Macarena Ruiz Esquinas
Mujeres en la luz tiene como título la exposición de la pintora Manuela Sedano Sánchez, expuesta en la biblioteca Villaespesa hasta el 8 de Enero de 2011. Entre sus obras podemos ver Los que no se quedaron, Sedimentos, Mosaico, Ángel... y un sin fin de obras que dan protagonismo a una colección que no tienen otros nombres más que fantasía, sensibilidad, calidad y una pintura que refleja la personalidad del artista.
Según Manuela, su obra refleja el sentido de su vida. "Cada cuadro tiene muchas historias, todas tienen algo que contarte, y cada historia se entrelaza con otra, y juntas, forman un mosaico de historias que dan paso a otras historias contadas en otros cuadros". Pintar, para la artista, es como escribir un libro. "El cuadro, muchas veces, no está acabado, y en ocasiones debo insistir más en él, y a lo mejor ha sido expuesto, pero nunca dejo nada sin terminar. Miro a mis cuadros y pinto con los ojos cerrados y lo que la mente y la música me transmite, ese es mi método, mis manos se untan en pintura y mis dedos son los pinceles y comienzo a manchar y a trazar formas". "Algunos se parecen a la obra del pintor ruso Kandinsky , otros a Miró, a Picasso... En ellos, entre otros, me veo reflejada", comenta Manuela, emocionada.
Mujeres en la luz cuenta parte de su historia. Por ejemplo, la obra Los que no se quedaron está dedicado al sentimiento de añoranza de uno de sus hijos, que, a causa de un accidente, ya no está con ella, y el cuadro está dedicado al esperma, puesto que, echándole en falta, le hubiera gustado tener más hijos. Otra obra está dedicada a su amistad con una maestra, pintada a pastel y dedicado a ella y al verdadero significado de su amistad, otro a la formación del planeta tierra y a todos los elementos que forman parte de ella.
Aunque lo más conmovedor de esta pintora es que todo lo que pinta es creado por ella misma, sus emociones y su propia imaginación la guían en el proceso creativo de cada obra, no hay nada establecido, todo es libertad a la hora de pintar y creatividad y siempre rodeada de ideas y sonidos musicales.
Mujeres en la luz cuenta parte de su historia. Por ejemplo, la obra Los que no se quedaron está dedicado al sentimiento de añoranza de uno de sus hijos, que, a causa de un accidente, ya no está con ella, y el cuadro está dedicado al esperma, puesto que, echándole en falta, le hubiera gustado tener más hijos. Otra obra está dedicada a su amistad con una maestra, pintada a pastel y dedicado a ella y al verdadero significado de su amistad, otro a la formación del planeta tierra y a todos los elementos que forman parte de ella.
Aunque lo más conmovedor de esta pintora es que todo lo que pinta es creado por ella misma, sus emociones y su propia imaginación la guían en el proceso creativo de cada obra, no hay nada establecido, todo es libertad a la hora de pintar y creatividad y siempre rodeada de ideas y sonidos musicales.
"El nacimiento de una idea puede tomar la forma que nosotros queramos, pero en la pintura surrealista no se sabe cómo va a empezar, ni a terminar, si es que alguna vez finaliza", afirma Manuela.
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