Javier Salvador
Director de Teleprensa
Siempre he creído que Jesús Caicedo, alcalde de Cuevas del Almanzora, es un tipo listo, más que la media de los que actualmente agachan la cabeza y se dejan mandar por Comendador y Amat en el PP de Almería, pero el asunto de Palomares, el contenido de los reportes que mandan desde la embajada en España de EE.UU., pone algunas dudas que dañan más que una imagen política.
Caicedo, alcalde y senador del PP en Almería, debe salir a la palestra y decir si es de él de quien se habla en esas conversaciones, porque es comprensible que el embajador de EE.UU. hable del alcalde de Palomares y no de Cuevas del Almanzora, porque para ellos el sur de España no existiría sin Rota y ese pequeño pueblo en el que cayeron sus bombas esparciendo su basura radioactiva. Pero bueno, se trata de identificar a ese alcalde al que se describe como un tipo fiel y controlado, al que ya se le ha garantizado trato vip, reservado para gente muy importante durante su viaje privado a Wasington.
Es bueno que diga en qué consistió ese trato especial antes de que descubramos otro cable en el que se responda al embajador y le cuenten en qué consistió ese compadreo. Es decir, que tiene que explicar cosas y, sobre todo, por qué los americanos están tan convencidos de que es un aliado suyo frente a los científicos españoles que le reclaman a EE.UU. una descontaminación total, y que se lleven los restos radioactivos a cualquiera de sus basureros ubicados en otros lugares.
Y ojo, si no hay explicación, que dimita. Que deje su acta de concejal y de senador antes de que le quiten el título de mejor alcalde España, según su amigo Carlos Herrera, para pasar a ser Jesusín el de Washington.
Y verán. Podrán decir que el tema de los cables entre la embajada de EE.UU y su departamento de Estado no es concluyente, que son documentos privados que se pueden sacar de contexto, pero claro, eso es obvio para cualquiera, menos para este PP de Almería, que se basó en cámaras ocultas y otras leches para hacer oposición en la Diputación de Almería.
Caicedo, alcalde y senador del PP en Almería, debe salir a la palestra y decir si es de él de quien se habla en esas conversaciones, porque es comprensible que el embajador de EE.UU. hable del alcalde de Palomares y no de Cuevas del Almanzora, porque para ellos el sur de España no existiría sin Rota y ese pequeño pueblo en el que cayeron sus bombas esparciendo su basura radioactiva. Pero bueno, se trata de identificar a ese alcalde al que se describe como un tipo fiel y controlado, al que ya se le ha garantizado trato vip, reservado para gente muy importante durante su viaje privado a Wasington.
Es bueno que diga en qué consistió ese trato especial antes de que descubramos otro cable en el que se responda al embajador y le cuenten en qué consistió ese compadreo. Es decir, que tiene que explicar cosas y, sobre todo, por qué los americanos están tan convencidos de que es un aliado suyo frente a los científicos españoles que le reclaman a EE.UU. una descontaminación total, y que se lleven los restos radioactivos a cualquiera de sus basureros ubicados en otros lugares.
Y ojo, si no hay explicación, que dimita. Que deje su acta de concejal y de senador antes de que le quiten el título de mejor alcalde España, según su amigo Carlos Herrera, para pasar a ser Jesusín el de Washington.
Y verán. Podrán decir que el tema de los cables entre la embajada de EE.UU y su departamento de Estado no es concluyente, que son documentos privados que se pueden sacar de contexto, pero claro, eso es obvio para cualquiera, menos para este PP de Almería, que se basó en cámaras ocultas y otras leches para hacer oposición en la Diputación de Almería.
Y mira por donde, el que sostenía la revista y mandaba los fax a la redacción de telepepé era, precisamente, el alcalde de Sorbas -lo reconoció en pleno-, un presunto delincuente para quien la fiscalía pide 2 años prisión y 18 de alejamiento forzoso de cualquier cargo público, todo ello como premio por lo honrada que ha debido ser su gestión. Que manda huevos.
Pero Caicedo, que nada tiene que ver con este tipo de gente y ciertamente cuenta con otro talante, tendrá que ser consecuente con su propio honor y hacer gala de que aún queda algo entre los cargos públicos del PP de Almería. Por ejemplo, no hace mucho un diputado provincial del PSOE dimitió y renunció a su acta de concejal en Lubrín porque le imputaron en un tema urbanístico. Se fue por disciplina de partido, claro que en el PP de Almería no se puede pedir tal cosa porque habría que renovar la leche de puestos y convocar elecciones anticipadas en Valencia.
Es decir, que Caicedo tendrá que asumir, si aún le queda algo, que ese trato vip en Wasington fue mala idea, si fue a él a quien se le dispensó, porque la X de esta trama aún está por resolver. Un regalo envenado que puede estar acostumbrado a ver, pero en él queda la decisión de que le comparen con gente diversa. Por ejemplo, no hace mucho su compañero de partido Francisco Amizián, ese al que pillaron conduciendo borracho después de provocar un accidente y que no dimite, se fue a EE.UU. con unos tipos que iban a hacer una inversión de la leche en El Toyo con escuela de golf o de golfos, aún no está claro, y pese a que no salió nada todo el mundo sabe lo bien que se lo pasaron y la pasta que gastaron. Por cierto, de los genioinversores de aquella aventura uno está ahora vendiendo coches de scalextric y el otro intentando escapar de las demandas que le tienen puestas.
Pero vamos, hablamos de Caicedo, el que Carlos Herrera nombró mejor alcalde de España, ¿y fue antes o después del viaje vip a Washington?.
Pero Caicedo, que nada tiene que ver con este tipo de gente y ciertamente cuenta con otro talante, tendrá que ser consecuente con su propio honor y hacer gala de que aún queda algo entre los cargos públicos del PP de Almería. Por ejemplo, no hace mucho un diputado provincial del PSOE dimitió y renunció a su acta de concejal en Lubrín porque le imputaron en un tema urbanístico. Se fue por disciplina de partido, claro que en el PP de Almería no se puede pedir tal cosa porque habría que renovar la leche de puestos y convocar elecciones anticipadas en Valencia.
Es decir, que Caicedo tendrá que asumir, si aún le queda algo, que ese trato vip en Wasington fue mala idea, si fue a él a quien se le dispensó, porque la X de esta trama aún está por resolver. Un regalo envenado que puede estar acostumbrado a ver, pero en él queda la decisión de que le comparen con gente diversa. Por ejemplo, no hace mucho su compañero de partido Francisco Amizián, ese al que pillaron conduciendo borracho después de provocar un accidente y que no dimite, se fue a EE.UU. con unos tipos que iban a hacer una inversión de la leche en El Toyo con escuela de golf o de golfos, aún no está claro, y pese a que no salió nada todo el mundo sabe lo bien que se lo pasaron y la pasta que gastaron. Por cierto, de los genioinversores de aquella aventura uno está ahora vendiendo coches de scalextric y el otro intentando escapar de las demandas que le tienen puestas.
Pero vamos, hablamos de Caicedo, el que Carlos Herrera nombró mejor alcalde de España, ¿y fue antes o después del viaje vip a Washington?.
(teleprensa.es)
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