Pedro Ruiz
Secretario Provincial del PA
He podido percibir que se ha generado cierta sorpresa ante el hecho de que militantes y cargos públicos de GIAL y PAL se hayan puesto en contacto con el Partido Andalucista para estudiar la posibilidad de integrarse en nuestras filas de cara a las próximas elecciones municipales.
Ante esa sorpresa me gustaría apuntar algunas cuestiones para que los almerienses en general lo tengan en cuenta, pero también de un modo especial, para aquellos que están mostrando ese interés por incorporarse al andalucismo político.
Ya en 1918, en la Asamblea de Ronda, donde se fijan los símbolos nacionales de Andalucía que luego recogería el Estatuto actual, se deja clara la defensa del “municipalismo”, y de la necesidad de que los municipios se agrupen en comarcas para la gestión de intereses comunes, y desde ahí tengan relación directa con el Gobierno nacional andaluz, sin más intermediarios.
Quiero decir con esto que los partidos y agrupaciones políticas de carácter localista suelen tener buena sintonía con el PA, ya que en el fondo se establece un mismo criterio: defender lo nuestro en solidaridad con los demás.
Lo que también es verdad es que tanto GIAL como PAL provienen del Partido Popular, es decir, de la derecha española, y que su encaje en la izquierda andalucista es algo que puede parecer complicado, pero no lo es tanto.
En realidad, cuando hablamos de GIAL o de PAL no hablamos de municipalismo y sí de personalismo. Juan Megino y Juan Enciso, cabreados ambos con la dirección del Partido Popular, se van o los echan, y deciden formar sus propias organizaciones a su imagen y semejanza. La falta de una ideología propia se sustancia en lo que ellos mal llaman “municipalismo”.
Tanto en GIAL como en el PAL hay personas honestas, que quieren trabajar por sus pueblos, que no han llegado a ser militantes de GIAL o de PAL; personas que se sienten estafadas cuando han visto que Megino ha negociado con el PP sin hablar con ellos, y con el único afán de dejar colocados en sus listas a dos de los suyos; en tanto los otros se han visto superados por lo que ha desvelado como la Operación Poniente respecto a Enciso, y más allá de eso a cómo también sus dos diputados provinciales les venden con tal de seguir ellos en el machito.
Con estas personas el Partido Andalucista no tiene ningún problema en hablar, si bien llegar a acuerdos es otra cosa.
Y es que nosotros sí tenemos ideología, clara y definida. La reciente encuesta de IESSA afirmaba que la intención de voto al PA es del 3%, pero que quienes piensan que somos la formación que mejor defiende los intereses de Andalucía representan el 8%; y que estamos por encima de Izquierda Unida en este punto. Es decir, nuestro reto es lograr que todos aquellos que ven en nosotros la mejor opción política para defender nuestro país, nos voten.
Decía Blas Infante que “Cuando todos los andaluces conozcan su verdadera historia y esencia, será cuando logremos llegar a obtener el poder necesario para exigir el respeto a nuestra personalidad, tan diferente de aquella que tratan de imponernos”.
Es por eso que estamos siempre convencidos de que cuando alguien se aproxima al andalucismo, cuando presta un mínimo de interés por conocer nuestra realidad, desde una óptica distinta a la oficial, y con perspectiva histórica, comienza a ver las cosas de otro modo. Por ejemplo, cuando a alguien se le explica que la autonomía de Andalucía no es algo que surge de modo espontáneo hace treinta años, y que hace más de un siglo que existe como movimiento político el andalucismo, o cuando a alguien se le explica porqué la Junta de Andalucía se llama así... o se le explica el problema de la tierra y se le enlaza con el caciquismo y lo que luego ha sido el PER... pues muchas conciencias suelen abrirse.
El PA no quiere caer en el error de tener las puertas abiertas a todos los que están llamando, porque somos conscientes de los riesgos que ello entraña, pero sí estamos abiertos a creer en quienes crean en nosotros.
(Publicado en noticiasdealmeria.com)
Ante esa sorpresa me gustaría apuntar algunas cuestiones para que los almerienses en general lo tengan en cuenta, pero también de un modo especial, para aquellos que están mostrando ese interés por incorporarse al andalucismo político.
Ya en 1918, en la Asamblea de Ronda, donde se fijan los símbolos nacionales de Andalucía que luego recogería el Estatuto actual, se deja clara la defensa del “municipalismo”, y de la necesidad de que los municipios se agrupen en comarcas para la gestión de intereses comunes, y desde ahí tengan relación directa con el Gobierno nacional andaluz, sin más intermediarios.
Quiero decir con esto que los partidos y agrupaciones políticas de carácter localista suelen tener buena sintonía con el PA, ya que en el fondo se establece un mismo criterio: defender lo nuestro en solidaridad con los demás.
Lo que también es verdad es que tanto GIAL como PAL provienen del Partido Popular, es decir, de la derecha española, y que su encaje en la izquierda andalucista es algo que puede parecer complicado, pero no lo es tanto.
En realidad, cuando hablamos de GIAL o de PAL no hablamos de municipalismo y sí de personalismo. Juan Megino y Juan Enciso, cabreados ambos con la dirección del Partido Popular, se van o los echan, y deciden formar sus propias organizaciones a su imagen y semejanza. La falta de una ideología propia se sustancia en lo que ellos mal llaman “municipalismo”.
Tanto en GIAL como en el PAL hay personas honestas, que quieren trabajar por sus pueblos, que no han llegado a ser militantes de GIAL o de PAL; personas que se sienten estafadas cuando han visto que Megino ha negociado con el PP sin hablar con ellos, y con el único afán de dejar colocados en sus listas a dos de los suyos; en tanto los otros se han visto superados por lo que ha desvelado como la Operación Poniente respecto a Enciso, y más allá de eso a cómo también sus dos diputados provinciales les venden con tal de seguir ellos en el machito.
Con estas personas el Partido Andalucista no tiene ningún problema en hablar, si bien llegar a acuerdos es otra cosa.
Y es que nosotros sí tenemos ideología, clara y definida. La reciente encuesta de IESSA afirmaba que la intención de voto al PA es del 3%, pero que quienes piensan que somos la formación que mejor defiende los intereses de Andalucía representan el 8%; y que estamos por encima de Izquierda Unida en este punto. Es decir, nuestro reto es lograr que todos aquellos que ven en nosotros la mejor opción política para defender nuestro país, nos voten.
Decía Blas Infante que “Cuando todos los andaluces conozcan su verdadera historia y esencia, será cuando logremos llegar a obtener el poder necesario para exigir el respeto a nuestra personalidad, tan diferente de aquella que tratan de imponernos”.
Es por eso que estamos siempre convencidos de que cuando alguien se aproxima al andalucismo, cuando presta un mínimo de interés por conocer nuestra realidad, desde una óptica distinta a la oficial, y con perspectiva histórica, comienza a ver las cosas de otro modo. Por ejemplo, cuando a alguien se le explica que la autonomía de Andalucía no es algo que surge de modo espontáneo hace treinta años, y que hace más de un siglo que existe como movimiento político el andalucismo, o cuando a alguien se le explica porqué la Junta de Andalucía se llama así... o se le explica el problema de la tierra y se le enlaza con el caciquismo y lo que luego ha sido el PER... pues muchas conciencias suelen abrirse.
El PA no quiere caer en el error de tener las puertas abiertas a todos los que están llamando, porque somos conscientes de los riesgos que ello entraña, pero sí estamos abiertos a creer en quienes crean en nosotros.
(Publicado en noticiasdealmeria.com)
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