Javier Aureliano García
Secretario Provincial del PP
Los españoles cerramos el 2010 en un estado oficial de alarma y envueltos en la incertidumbre que genera un Gobierno que a lo largo de este año que acaba ha evidenciado su incapacidad y su estado de absoluta desorientación tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Zapatero sigue escondido mientras los españoles van de susto en susto, sin saber cuándo se terminará el estado de alarma o cuándo podrán jubilares y en qué condiciones. Ese es el estado real de las cosas. Y mientras tanto, las encuestas evidencian el deseo de los españoles para que las cosas comiencen a cambiar. Asistimos a la entrada de un tiempo cargado de esperanza y de ilusión. Pero también de esfuerzo solidario, de entrega y de compromiso. Estoy convencido de que España saldrá de ésta, no sólo gracias al cambio que supondrá un nuevo Gobierno, sino por la demostrada capacidad de sacrificio y responsabilidad de todos los españoles.
No puedo obviar la coincidencia que reflejan todos los sondeos de opinión que se están realizando en la actualidad: si hoy se celebrasen elecciones en Andalucía, el Partido Popular conseguiría gobernar con un resultado histórico: el IESA, instituto sociológico oficial de Andalucía, confirma el gran crecimiento del Partido Popular otorgándole un 46,8% de intención de voto. Y en la provincia de Almería, los datos son aún más significativos: el 75% de los almerienses no aprueban a Zapatero y tampoco están contentos con Griñán. Ello refleja el creciente sentimiento entre los andaluces que comprenden que la alternativa que representa Javier Arenas es la clave del cambio que necesita nuestra comunidad. Y es que, como dice nuestro presidente, “en Andalucía se ha perdido el miedo al cambio y hay miles de valientes que están dispuestos a conseguirlo.”
No puedo obviar la coincidencia que reflejan todos los sondeos de opinión que se están realizando en la actualidad: si hoy se celebrasen elecciones en Andalucía, el Partido Popular conseguiría gobernar con un resultado histórico: el IESA, instituto sociológico oficial de Andalucía, confirma el gran crecimiento del Partido Popular otorgándole un 46,8% de intención de voto. Y en la provincia de Almería, los datos son aún más significativos: el 75% de los almerienses no aprueban a Zapatero y tampoco están contentos con Griñán. Ello refleja el creciente sentimiento entre los andaluces que comprenden que la alternativa que representa Javier Arenas es la clave del cambio que necesita nuestra comunidad. Y es que, como dice nuestro presidente, “en Andalucía se ha perdido el miedo al cambio y hay miles de valientes que están dispuestos a conseguirlo.”
Es evidente que nos ha tocado vivir una de las crisis económicas más graves por las que ha atravesado el mundo contemporáneo. Vivimos tiempos complejos y difíciles llenos de problemas y preocupaciones. Pero conozco también la capacidad de respuesta ante las dificultades de los almerienses. Por eso, en estos días de Navidad en los que el afecto y la familia cobran un especial y merecido protagonismo, quiero hacer pública mi confianza en el futuro de Almería, de Andalucía y de España para poder continuar el camino de progreso, crecimiento y bienestar que se ha interrumpido a causa de la pésima gestión de los socialistas. Centrándonos en Almería, quiero decir que aunque la situación actual no sea propicia para los alardes de optimismo, quiero decir que sé que esta situación de recesión es temporal y que los almerienses volveremos a dar muestras de nuestra capacidad de trabajo, imaginación y esfuerzo. Sé que podemos contar con el decidido esfuerzo de todos los sectores productivos y sociales almerienses, con su tenacidad y con su visión de futuro. Con esta voluntad y talento, estoy seguro de que el camino del futuro será menos arduo de lo que quizás parezca ahora. Por eso me gustaría que estos momentos de transición en el calendario, nos den la energía y la fuerza suficiente para encarar el año 2011 desde la serena convicción de la posibilidad de superación de las actuales dificultades. Pero también quiero dedicar un pensamiento especial a aquellas personas que, por diferentes circunstancias viven estos días embargados por la incertidumbre, por la angustia o por las ausencias. Hago votos para que la paz y la confianza vuelvan a ellos, así como para que aquellos que en estos días encuentren en el fondo de su corazón el eco y la presencia del espíritu religioso, compartan esta Navidad con los demás el sentimiento y la convicción de que un mundo mejor y más justo no es una utopía, sino una necesidad. Les deseo de todo corazón lo mejor para los próximos meses.
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