Chin-chin

José Fernández
Periodista


Un tiempo nuevo es siempre una buena excusa para la reafirmación de los buenos propósitos y la cortesía de los mejores deseos, así que les traslado desde aquí mi satisfacción anticipada y compartida por todo lo bueno que los próximos meses les puedan traer a todos ustedes, así como mis deseos de coraje y resolución para cuando las cosas vengan mal dadas. Ojalá 2011 sea para Almería un año bueno en el buen sentido de la palabra y que, cuando toque, seamos capaces de ganar con elegancia y perder con entereza. Así es la vida y la vida no se para. Fíjense si no en lo rápidos que han pasado estos últimos doce meses.

Por eso, en la inminencia del cambio de calendario, les deseo lo mejor y que estos días tengan cerca de alguien querido para brindar. Y si no, hagan como nuestro inmarcesible Manolo Escobar, que ya en su día sentenció aquello de que “dicen que el que bebe vino se echa un amigo traidor. Si a mi me quita las penas, pa qué pensar en traición”. Pues eso: feliz año.

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