Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería
EL Pleno del Ayuntamiento de Almería celebra hoy el Debate sobre el Estado de la Ciudad, cumpliendo así un compromiso del Equipo de Gobierno con los almerienses. Pero es evidente que para hablar de la ciudad de hoy hay que recordar el ayer y cómo estaba cuando a mediados del año 2003 la coalición PSOE-IU dejó el gobierno municipal.
La imagen que, a mi juicio, resume de modo más gráfico el estado de incompetencia generalizada que suponía la gestión municipal en aquella época la tenemos en el aparcamiento de Obispo Orberá, paradigma del descontrol y la improvisación y la mejor demostración de la total ausencia de un proyecto colectivo de ciudad.
¿Y cómo es Almería siete años después? ¿Cómo es la Almería de 2010? Pues en líneas generales, creo sinceramente que es una ciudad bastante mejor que aquella otra que nos encontramos y que tuvimos que sufrir todos los almerienses. Creo que no exagero si digo que los avances y los logros de Almería como ciudad se están produciendo en todos los frentes y en todos los barrios.
Con el PP y Gial, Almería organizó y celebró los mejores Juegos Mediterráneos de todos los tiempos y ha experimentado un cambio palpable hacia la modernidad. La consecuencia de todo ello es que el ciudadano ha modificado la percepción que tenía de su Ayuntamiento y de su ciudad.
Creo que puedo decir, con la satisfacción del trabajo bien hecho, que Almería está poniéndose a la altura de las exigencias de los almerienses. Soy consciente de que todavía quedan muchas cosas por hacer, del mismo modo que estoy convencido de que la eficacia, la austeridad, el rigor y el trabajo son los medios que nos han permitido llegar al punto donde estamos. Y que no es, ni mucho menos, un punto de llegada. Es tan sólo un punto de partida hacia el futuro que todos los almerienses deseamos.
(Publicado en Diario de Almería)
La imagen que, a mi juicio, resume de modo más gráfico el estado de incompetencia generalizada que suponía la gestión municipal en aquella época la tenemos en el aparcamiento de Obispo Orberá, paradigma del descontrol y la improvisación y la mejor demostración de la total ausencia de un proyecto colectivo de ciudad.
¿Y cómo es Almería siete años después? ¿Cómo es la Almería de 2010? Pues en líneas generales, creo sinceramente que es una ciudad bastante mejor que aquella otra que nos encontramos y que tuvimos que sufrir todos los almerienses. Creo que no exagero si digo que los avances y los logros de Almería como ciudad se están produciendo en todos los frentes y en todos los barrios.
Con el PP y Gial, Almería organizó y celebró los mejores Juegos Mediterráneos de todos los tiempos y ha experimentado un cambio palpable hacia la modernidad. La consecuencia de todo ello es que el ciudadano ha modificado la percepción que tenía de su Ayuntamiento y de su ciudad.
Creo que puedo decir, con la satisfacción del trabajo bien hecho, que Almería está poniéndose a la altura de las exigencias de los almerienses. Soy consciente de que todavía quedan muchas cosas por hacer, del mismo modo que estoy convencido de que la eficacia, la austeridad, el rigor y el trabajo son los medios que nos han permitido llegar al punto donde estamos. Y que no es, ni mucho menos, un punto de llegada. Es tan sólo un punto de partida hacia el futuro que todos los almerienses deseamos.
(Publicado en Diario de Almería)
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