Francisco Vargas
Presidente de Asaja
La agricultura de nuestra provincia puede ser vista de diferente manera en función de los diferentes sectores que la forman, si bien y a pesar de las dificultades del sector para acceder al crédito se puede señalar que este 2010 ha sido un año aceptable para el sector agrario de nuestra provincia. Y es que mientras que en otros sectores económicos la dura recesión económica ha seguido provocando una auténtica sangría en pequeñas y medianas empresas, la agricultura se ha erigido en el único sector que se ha mantenido constante en este tiempo.
Las cifras resultantes de la anterior campaña y el inicio de ésta lo demuestran: a pesar de las dificultades, los agricultores almerienses han podido ver recompensado su esfuerzo por continuar con sus explotaciones a pesar de la caída de renta sufrida en los últimos años. De este modo, las frutas y hortalizas han continuado dando alegrías a la economía provincial y han seguido siendo el sector que mejor comportamiento ha tenido en 2010 tanto en cifras de empleo como de aportación al PIB.
En opinión de Asaja-Almería los precios durante 2010 han sido aceptables en líneas generales salvo contadas excepciones: un año más, melón, sandía y lechuga han vuelto a dar pérdidas a los productores, provocando (en el caso de melón y sandía) que la campaña de primavera sea poco rentable, y que estos cultivos tradicionales para el campo de Almería siguen sin levantar cabeza, y tendiendo a su disminución progresiva e inevitable.
Según reflejan los datos de Asaja, en 2010 el precio medio de los principales productos hortícolas cultivados en Almería (tomate, pimiento, calabacín, berenjena y pepino) ha sido un 30% superior al precio medio del año anterior. (Datos provisionales pues aún no hemos finalizado el ejercicio y pueden sufrir modificaciones a la baja debido a las malas cotizaciones de este mes de diciembre. En el caso del tomate la caída es ya de un 30%).
La causa de este incremento en las cotizaciones en origen la encontramos en momentos puntuales del año. Por ejemplo, durante el primer trimestre del año los precios fueron inusualmente elevados a causa de la merma en la producción provocada por las lluvias, con pérdidas cuantificadas por los servicios técnicos de Asaja en 390 millones de euros para Almería e importantes problemas en la producción por problemas de exceso de humedad. Esta situación proporcionó a las pizarras cotizaciones que han conseguido maquillar el resultado de la campaña.
También ha contribuido a este incremento del precio medio los resultados de este comienzo de campaña, ya que a lo largo de los meses de octubre, y principalmente noviembre, los precios de nuestros productos han sido más razonables que en años anteriores debido, entre otras razones, a que el agricultor ha sembrado de forma más escalonada, con una mejor planificación, viéndose favorecida además por el adelanto de la entrada del frío en Europa. Y es que a pesar del mal comienzo que tuvieron en las pizarras productos como calabacín o berenjena, en 2010 la situación se ha vuelto favorable para el agricultor. Sin embargo, los agricultores empiezan a temer cambios en esta tendencia y que las cotizaciones de los meses de enero y febrero no sean tan favorables para el agricultor, ya que si el frío no lo evita, podrían producirse la coincidencia de la producción almeriense con la de países competidores como Marruecos o Israel, que viven en esos meses su período de máxima producción.
Asaja-Almería destaca como principal punto negro de este 2010 los daños producidos por el temporal de lluvia del el primer trimestre, que mermaron de forma considerable la producción de la provincia, ocasionando daños a numerosas explotaciones agrícolas y ganaderas, muchas de las cuales no se pudieron recuperar y continuar el año con normalidad.
Pero, por lo general, 2010 ha sido un año bastante más tranquilo para el sector agrario de nuestra provincia que años anteriores; obviamente se han producido dificultades, entre las que destacamos las plagas y enfermedades habituales como es el caso de la tutta, si bien este año los agricultores han controlado mejor esta plaga.
Gracias a la responsabilidad de los agricultores y su compromiso con una agricultura limpia, el control biológico ha sido uno de los aspectos positivos de este año, pues más del 60 % de las explotaciones agrarias han certificado este método de cultivo. El 40 % restante también podría certificar el uso de lucha integrada ya que son muchos los agricultores que hacen sueltas para controlar las plagas pero no certifican el trabajo mediante este método. Por ejemplo, existen zonas en Dalías o Berja en las que no es necesario hacer las sueltas de insectos, ya que la fauna auxiliar se ha instalado y se reproduce con normalidad en el entorno y en las explotaciones.
En 2011 el campo necesita seguir con la apuesta por el control biológico, aumentando los controles para comprobar que todas las plantaciones que certifican el uso de lucha integrada tienen realizadas la cantidad de sueltas exigidas por la Administración, o que existe en las plantaciones un número de fauna auxiliar suficiente para garantizar su eficacia. También es muy importante para el sector que se controle que no existan sustancias activas (fungicidas o insecticidas) no compatibles con la lucha integrada.
ACUERDO CON MARRUECOS
La competencia de Marruecos en 2010 ha afectado a Almería menos que en años anteriores. Esto es debido a que el temporal de lluvias y el viento de principios de año también ha estado presente en el país vecino, mermando su producción tanto en cantidad como en calidad y esto ha beneficiado a las cotizaciones de las hortalizas de nuestra provincia.
Ahora nos encontramos además con un retraso en su campaña de 2010-2011, entre otros motivos porque los inversores extranjeros quisieron evitar el comienzo en plena época de Ramadán. Este comienzo tardío de la campaña agrícola de Marruecos ha motivado que el otoño de 2010 haya tenido para las hortalizas de Almería un mejor color.
Y es que Marruecos ha centrado gran parte de la actualidad agraria de este 2010, ya que éste ha sido el año de la ratificación del nuevo acuerdo comercial. Debido a las repercusiones que tiene la entrada en vigor de un nuevo acuerdo entre la UE y Marruecos, con la obtención de mayores contingentes para la entrada de producto en nuestros mercados, Asaja ha mantenido a lo largo de todo 2010 una actitud reivindicativa y dirigida a denunciar ante nuestros representantes políticos que no podemos permitir mayores desigualdades entre los agricultores de ambas orillas.
De este modo, Asaja-Almería quiso movilizar de nuevo al sector agrario, que eligió como fecha la celebración en Granada de una Cumbre bilateral organizada entre las actividades previstas en el semestre de la presidencia española de la UE. Nuevamente, los agricultores almerienses, junto a los de provincias vecinas afectadas como Murcia y Granada, acudieron a la cita para reclamar un futuro para las frutas y hortalizas e intentar hacer ver a nuestros representantes políticos las repercusiones negativas de este acuerdo.
A lo largo de 2010 han sido muchas las ocasiones en las que este acuerdo y los incumplimientos han estado de actualidad, y desde Asaja hemos trabajado por evitar que este tema de especial trascendencia para el agro de la provincia cayese en el olvido, e incluso agricultores de la provincia se trasladaron a Mérida a una nueva movilización del sector a nivel nacional convocada por Asaja y el resto de organizaciones agrarias, en la que Almería estuvo presente para reclamar reciprocidad en los acuerdos con Países Terceros.
Pero sin embargo, y a pesar de que la batalla dura ya años, en 2010 han sido muchas las voces que han apoyado la postura de los agricultores almerienses, y han salido a la luz datos y cifras que corroboran las tesis del sector sobre incumplimientos de cupos, precios de entrada y ausencia de vigilancia. En 2010 la propia Comisión ha llegado a reconocer ciertas discrepancias sobre los datos de entrada de este producto declarado demostrando una vez más de la ineficacia de los controles existentes. Por su parte, Asaja presentó en el CESE (órgano consultivo de la Unión Europea) un informe sobre la agricultura en Terceros Países como Marruecos, Túnez, e Israel donde se hacía un llamamiento claro a la necesidad de poner en marcha compensaciones a los productores de los países mediterráneos, principalmente españoles dedicados al cultivo de frutas y hortalizas, que se verán perjudicados por la apertura de los mercados.
Es más, Asaja organizó una visita de representantes de la organización, entre los que se encontraba el presidente de Asaja-Almería, Francisco Vargas, a Bruselas, donde se reunió con parlamentarios y representantes de las instituciones europeas (como el Comisario de Competencia) y elevó la preocupación del sector hortícola español por la marcha del nuevo Acuerdo con Marruecos.
Así, tras el mazazo que ha supuesto la ratificación del mismo por los Ministros europeos este mismo mes, y quedando pendiente el trámite de la votación del Parlamento Europeo, Asaja se ha propuesto para los próximos meses intensificar los contactos y rondas de reuniones con europarlamentarios españoles para solicitarles que voten "no" a un acuerdo lesivo para los intereses de los agricultores españoles y que pone en riesgo el futuro de la agricultura mediterránea.
MÁRGENES COMERCIALES
Una de las tradicionales quejas mostradas por esta asociación es la relativa al abuso que se produce en la cadena de comercialización agroalimentaria. Los agricultores en los últimos años hemos podido comprobar cómo la presión de la gran distribución nos ha llevado a la ruina, y esta situación en 2010 se ha acentuado especialmente en sectores ganaderos como el vacuno de leche y el caprino. Así, no resulta extraño observar márgenes superiores al 400 % en la mayor parte de nuestros productos, y si bien este año parecía que estos márgenes se habían reducido no ha sido así en el caso de la presión al agricultor y ganadero por vender a la baja.
Una prueba inequívoca del nivel de alarma que toda esta coyuntura está empezando a generar lo constituye el hecho de que en las más altas instancias de la Unión Europea (UE) se ha abierto un intenso debate sobre la situación de la cadena agroalimentaria. Algunos países, como Francia y Gran Bretaña, han comenzado incluso a legislar sobre la materia con el objeto de que las relaciones dentro de la estructura sean más equilibradas, y los últimos dictámenes de carácter técnico elaborados en Bruselas reconocen y denuncian la posición de dominio de la gran distribución, así como las consecuencias que esto provoca en los productores agrarios y ganaderos.
Asaja aprobó en Junta Directiva nacional solicitar al Ministerio de Medio Ambiente la obligatoriedad de promover contratos-tipo para todas las transacciones de la cadena agroalimentaria con el objetivo de dotar al sector de la necesaria transparencia y evitar situaciones de abuso e incluso ilegales como la venta a resultas o a pérdidas.
Sin embargo sobre esta cuestión no se ha avanzado todo lo necesario, y si es cierto que al menos ya existe una conciencia pública sobre este abuso, no se ha dotado al sector de las herramientas necesarias para evitar diferenciales que están llevando a gran parte del sector agrario a la ruina.
Sin embargo en 2010 también hemos podido comprobar cómo la cesta de la compra no se ha encarecido como en años anteriores, y los altibajos en los precios han obedecido a criterios de mercado, demostrando así el abuso al que los grandes poderes de la distribución tiene sometidos al consumidor y al agricultor-ganadero.
REFORMA DE LA PAC POST 2013
2010 nos deja también un intenso debate público sobre la tendencia de futuro de la PAC a partir de 2013 y que ha sido no sólo formulada a nivel público mediante una consulta celebrada en verano, sino que ha derivado en un documento presentado por el Comisario de Agricultura en noviembre y sobre el que probablemente se seguirá debatiendo y profundizando en 2011, pero que tiende a una nueva política agrícola común en la que se le da mayor importancia al cumplimiento de los requisitos medioambientales para poder cobrar las ayudas europeas.
Asaja en este punto tiene las cosas claras: la PAC necesita de un presupuesto suficiente para garantizar la función básica de la agricultura de dar a los ciudadanos alimentos sanos y en cantidad suficiente. Es decir se debe evitar una posible cofinanciación de las medidas contempladas en la PAC que supondría generar desigualdades entre productores comunitarios y una pérdida de competitividad para el sector agrario europeo.
Por ahora lo que tenemos es una mera declaración de intenciones, pues la propuesta de reforma de la PAC la conoceremos en 2011.
En este sentido, la batalla para Almería es no perder presupuesto y conseguir que sean los productores los verdaderos actores de la PAC.
PROMESAS INCUMPLIDAS
Sin lugar a dudas 2010 nos ha dejado un importante vacío en lo que se refiere al cumplimiento de nuevos compromisos con el sector agrario.
Si desde principios de año, gracias al inicio de una serie de grupos de trabajo y negociación con el Gobierno parecía que las reivindicaciones que llevaron a la calle a miles de agricultores en noviembre de 2009 convocados por Asaja y el resto de organizaciones agrarias en Madrid iban a cuajar en una serie de medidas para mejorar la rentabilidad del sector, al final han quedado reducidas a la aplicación de ayudas a los préstamos avalados por SAECA y a la obtención de créditos ICO, que han aliviado en parte la situación de asfixia económica del sector pero sin llegar a resolver sus problemas.
Esta medida ha sido positiva, sin embargo, la presión fiscal a la que se ven sometidos agricultores y ganaderos ha ido a peor, sobre todo con la subida del IVA al 18 %, y del IVA reducido al 8 % que no ha podido compensar la subida de un punto del IVA percibido por el agricultor.
Y hasta ahí ha llegado el apoyo del Gobierno al sector agrario, las reuniones y grupos de trabajo se han paralizado y no se ha continuado con un paquete de medidas de apoyo al único sector que está aguantando la difícil situación económica.
Y en el caso de Andalucía, Asaja critica que tras el anuncio de la puesta en marcha del Documento de Interlocución Agraria que recogía numerosas medidas de apoyo al sector agrario no se haya dado un paso más en concretar estas medidas y no se haya avanzado en mejorar la competitividad del sector agrario andaluz.
Por otro lado Asaja-Almería destaca el fracaso de las ayudas para modernización e incorporación de jóvenes que sigue siendo asignatura pendiente para garantizar la necesaria supervivencia del sector agrario y que debería ir preocupando a las diferentes Administraciones.
También nos preocupa la decisión de la Junta de Andalucía de no dotar de presupuesto a los seguros agrarios (salvo correcciones de último momento), rompiendo con la política llevada a cabo en los últimos años y que ha contado con la colaboración de Asaja. De hecho en 2010 se han dedicado 17 millones de euros a financiar el 25 % de la subvención estatal para la contratación de los seguros. Esta ausencia de presupuesto para 2011 va en detrimento del sector y es un paso atrás para seguir incrementando los niveles de contratación en Andalucía, perjudicando a los agricultores andaluces (pues en otras Comunidades Autónomas sí se seguirá aplicando esta subvención) y encareciendo el seguro.
HIGIENE RURAL
En 2010 hemos comprobado cómo ha continuado la guerra entre la Junta de Andalucía y los Ayuntamientos a la hora de adjudicar la responsabilidad sobre la higiene rural, perjudicando nuevamente a los agricultores de nuestra provincia.
Desde Asaja hemos criticado la falta de una verdadera política de gestión de residuos agrarios en nuestra provincia, y que ha dejado a los agricultores en manos de aquellos que han visto en esta necesidad un “negocio” al que además se suma una cierta relajación en la vigilancia a los centros de acopio y eliminación. Este año, la gota que ha colmado el vaso la han sufrido los agricultores de El Ejido, que tras el incendio del pasado mes de agosto, a día de hoy tienen que seguir llevando sus restos vegetales a otros municipios debido al cierre de la planta.
Un año más, los agricultores han visto que el fuego ha sido el encargado de eliminar los restos de las explotaciones mientras al agricultor se le vigila y sanciona. Asaja ha querido dejar claro que se opone frontalmente a la imposición de nuevas tasas y cánones para el agricultor, y apuesta por otras iniciativas económicamente atractivas y por la autorización de prácticas de reutilización de restos en los invernaderos autorizadas por Sanidad Vegetal. Y es que, tampoco en 2010 ni Ayuntamientos ni la Junta han sido capaces de llegar a un acuerdo sobre la gestión de la higiene rural en nuestra provincia.
OTRAS CUESTIONES DE INTERÉS
INSEGURIDAD EN EL CAMPO SE PERFILA COMO UNA DE LAS MAYORES PREOCUPACIONES DEL AGRICULTOR
Lamentablemente el problema de la inseguridad y los robos en las zonas rurales ha sido una constante a lo largo de este año, la sensación de inseguridad e indefensión que los agricultores viven en sus explotaciones es desgraciadamente cada vez mayor y la crisis ha incrementado los episodios de robos en el campo.
La situación es extensiva a cualquier rincón del país, y a pesar de las reuniones que Asaja ha mantenido a lo largo del año con la Subdelegación del Gobierno y con los responsables de los Cuerpos de Seguridad esta lacra sigue siendo parte del día a día de muchos agricultores y ganaderos. En 2010 la organización ha planteado incluso la creación de un modelo de declaración de robos que está empezando a ser aplicado en otras provincias para facilitarle las cosas al agricultor y evitar pérdidas de tiempo o desplazamientos.
La situación llega a tal extremo que está proliferando la contratación de seguridad privada o dispositivos de vigilancia, pues en ocasiones se trata de grupos perfectamente organizados, cuando no es el propio agricultor el que poniendo en peligro su propia integridad física , decide vigilar por su cuenta su finca. Desgraciadamente en 2010 debemos lamentar la pérdida de dos agricultores que se encontraban vigilando su explotación.
Por este motivo Asaja-Almería insiste en el necesario incremento de efectivos en el campo y en la coordinación entre los diferentes Cuerpos de Seguridad del Estado y la Policía Local.
TARIFAS ELÉCTRICAS
Una de las mayores preocupaciones para los agricultores ha sido y es el constante incremento en la factura de la luz y en el coste del agua. En 2010 la subida de las tarifas eléctricas ha sido superior al 8%, contribuyendo a encarecer los costes de las explotaciones no sólo en lo relativo a la energía, sino en el propio coste de cada metro cúbico de agua.
Y para colmo de males, los regantes tienen que hacer frente ahora a nuevas disposiciones recogidas en la nueva Ley de Aguas, una ley que ha visto la luz en 2010 y que a pesar de haber recogido algunas modificaciones propuestas por Asaja, no ha sido bien acogida por los regantes de la organización, que la califican de “claramente recaudatoria”.
A partir de la aplicación de esta Ley, los agricultores están viendo aumentados sus costes al tener que hacer frente a mayores cánones y tasas para el pago de las infraestructuras y del propio personal de la Administración ocasionado un gran malestar en el sector.
OTROS SECTORES
Asaja considera que el resto de sectores productivos ha seguido la misma tendencia que el sector hortícola, es decir, ha habido menos producción y precios por tanto más razonables (y con altibajos) en sectores como los cítricos y la almendra.
La excepción la encontramos con el aceite de oliva, que sigue inmerso en una tendencia a la baja en sus cotizaciones en origen que se ha acentuado en 2010. A pesar de la gran calidad del aceite de oliva de Almería, no podemos señalar que 2010 haya sido un buen año para los productores de aceite.
Tampoco ha sido un buen año para los ganaderos de la provincia, especialmente para los ganaderos de ovino y caprino debido a las pésimas cotizaciones en origen de la leche y la carne que les ha llevado en varias ocasiones a la calle para hacer ver a los representantes políticos los abusos a los que se ven sometidos por la industria.
RENTA AGRARIA 2010: LA RENTA AGRARIA ESPAÑOLA CRECE LA MITAD QUE LA MEDIA EUROPEA
Los datos provisionales publicados por la agencia europea de estadística (Eurostat) sobre el comportamiento de la renta agraria de la Unión Europea en 2010, dan a España un crecimiento de renta del 6,5% respecto al año anterior, una subida que es justamente la mitad de la media europea. Tras varios años de caídas, con la subida de este año la renta agraria española “logra” situarse al nivel de 2005, un balance muy pobre, en opinión de ASAJA, que viene a corroborar la crítica situación por la que atraviesa nuestra agricultura.
Según los datos de Eurostat, la renta agraria de la UE27 crece un 12,3 % de media este año, aunque llaman poderosamente la atención el crecimiento de renta experimentado por algunos países como Dinamarca (54,8 %); Estonia (48,8 %); Irlanda (39,1); Francia (31,4 %); Alemania (22,8 %) o Polonia (18,4 %). Exactamente, son 18 los países comunitarios que se sitúan por delante de España en cuanto a crecimiento de la renta agraria se refiere.
En opinión de Asaja, lo que inicialmente se podría ver como una buena noticia, una subida de la renta agraria española de un 6,5%, si lo analizamos con detalle comprobamos que no lo es tanto ya que, computando esta subida tan solo logramos situarnos a los mismos niveles de renta que tenían los agricultores y ganaderos españoles hace cinco años. Desde entonces, a excepción del año 2007, los productores españoles vienen sufriendo reiteradas pérdidas de renta y la viabilidad de sus explotaciones cada vez está mas cuestionada.
La grave crisis de precios en origen que soportan prácticamente todas las producciones mediterráneas (frutas y hortalizas, vino y aceite de oliva, entre otras) y buena parte de las producciones ganaderas (en especial vacuno de leche, y ganadería de ovino), unido a unos costes de producción que han seguido aumentando durante 2010 dan como resultado el cese de actividad o el abandono miles de explotaciones o, en el mejor de los casos, una situación crítica para los productores que todavía siguen al frente de su “negocio”.
Por otra parte, debemos recordar que en el computo de la renta agraria también están incluidas las ayudas que reciben los productores europeos y que, en el caso de España, suponen el 30 % de valor de la renta agraria. De no ser por estas compensaciones de renta procedentes de la PAC, los datos serían mucho peores. Por eso, Asaja insiste, una vez mas, en la necesidad de garantizar una PAC fuerte y con presupuesto suficiente después de 2013 capaz de garantizar el papel fundamental que desempeña la agricultura en la producción de alimentos sanos y de calidad, en la generación de empleo y conservación del medio natural.