Pilar Navarro
Diputada del Parlamento de Andalucía por el PSOE
A Indalecio Fuentes Agüero, de Uleila del Campo, provincia de Almería, y a Rafael Jiménez Ortega, de Bayarque, de la misma provincia, los mataron a tiros, a mediodía del 18 de mayo de 1947, agentes de la Guardia Civil, en el barranco de los Ceferinos. Días después, señorías, fueron enterrados a escondidas, por la noche, con nocturnidad y alevosía, en una fosa común de metro y medio, construida en los aledaños del cementerio del municipio de Sierro, en la provincia de Almería.
Todos estos datos forman parte del informe preliminar histórico. Indalecio y Rafael, señorías, eran pastores, gente humilde, trabajadora, gente normal, que fueron vilmente asesinados y arrojados a una fosa común simplemente por defender las ideas de un Gobierno democrático, como fue el de la II República Española.
A Indalecio le dio poco tiempo para compartir sus vivencias, para enseñarle a su hijo todo lo que quería enseñarle. Pero le dio tiempo, señorías, para dos cosas.
Le dio tiempo para enseñar a su hijo sus valores, para enseñarle a respetar a los demás, para enseñarle el valor de la libertad. Y también le dio tiempo para enseñarle su oficio, el oficio de pastor. Le enseñó a silbar de forma peculiar para llamar a su rebaño cuando se alejaba.
Y ese mismo silbido es el que le servía a ese niño todas las tardes, señorías, para salir a buscar a su padre al campo a ver si encontraba alguna explicación de por qué su padre nunca volvía a su casa. Hasta que una tarde, señorías, un compañero maquis de su padre le contó a ese niño que su padre nunca más volvería porque estaba enterrado en una fosa común cerca del cementerio de Sierro.
Ese niño nunca comprendió, y menos aún cuando pasaban los años, por qué su padre no podía estar enterrado como el resto de vecinos de Sierro.
Y por eso es una muy buena noticia la que conocimos hace dos semanas, que la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía había firmado un convenio con la Asociación Rocamar y con el municipio, con el Alcalde de Sierro, para exhumar la fosa común de este municipio de Almería.
Nos parece que en esta época en la que está tan denostada por algunos la política, hacer política que no es ni más ni menos que ayudar a los demás, cuando además se hace justicia, como es este caso, engrandece a una Administración, engrandece a un Consejero que lo que hace todos los días es justicia.
Todos estos datos forman parte del informe preliminar histórico. Indalecio y Rafael, señorías, eran pastores, gente humilde, trabajadora, gente normal, que fueron vilmente asesinados y arrojados a una fosa común simplemente por defender las ideas de un Gobierno democrático, como fue el de la II República Española.
A Indalecio le dio poco tiempo para compartir sus vivencias, para enseñarle a su hijo todo lo que quería enseñarle. Pero le dio tiempo, señorías, para dos cosas.
Le dio tiempo para enseñar a su hijo sus valores, para enseñarle a respetar a los demás, para enseñarle el valor de la libertad. Y también le dio tiempo para enseñarle su oficio, el oficio de pastor. Le enseñó a silbar de forma peculiar para llamar a su rebaño cuando se alejaba.
Y ese mismo silbido es el que le servía a ese niño todas las tardes, señorías, para salir a buscar a su padre al campo a ver si encontraba alguna explicación de por qué su padre nunca volvía a su casa. Hasta que una tarde, señorías, un compañero maquis de su padre le contó a ese niño que su padre nunca más volvería porque estaba enterrado en una fosa común cerca del cementerio de Sierro.
Ese niño nunca comprendió, y menos aún cuando pasaban los años, por qué su padre no podía estar enterrado como el resto de vecinos de Sierro.
Y por eso es una muy buena noticia la que conocimos hace dos semanas, que la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía había firmado un convenio con la Asociación Rocamar y con el municipio, con el Alcalde de Sierro, para exhumar la fosa común de este municipio de Almería.
Nos parece que en esta época en la que está tan denostada por algunos la política, hacer política que no es ni más ni menos que ayudar a los demás, cuando además se hace justicia, como es este caso, engrandece a una Administración, engrandece a un Consejero que lo que hace todos los días es justicia.
(Publicado en noticiasdealmeria.com)
0 comentarios ! ja ja ja
ResponderEliminarNo hay que aprovecharse de la mala suerte de algunos
No tienen verguenza
Que nadie haga comentarios de este asunto!
Pilar Navarro " a trabajar " contra la CRISIS y menos cuentos
"SENORIAS"