El debate del Estado de la Ciudad

José Luis Raya
Coordinador Local de UPyD

Debido a nuestra corta presencia en la vida pública, los miembros de UPyD no somos más que ciudadanos corrientes que, además de cumplir con nuestras obligaciones laborales y familiares, sacamos tiempo para hacer oposición al gobierno municipal y también “al otro”. Nuestra actividad se circunscribe a salir a la Rambla, al mercado, al Paseo (muchos de los lectores nos habrán visto con nuestra camiseta color rosa) y escribir soluciones a pie de calle. Igual que lo pueden hacer ustedes, porque nosotros éramos ustedes hace tan solo unos días. UPyD en Almería es un grupo de ciudadanos, que cansados de criticar y protestar privadamente, se han unido para hacerlo de forma pública y con ello cambiar o mejorar nuestra ciudad, nuestras instituciones, nuestra economía.

Por tanto, en este debate hemos estado, como ustedes, de convidados de piedra. Un deabte en el que:

La Oposición

Entró al trapo en un pleno oportunista para el Partido Popular. Donde, en vez de debatir el modelo de ciudad para el siglo XXI y aportar soluciones nuevas a los problemas endémicos de Almería, el PSOE  permitió que el Partido Popular hablara de sus triunfos como si estos hubieran caído del cielo, o nuestro alcalde tuviera una barita mágica que los hubiera generado.

Dio una imagen pasiva, sin autoridad para rebatir y callar las prepotentes, maratonianas y abusivas intervenciones por parte del equipo de gobierno. No se sabe si por desconocimiento, ignorancia o inoperancia, una oposición que representa a miles de almerienses daba vértigo. No porque no aportase soluciones o no tuviera modelo alguno de ciudad; mas bien, por la resignación que manifestó ante el triunfalismo del Partido Popular. La oposición en ningún momento estuvo, pero lo más grave es que “ni se la espera”.

La oposición desperdició la oportunidad de comunicar a la ciudadanía el modelo de ciudad, las acciones que habrá que hacer en los próximos diez años para que la ciudad vuelva a ser capitalidad, para evitar la marginación de algunos de nuestros barrios, para favorecer la movilidad, para desarrollar el turismo (local, comarcal y provincial), para mejorar la vida y actividad de nuestros agricultores, para que los ciudadanos disfruten su ciudad.
 
El Equipo de gobierno

Utilizando un símil taurino, diríamos que cuajó una discreta faena a un morlaco que además de “afeitao” venia sin casta, fuerza y trapío. El tendido se aburrió hasta el bostezo. Eso sí, después de nueve años se busca la oportunidad  para celebrar un maratoniano pleno del estado de la ciudad  y el equipo de gobierno floreó las fuentes, los jardines, el plan E... como si el merito no fuera compartido (alguien debía de haberles preguntado cuánto aportaba el ayuntamiento y cuanto la Junta de Andalucía o el Gobierno Central). También alguien les debía haber preguntado por qué más del 80 % del presupuesto del Plan E se ha gastado en el centro de la ciudad.

No sabemos por qué los grupos de la oposición se dejaron involucrar como comparsas, como actores de reparto en un circo cuyo único objetivo era el merecimiento y capacidad de nuestro humilde alcalde y su equipo municipal. Un equipo de gobierno que actúa con la prepotencia del que se sabe ganador despreciando a la oposición e ironizando sus argumentaciones haciendo de sus intervenciones un paseo triunfal para las próximas municipales, un equipo de gobierno que  dice cada vez con más frecuencia lo contrario de lo que hace.

Para UPyD

Desde UPyD consideramos el debate una desconsideración para con los almerienses y para con la oposición. Un debate vacío sobre la ciudad, un debate electoralista y electoral sin el respeto al tiempo concertado y sin garantías en tiempo y temas que estos debates tienen al que la oposición se ha sumado dócilmente.

Para los almerienses

El debate (aunque no lo hubo) no ha valido para valorar lo pasado y tampoco para a discutir sobre cómo proyectar Almería hacia el futuro con un proyecto integral (abordado desde los puntos de vista fundamentales, participación ciudadana, seguridad, barrios, ordenación urbana, accesibilidad, limpieza, urbanidad, desarrollo, capitalidad, comunicaciones, agricultura, ocio, universidad, juventud etc.)

Si hacemos un análisis por tendencias políticas, posiblemente los votantes del PP debieron pensar que era un Madrid-Barsa y ellos eran los que goleaban. Los votantes del PSOE debieron pensar que esto era un “alcorconazo” y los que se plantean de forma inteligente su voto debieron pensar que fue tiempo perdido, un partido aburrido o una corrida que se anunciaba como de cartel y que al final fue una charlotada.

Dentro de unos meses, los almerienses deberemos pensar a quién dar el gobierno municipal. Tendremos que decidir si le damos la mayoría absoluta a un gobierno prepotente y despótico, que ha embellecido la ciudad (hay fuentes y jardines y calles nuevas en el centro),  ha agriado la convivencia (tongo en oposiciones, enfrentamiento institucional, desigualdad...), que nos sorprende con anuncios sobre turismo cuanto menos extraños (avenida de las estrellas, turismo de sol y playa, etc.) y se olvida de que Almería también es agrícola y los caminos rurales también son parte del municipio. O le damos la oposición a esos que ni están ni se les espera.

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