Vicepresidente de la Hermandad Virgen del Mar
Dijo Paúl Freire. “Hemos de transformar las dificultades en posibilidades”. Eso es, sencillamente, lo que pretende este artículo. El mundo de la discapacidad nos atañe a todos y a todos nos incumbe. Aunque solo fuera porque en nuestra realidad cercana sabemos de alguna persona con discapacidad. Aunque solo fuera porque en algún momento de nuestra vida hemos sido o vamos a ser personas técnicamente discapacitadas. Siempre nos recomiendan actuar con suavidad y templaza en las formas y en el fondo y estamos a tiempo para enderezar las cosas, aunque seguramente no faltará algunos que, aún en sus cabales mentales, no dejarán de tocarnos las narices y hacer lo que les plazca.
De nuevo otra llamada de atención a la Concejalía de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Almería. Sr. Concejal -esta vez con nombre y apellidos-, Sr. don José Carlos Dopico Fadrique, la nueva ordenanza municipal sobre aparcamientos de carga y descarga, que en principio tenía que ser un alivio y un beneficio para las personas con movilidad reducida, no está dando los frutos esperados. Tampoco la ineficaz e imperativa gestión de vigilancia y retirada de vehículos por la grúa de los automóviles no identificados y aparcados indebidamente en las plazas reservadas para personas con movilidad reducida. Parece ser que, tambien, en Almería ya vale todo. Días pasados en el Palmeral había aparcado un automóvil con un letrero escrito en un cartón que, literalmente, decía: “Aparco aquí porque soy cojo y manco”.
Sr. Concejal, yo ya no sé como decírselo. Le insisto. ¿Tiene el Ayuntamiento de Almería un proyecto suficiente, y como Dios manda, para atender las necesidades de movilidad de las personas discapacitadas? La respuesta, me la temo, es evidente.
Y para vosotros, ciudadanos de a pie que os tomáis estas cosas a la torera, y vivís estas obligaciones ciudadanas desde la distancia y no respetáis las ordenanzas municipales, os recomiendo que esta exigencia empiece a formar parte de vuestras preocupaciones cotidianas. Con el tiempo me lo agradeceréis.
Quizá esta nueva demanda sea una gota de agua en el océano, pero, como dijo la Beata Teresa de Calcuta, “el océano no seria el mismo sin esa gota de agua”.
Afortunadamente, se está produciendo un cambio importante de respeto y actitud. Gracias a todos aquellos que lo hacen posible. Para los que aún siguen sin entender nada de nada y no aceptan, ni respetan lo que comento en esta crónica de opinión, no tengo nada más que compasión.
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