personal, abierto, cercano y humano, es por lo no es de recibo, ni tiene perdón alguno, lo que están haciendo con él. Porque, aunque esto ya lo saben los sorbeños y gran parte de los almerienses, no tengan Uds. la menor duda que el alcalde de Sorbas es inocente de todo lo que se le acusa y al final la justicia le dará la razón y se la quitará a quienes le han denunciado, como me ha pasado a mí o a mi compañero, el alcalde de Berja, Antonio Torres.
Como en los otros dos casos, la denuncia interpuesta contra Pepe Fernández es simple y llanamente una persecución política de un partido, el PSOE, cuyas actuaciones, todavía cargadas de cierto “tinte” prepotente y autoritario, no terminan de “casar” con una democracia bien asentada, y que sólo pretende conseguir el cambio de gobierno en un ayuntamiento por medio de los juzgados y no con el apoyo libre y democrático de los ciudadanos.
Pero no lo duden, también es una venganza por su labor de oposición en la Diputación Provincial, que pone día tras día en evidencia los abusos de Juan Carlos Usero al frente de ella con el apoyo del PdAL.
No es coincidencia que tras la denuncia del Grupo Popular del llamado “escándalo de los asesores” en mi etapa como portavoz popular en Diputación, comenzara mi calvario judicial. Como tampoco es casualidad que al tomar el relevo Pepe Fernández, el PSOE local lo denunciase también judicialmente a él.
Creo que esto está “más claro que el agua”. El PSOE, al igual que hace un animal herido y acorralado, no soporta que le saquen los colores, que pongan en evidencia sus vergüenzas y mucho menos ver como los ciudadanos le quitan, elección tras elección, ese poder omnipotente del que ha disfrutado, lo suyo es la “ley del embudo”.
Así los responsables locales del PSOE de los municipios con alcaldes populares a batir, la mayoría de ellos con salarios dependientes de alguna administración o empresa pública socialista, han seguido la consigna de su dirección provincial, acabar con los cargos públicos populares que molesten demasiado.
Amigo Pepe, claro que puedes tener la conciencia tranquila, muy tranquila. Sencillamente porque no has hecho nada ilegal, todos sabemos el motivo real de la denuncia y que tras el alarde mediático se esfumará cualquier duda. Mientras pasas este injusto y personal calvario, te digo públicamente lo que ya te he dicho en persona, que por encima de todo soy tu amigo, y no solamente creo en tu inocencia, sino que tienes todo mi apoyo y estaré junto a ti para lo que necesites.
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