Cuando la sensibilidad aflora

Macarena Ruiz Esquinas
La Opinión de Almería
Que nos sean infieles no le gusta a nadie, sea hombre o mujer, pero más duele la mentira. No quiero alargar más y dedicarte un pequeño texto con el título de infidelidad, dedicado a las emociones que viviste y me dijiste que sentías, sin miedo alguno al que pensarán, porque, ya no hay vuelta atrás. A todas las mujeres de Almería que me abrieron su corazón, para ellas.
“Todos los días salgo hasta la puerta de tu casa y allí te veo con esa niña que no quita la mirada. Con esos ojos inocentes, con esa belleza robada de una mítica rubia e idealizada Marilyn, tus labios se derriten por besarla. No te guardo rencor por ser humano, ni por querer estar toda tu vida a su lado. No quiero forzar algo que en mi propio lecho fue robado. Pero quién mejor que tú para mostrar tu hombría que engañar a dos mujeres, creyendo que tu vida es mejor que la mía. En este juego ya estás solo, tú y tu amante, que llena de libido hizo que mi libertad llegase antes. Gracias Marilyn, gracias cobarde”.

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