Altius, fortius, citius

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Si nos parece vomitivo el aspecto más macarra y hortera de los excesos y exóticas ostentaciones de algunos imputados en la Operación Poniente, aún está por llegar la parte más despreciable de estos episodios: la política. Apunta maneras Pepe Añez cuando se pregunta por qué se le ha hecho tanto daño al pueblo de El Ejido. Y es aquí, representando el papel de defensores de todo un pueblo, donde vamos a ver una nueva versión de delirios; no ya de grandeza, sino de la más baja estofa que se pueda avizorar.

A muy pocas fechas de la segregación del municipio de Dalías, algunos dirigentes políticos locales iniciaron el peligroso camino de hacer muy visible la independencia de El Ejido. Tanto empeño pusieron en la empresa, que devino en una especie de carrera por la diferenciación con grandes dosis de aislacionismo. Sin duda, el dirigente más proclive y acérrimo en la consecución de la “raza” ejidense es Enciso. Sus objetivos, aderezados de grandes dosis de displicencia, pasaban por destacar en todos los aspectos: los más ricos, los más influyentes… los mejores en todo.

Se emprendió una carrera por destacar y destacar y destacar con la única la intención de sobrepasar a los municipios del entorno fijando el foco obsesivo en Roquetas y en la propia capital. Piensen que no es casualidad la llegada del primer centro de El Corte Inglés a El Ejido, o que allí se haya construido el mayor “rascacielos” de Andalucía. La ofuscación por citius, altius, fortius; eso sí, sin espíritu deportivo alguno, ha marcado la hoja de ruta de Enciso y su entorno. Y lo más peligroso es que han logrado contaminar en ciertos sectores de la población una sensación de autosuficiencia que, lamentablemente, suele acompañarse de insensata rivalidad y desprecio por el vecino.

Ahora llega el momento de escenificar el papel de salvapatrias. Va a resultar que todo era un ataque de envidia e insidia, y que la Operación Poniente es el arma que esgrimen los calificados como iracundos envidiosos y, en general, enemigos del pueblo de El Ejido.

Tras el festín del saqueo económico, llegan las andanzas delirantes. Calando celada, portando lanza y adarga, cabalgan hacia las elecciones municipales con inusitado embate contra todo semoviente que atentare contra el pueblo de El Ejido: unos caballeros.
(noticiasdealmeria.com) 

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