Ayuntamiento y nuevas tecnologías

Carmelo Bentué
Concejal de Almería por el PSOE
 
La participación ciudadana, según dice el Defensor del Pueblo Andaluz en la presentación de su informe al Parlamento,"es una manera de hacer real la democracia, y, por otra parte, también de que se comparta el poder con la ciudadanía". Leemos estos días en la prensa que el alcalde de Almería va a utilizar a fondo las nuevas tecnologías de comunicación en su candidatura para las próximas elecciones municipales, llamando a la participación para vestir su programa electoral. El señor Rodríguez Comendador hace como candidato lo que no cumple como alcalde: prestar un servicio a todos los ciudadanos. Tras seis años de contrato con Telvent para la Ciudad Digital y con más de dos millones de euros gastados, sí ha aprendido a usar las vías telemáticas como parte de su (legítima) propaganda electoral. Lo que no le preocupa como alcalde sí le importa como candidato. Basta con someter a una prueba al portal web del Ayuntamiento.

Al entrar en la web municipal puede verse la ventana "servicio de atención al ciudadano" de color rojo emergencia, que muestra a una persona dotada de ordenador, auricular y micrófono… que nos envía a la socorrida guía telefónica. Las nuevas tecnologías, en sus inicios, imitan a las anteriores. Sucedió en arquitectura, con la piedra imitando a la madera y luego el hierro imitando a la piedra. Y sucede con este servicio de atención electrónica que nos manda a la edad de piedra del teléfono fijo. También hay otro acceso directo para enviar una consulta, queja o sugerencia. El Ayuntamiento permite elegir cuatro tipos de respuesta: ninguna, carta, teléfono y email. Yo he intentado enviar una el día 3 de enero a las 12:57 y a las 17:57 y no me lo ha permitido el sistema. La sugerencia, lo digo aquí, insistía en que donde dice "normativa" aparezca toda la normativa municipal vigente y no sólo las tasas de Hacienda, que parece que sólo se informa al ciudadano sobre su obligación de pagar.

En la ventana de trámites y gestiones, se permite, con certificado digital, registrar un documento genérico, queja o sugerencia. Quedará registrado pero no cabe esperar respuesta. Creo en la comunicación pero reivindico la participación. La propaganda es algo habitual en nuestras vidas, salvando a quienes necesitan ser protegidos (los niños son el mejor ejemplo). Vamos hacia una sociedad cada vez más acelerada; también más regulada, pero con más presión sobre la persona. Por eso llamamos propaganda o comunicación a lo que, en propiedad, es publicidad. Considero legítimo que cualquiera propague sus ideas por cualquier medio y celebro cualquier encuentro, debate, crítica, etc. sobre temas de ciudad. Lo que me parece descarado en nuestros representantes locales es que sepan utilizar las tecnologías para tratar de influir en la sociedad como parte política y no sepan, quieran o puedan, concebirlas como servicio público.

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